Al corriente: marzo 30, 2022
En Indonesia, un país donde la clasificación y el tratamiento adecuado de la basura son raros, ¿cómo llevamos a cabo la Asamblea de manera sostenible?
En el 2019, Bangun P. Nugroho, miembro de la ‘Jemaat Kristen Indonesia Holy Stadium’ [Estadio Sagrado de Jemaat Kristen de Indonesia (iglesia JKI, por sus siglas en inglés)] en Semarang, Java Central, se dio cuenta de que los vertederos se están llenando rápidamente con una mezcla de desechos orgánicos e inorgánicos. La falta de clasificación y de tratamiento libera un hedor a la comunidad circundante. Así que ‘PT ALTSA’, la empresa para la cual trabajaba realizó un estudio de viabilidad sobre la gestión de residuos, obtuvo las licencias correspondientes y, en marzo del 2020, empezó a aceptar los residuos verdes y los alimenticios de una universidad pública local de Semarang para su tratamiento.
“Todos los días, la universidad produce toneladas de desechos mixtos, entre ellos plástico, papel, residuos verdes y residuos alimenticios – todos los cuales solían terminar en vertederos”, dice Bangun P. Nugroho.
‘PT ALTSA’ comenzó a clasificarlos, convirtiendo los residuos verdes (resultados de la poda de plantas y cortes de césped) en abono. Mientras tanto, la comida y otros desechos orgánicos alimentan a los gusanos. Estas larvas de mosca negra comen los residuos de comida, eliminando el hedor y reduciendo el volumen. Luego, los residuos orgánicos procesados se tamizan y se venden como fertilizante.
Además, debido a que los residuos orgánicos son caldo de cultivo fértil para los gusanos, el exceso de larvas se puede vender a las granjas de pollos y peces como alimento rico en proteínas, libre de antibióticos.
“Es una solución de extremo a extremo. Los residuos orgánicos se convierten en fertilizante para las granjas y en alimento para las larvas. Los gusanos se convierten en una buena dieta para el pollo y el pescado que comemos. Y devolvemos nuestros residuos de comida a los gusanos”, dice Bangun P. Nugroho.
Además de procesar los residuos de la universidad, la ‘PT ALTSA’ contrata a otros clientes como restaurantes, cafeterías y hoteles. El Congreso Mundial Menonita se asociará con ellos para garantizar que los residuos producidos por la Asamblea se traten adecuadamente y se devuelvan al ecosistema de manera sostenible.
“Todo lo que quiero es que las cosas que la gente tira, se devuelvan al medio ambiente en una forma que sea aceptable para ellas”, dice Bangun P. Nugroho.
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