Cuidando a nuestros hermanos y hermanas

Para los anabautistas Menonitas y Hermanos en Cristo de todo el mundo

Paz y gracia de parte de sus hermanos y hermanas reunidos en torno a la Red Anabautista Mundial de Salud (GAHN).

La pandemia del COVID-19 ha provocado enormes trastornos, dolor y pérdidas.

Nos lamentamos con aquellos que han perdido a sus seres queridos y nos aflige la pérdida de los medios de sustento que otras personas han tenido.

Anhelamos reunirnos libremente de nuevo, compartir un plato de comida y adorar sin restricciones porque esto es lo que somos; una comunidad llena de amor.

En medio de todo esto, recordamos nuestra fe en un Dios que nos consuela en el sufrimiento y que camina con nosotros en todas las circunstancias. En palabras de Cristo que ya venció: “No tengan miedo” (Mateo 28,10).

Combatamos las historias sensacionalistas

Como miembros de la comunidad del cuidado de la salud y como cristianos, reconocemos el miedo y la incertidumbre. Es tentador alimentar dichos sentimientos con falsedades y narrativas sensacionalistas y conspirativas. Las historias falsas captan nuestra atención y se apoderan de nuestros corazones como las palabras de los falsos profetas. Debemos tener cuidado de no dar falso testimonio (Éxodo 20,16).

El mundo gravita hacia el miedo. Pero ser motivados por el miedo no es una señal de seguir el camino de Cristo. Deberíamos reflejar la fe a la que nos aferramos. La iglesia debe ser conocida por su amor (Juan 13,35).

Cuidemos de las personas que están enfermas

Como miembros de la comunidad del cuidado de la salud y como cristianos, cuidamos de aquellas personas están enfermas y protegemos a quienes son vulnerables (Mateo 25: 44-45). Honramos a quienes dedican sus vidas y esfuerzos a combatir este virus, el enemigo común.

Por la gracia de Dios, se nos han dado herramientas que disminuyen la transmisión y la mortalidad del COVID-19. Estamos agradecidos por el conocimiento y el arduo trabajo de nuestros hermanos y hermanas en los campos de la ciencia y la salud pública que nos brindan opciones que puedan reducir significativamente la enfermedad y la muerte. Deberíamos aceptar sus consejos cuidadosamente considerados.

También honramos a quienes cuidan a las personas enfermas, brindando consuelo y sanación en los momentos difíciles. Muchos de nuestros hermanos y hermanas brindan seguridad y cuidado.

Sigamos las recomendaciones sanitarias

Como miembros de la comunidad del cuidado de la salud y como cristianos, apoyamos la recomendación de usar mascarillas y de respetar el distanciamiento social. En un momento dado recurrimos a las mascarillas para protegernos. En el presente, usamos las mascarillas para amar a nuestro prójimo, evitando que nuestro aliento infecte a otros en caso de que, sin saberlo, seamos portadores del virus.

Mantener la distancia física por un tiempo protege a nuestras comunidades. Existe evidencia sólida y lógica de que cuando limitamos las interacciones cara a cara y cuando evitamos el hacinamiento, los brotes se calman y los sistemas abrumados se estabilizan.

Al seguir consejos sensatos, nuestras iglesias pueden contrarrestar la epidemia con verdad y amor y reducir el miedo que sentimos al mismo tiempo que ponemos de nuestra parte para superar estos tiempos difíciles (Proverbios 19,20). Trabajemos juntos para perseverar en el amor y abrazar la verdad.

Aceptemos la vacunación cuando nos la ofrezcan

Como miembros de la comunidad del cuidado de la salud y como cristianos, reconocemos que las vacunas ofrecen una gran esperanza para poner fin a esta pandemia, ofrecen protección personal y construyen resiliencia en nuestra comunidad y en nuestros sistemas de salud.

Muchos de nuestros hermanos y hermanas en Cristo han estado trabajando para lograr estas intervenciones. Ellos abogan enérgicamente por la vacunación y la aceptan para sí mismos. Honremos su trabajo y ejemplo. La vacunación es un beneficio que tendrá un mayor efecto si se acepta ampliamente. También deberíamos poner al descubierto las falsedades sobre el daño que podría ocasionar la vacunación.

Aunque muchos en el mundo pueden buscar autoprotección debido al egoísmo, aceptamos la vacunación como una forma de avanzar en el amor, aceptando en nuestro propio cuerpo la oportunidad de proteger a nuestros vecinos, hermanos y hermanas (Filipenses 2,3).

Esperemos en la gracia de Dios

Esta es una época de mucha incertidumbre; nuestra fe y esperanza nos ayudarán a salir adelante. Que cuando la motivación dominante sea la autoprotección, seamos conocidos por lo contrario: el amor a los demás.

Hay esperanza en la gracia de Dios; debemos continuar avanzando juntos (Isaías 40,31).

Al cuidar de nuestros hermanos y hermanas, de nuestro prójimo e incluso de nuestros adversarios, el mundo sabrá que somos cristianos por nuestro amor.

Al honrar a quienes han dedicado su vida al cuidado de los enfermos y a quienes encuentran las respuestas a los complejos problemas de la pandemia, la iglesia actúa, cree y demuestra el camino de Cristo en todas las cosas.

 Este tiempo de trastornos es una oportunidad para nosotros, como seguidores de Cristo, para permitir que todos conozcan nuestra fe, esperanza y amor.

¡Mantengamos la fe!

—Un recurso educativo del Congreso Mundial Menonita preparado por la Comisión de Coordinación y Seguimiento de la Red Anabautista Mundial de Salud.

Consulte a continuación los nombres de los firmantes.

 

Por favor envíe sus preguntas o comentarios a globalanabaptisthealthnetwork@gmail.com

Recursos recomendados para líderes eclesiales 

Cuestiones prácticas y recomendaciones para los líderes religiosos y las comunidades confesionales en el marco de la COVID-19: orientaciones provisionales, 7 de abril de 2020 Ôªø 

Enfermedad por el coronavirus de 2019 (COVID-19): seguridad de las vacunas 

Perspectivas anabautistas mundiales sobre la lucha contra una pandemia: ¿La fe marca una diferencia?


La Red Anabautista Mundial de Salud (GAHN) se esfuerza por ser una comunidad mundial compuesta por organizaciones y profesionales de la salud afines al anabautismo que fortalecen el testimonio de la comunidad de fe anabautista a través de la motivación mutua, el aprendizaje entre pares, la colaboración y las co-participación. Esperamos comunicarnos con usted y agradecemos sus comentarios. Conéctese con nosotros en www.globalanabaptisthealthnetwork.org, en Facebook o envíenos un correo electrónico a globalanabaptisthealthnetwork@gmail.com

Los nombres de los firmantes

Dr. Pujianto, MPH
director general del Hospital Mardi Rahayu, Kudus, Java Central, Indonesia
GKMI

Mark Shelly, MD
Rochester Mennonite Fellowship, New York, EE.UU.

Henk Stenvers, MD
Doopsgezind Gemeente Naarden-Bussum, Netherlands

Comisión de Coordinación y Seguimiento de la Red Anabautista Mundial de Salud

José Arrais

Coordinador del redes, coordinador europeo de las Conferencias Menonitas y representante regionale – Europa
Igreja Irmãos Menonitas de Portugal

Cate Michelle Desjardins, MDiv, MPH, BCC
Directora, Mennonite Healthcare Fellowship, Germantown Mennonite Church, Philadelphia, Pennsylvania, EE.UU.

Beth Good, PhD, APHN-BC, RN
Waynesboro Mennonite Church, Virginia, EE.UU.

Karen Lehman, NHA, MBA
Presidenta de Mennonite Health Services
College Mennonite Church, Goshen, Indiana, EE.UU.

Murray Nickel MD
Bakerview Church (Hermanos Menonitas), Abbotsford, B.C., Canadá

Ray Martin, MPH
director ejecutivo emérito, Christian Connections for International Health

Rolando L. Santiago, PhD
jefe, Behavioral Health and Crisis Services, Department of Health and Human Services, Montgomery County, Maryland
Neffsville Mennonite Church, Lancaster, Pennsylvania, EE.UU.

Pakisa K. Tshimika, MPH, DrPH
director ejecutivo, Mama Makeka House of Hope
Willow Avenue Mennonite Church (Hermanos Menonitas), Clovis, California, EE.UU.

Ronald Yoder, MPIA
Park View Mennonite Church, Harrisonburg, Virginia, EE.UU.Rick M Stiffney, PhD, MSA
(antiguo) director ejecutivo de MHS y propietario Integrated Leadership and Consultancy LLC

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