Canadá: Peregrinos, forasteros, discípulos

Como los menonitas (y otros anabautistas) de todos los países del mundo, los menonitas canadienses están enraizados en su nación e inmersos en su historia. En términos mundiales, Canadá es un país muy grande, extendiéndose a lo largo de 7.000 kilómetros desde el Atlántico al Pacífico, hasta el Ártico. También es uno de los países más ricos del mundo, con un importante sistema público de educación y salud. Es mayoritariamente de habla inglesa, con fuertes vínculos históricos con Gran Bretaña, aunque tiene un importante sector de habla francesa en Quebec. Como una sociedad formada por colonos –inmigrantes agricultores, especialmente en Ontario y el oeste de Canadá– también tiene una larga historia de encuentros con pueblos originarios, a veces violentos.

Dada su base bilingüe, históricamente Canadá ha sido tolerante con culturas minoritarias y, especialmente en el último tercio del siglo XX, recibió a un gran número de nuevos inmigrantes del Sur global. En la actualidad, sólo las dos terceras partes de los 35 millones de habitantes de Canadá aún se definen como cristianos (casi el doble de católicos que de protestantes). Ocho millones de canadienses manifiestan no tener ninguna religión; un millón se define como musulmán; otro millón practica religiones que provienen de la India (hindúes y sijs); e igual número practican el budismo y judaísmo (ambas religiones con 300.000).

Los menonitas –que han sido contabilizados entre 127.000 (miembros de las iglesias menonitas en 2010) y 175.000 (autodefinidos en el censo de Canadá de 2011)– constituyen una pequeña minoría dentro de Canadá. Son también un grupo muy diverso, ya que más de veinte denominaciones se autodenominan “menonitas”. 

La Iglesia Menonita y los Hermanos Menonitas

Los grupos más grandes son los Hermanos Menonitas y la Iglesia Menonita, con aproximadamente 38.000 y 32.000 miembros respectivamente. Están también entre los más urbanizados de los menonitas canadienses, y se destacan por atraer grandes grupos de canadienses no menonitas, como también inmigrantes chinos y latinoamericanos.

La historia de las congregaciones de los Hermanos Menonitas se remonta a 1860 en Rusia, cuando rompieron con los menonitas tradicionales, enfatizando una fe personal y distinguiéndose por el bautismo por inmersión. La primera congregación de los Hermanos Menonitas se estableció en Canadá en 1888 como un puesto misionero. No obstante, la convención canadiense de los Hermanos Menonitas se mantuvo reducida hasta 1923, cuando empezaron a llegar a Canadá inmigrantes que huían del comunismo en la Unión Soviética.

La historia de las congregaciones de la Iglesia Menonita es más compleja, conformándose con la fusión de dos denominaciones en 1999, popularmente denominadas “Convención General” (en inglés “General Conference”, GC) y Menonitas antiguos (en inglés “Old Menonites”, OM). Los Old Menonites se constituyeron luego de la llegada de menonitas al Alto Canadá (posteriormente Ontario) desde Pennsylvania, primero en 1786, y en números muy superiores a partir de 1800. Si bien en los comienzos del General?Conference en 1860 existía una congregación en Ontario, la presencia permanente del GC en Canadá comenzó con la fundación de la Convención de los Menonitas en Canadá en 1903, que tomó impulso con la inmigración de menonitas provenientes de la Unión Soviética en las décadas de 1920 y 1940. Dada su diversidad, las congregaciones de la Iglesia Menonita destacan la unidad y fraternidad en la diversidad, así como los programas de justicia social, especialmente vinculados al Comité Central Menonita (MCC).

Otros grupos anabautista-menonitas de Canadá

Varias denominaciones de mediana dimensión, que suman entre 4.000 y 6.000 miembros, realzan una amalgama del anabautismo y protestantismo evangélico. La Iglesia de los Hermanos en Cristo surge de la migración al Alto Canadá que ocurrió a fines del siglo XVIII, conformada por menonitas estadounidenses provenientes de Suiza y el sur de Alemania. La Convención Menonita Evangélica (en inglés, Evangelical Mennonite Conference, EMC) y la Convención Menonita Evangélica de Misiones (en inglés, Evangelical Mennonite Mission Conference, EMMC), son grupos que provienen de la migración ruso-holandesa de la década de 1870, y ambos fueron marcados por el evangelicalismo de mediados del siglo XX. Dichos grupos son conocidos por su obra misionera en el extranjero y su apoyo al MCC.

Quizá sea curioso que diecisiete denominaciones menonitas de Canadá –conformadas por más de 30.000 miembros– representen grupos “Plain” u “Old Order”. Por lo general, estos grupos no se unen al Congreso Mundial Menonita. Se destacan por su estilo de vida sencillo, la no conformidad y el aislamiento social, evidenciado en su vestimenta sencilla, que incluye pequeñas cofias blancas que cubren la cabeza para las mujeres, y camisas de manga larga, abotonadas hasta el cuello, para los hombres. Alrededor del 20 por ciento de estos grupos “Plain” son los llamados menonitas de “caballo y buggy”.

Canadá constituye también la sede de dos convenciones evangélicas (anteriormente Hermanos en Cristo Menonitas y Hermanos Menonitas Evangélicos, hoy denominadas Iglesia Misionera Evangélica de Canadá y Hermandad de Iglesias Bíblicas Evangélicas respectivamente), que han desistido del nombre menonita. Asimismo, Canadá es la sede de grupos vinculados a los menonitas, como los huteritas y un pequeño número de Amish.

Instituciones menonitas en Canadá

Como en otros lugares, la comunidad menonita canadiense se ve fortalecida por una amplia variedad de instituciones. De hecho, es muy posible vivir en contextos mayormente menonitas –especialmente en zonas rurales y ciudades como Kitchener-Waterloo (Ontario), Winnipeg (Manitoba), Saskatoon (Saskatchewan) y Abbotsford (British Columbia). Muchos niños menonitas asisten a escuelas primarias y secundarias privadas. Los jóvenes cuentan con educación religiosa y general en numerosas instituciones anabautista-menonitas de educación superior, en particular, Canadian Mennonite University de Winnipeg, Columbia Bible College de Abbotsford y Conrad Grebel University College de Waterloo. Las familias jóvenes pueden obtener fácilmente préstamos de una docena de instituciones de crédito con fuertes raíces menonitas, siendo la mayor de ellas, Steinbach Credit Union de Manitoba, con un activo de cuatro mil millones de dólares. También cuentan con seguro contra incendios por parte de empresas administradas por menonitas; la más histórica es Mennonite Aid Union, que operó de 1866 a 2002. Asimismo, en años anteriores los menonitas han contado con una oferta de paquetes turísticos, tal como el Crucero del Legado Menonita, para organizar sus vacaciones, aunque “Viajar a lo menonita” también ha sido muy popular.

En varias ciudades, los menonitas pueden buscar información genealógica en los archivos menonitas o rememorar viejos tiempos en alguno de los museos. Muchas veces los testamentos y legados se gestionan por medio de la Fundación Menonita de Canadá. Además, los ancianos pueden acceder a geriátricos menonitas en muchas comunidades. A modo de ejemplo, Menno Terrace East en Abbotsford, consta de 95 suites en un edificio de seis pisos y un centro de atención de salud. Varias comunidades cuentan con cooperativas de sepelios o funerarias privadas pertenecientes a menonitas.

Los menonitas de Canadá se han centrado cada vez más en las instituciones nacionales para apoyar sus misiones. Irónicamente, mientras los menonitas canadienses se han abierto al mundo, se han vuelto más centrados en su país, escindiéndose de las instituciones estadounidenses. En 1963, por ejemplo, se constituyó el Comité Central Menonita (MCC) Canadá, diferenciado de la oficina central del MCC en Akron, Pennsylvania, EE.UU., más apto para brindar una “voz unificada para los menonitas canadienses”. En 1967 se creó la Sociedad Histórica Menonita de Canadá para fomentar una identidad histórica unificada, especialmente por medio de los tres tomos de la colección histórica, Menonitas de Canadá, iniciada por Frank H. Epp. La unificación continental de las entidades de los “menonitas antiguos” (Old Mennonites) y de la Convención General (General Conference) a fin de formar una Iglesia Menonita unificada en 1999, conllevó desde su misma fundación una nueva división, a lo largo de la frontera de Canadá y EE. UU., dando origen a la Iglesia Menonita Canadá, junto a su contraparte de Estados Unidos. Situaciones similares se dieron respecto a los Hermanos Menonitas, la Convención Evangélica Menonita, los Hermanos en Cristo y otras convenciones.

La creación del Comité Central Menonita Canadá permitió también el desarrollo de un vínculo muy estrecho con los gobiernos provinciales y federales. En 1975, por ejemplo, MCC Canadá abrió una oficina de promoción en Ottawa, con el objetivo no sólo de obtener beneficios del gobierno, sino también de definir políticas públicas. De hecho, se ha reconocido la apertura de los menonitas canadienses a trabajar con agencias gubernamentales. El Banco Canadiense de Granos y Alimentos (Canadian Foodgrains Bank), fundado por el MCC, se inició en parte debido a la contrapartida de fondos aportados por el Gobierno federal. Asimismo, un número cada vez mayor de hombres y mujeres menonitas se han desempeñado en el Parlamento federal y las legislaturas provinciales de Canadá.

Temas del menonitismo canadiense

Con el tiempo una variedad de temas han llegado a distinguir la identidad de los menonitas canadienses. Por ejemplo, han creado vínculos con menonitas de otras partes del mundo para construir una sólida comunidad mundial. Han constituido organizaciones binacionales, como MCC después de 1920, Mennonite Disaster Service después de 1951 y Mennonite Economic Development Associates después de 1952. Históricamente, los Hermanos Menonitas y la Iglesia Menonita han mantenido lazos estrechos con las misiones norteamericanas, especialmente aquellas en el Congo, la India y América Central. Entre los misioneros canadienses se destacan Susanna Plett, quien inspiró a toda una generación de misioneros de la Iglesia Evangélica Menonita cuando partió a Brasil en 1942, sin el apoyo de la iglesia. Quizá quien obtuvo más reconocimiento mundial fue Jacob Loewen de Abbotsford, un misiólogo de los Hermanos Menonitas, destacado por sus ideas en cuanto a la autocrítica y el liderazgo autóctono. Los Equipos Cristianos de Promotores de la Paz han transformado la manera en que los jóvenes menonitas canadienses enfocan los temas del pacifismo y la no violencia. Las iglesias canadienses han apoyado plenamente el Congreso Mundial Menonita.

Los menonitas canadienses también han adoptado nuevas maneras de expresarse. Tradicionalmente, han sido cantantes; Benjamín Eby produjo el primer himnario canadiense en la década de 1830, y músicos como Ben Horch de Winnipeg, elevaron la música al nivel de los coros comunitarios y orquestas. También ha habido escritores, entre ellos varios autores reconocidos nacionalmente; Peace Shall Destroy Many, escrito por Rudy Wiebe en 1962, aún es aclamada como una obra pionera. Las películas “menonitas” también se han vuelto populares: por ejemplo. And When They Shall Ask, que relata los sufrimientos en la Unión Soviética, ha atraído a miles de espectadores. Por último, han surgido numerosos recursos por internet, incluyendo la Enciclopedia Mundial Menonita Online (GAMEO), que comenzó como un proyecto de la Sociedad Histórica Menonita de Canadá.

Tal vez la característica más distintiva de la historia de los menonitas de Canadá ha sido la migración. Siete historias concretas de migración fueron claves. Las tres primeras relatan las migraciones del siglo XIX; cada uno de estos grupos buscó crear exclusivamente comunidades agrícolas de frontera, todas bajo la protección de la monarquía británica. Estos grupos incluyeron menonitas suizo-estadounidenses que llegaron al Alto Canadá una generación después de la Guerra revolucionaria de Estados Unidos; Amish recién llegados de Europa en la década de 1820; y 8.000 menonitas de origen holandés que llegaron a Manitoba en la década de 1870, cuando Rusia cambió sus leyes de exención del servicio militar.

Los próximos dos grupos llegaron en el siglo XX de Ucrania y Rusia, devastadas por la guerra: 20.000 en la década de 1920 para beneficiarse de la acogida de Canadá a los inmigrantes, y 8.000 familias después de 1948, en su mayoría encabezadas por mujeres.

El sexto y séptimo grupo son recién llegados del Sur global. Muchos son latinoamericanos que hablan el alemán bajo, descendientes de menonitas que abandonaron Canadá en la década de 1920 para evitar la asimilación inglesa. Los que más han cambiado la antigua imagen de los menonitas euro-canadienses son los recién llegados del Sur global que se unieron a las iglesias menonitas al llegar a Canadá: incluyen a los chin (birmanos), chinos, coreanos, hmong (laosianos), punjabi (hindú y paquistaní), hispanos (latinoamericanos) y vietnamitas, entre otros. Muchas veces estos inmigrantes son refugiados de guerras civiles o de la pobreza.

Hechos recientes

En las últimas décadas los menonitas canadienses han renovado también sus cultos y la vida de la iglesia. Janet Douglas Hall fue una adelantada para su época al servir como pastora de una iglesia menonita de los Hermanos en Cristo de Dornoch, Ontario ya en 1886; ha sido una referente para mujeres que se desempeñan cada vez más como pastoras guías, primero en la Iglesia Menonita en la década de 1970 y más recientemente, en las congregaciones de los Hermanos Menonitas, Iglesia Evangélica Menonita y Hermanos en Cristo.

Algunas iglesias han adoptado liderazgos informales, incluyendo iglesias que funcionan como pequeños grupos en casas en múltiples lugares, como Pembina Fellowship en Morden, Manitoba, o aquellas con un pastor remunerado, como Fort Garry Fellowship en Winnipeg. The Meeting House, una congregación numerosa de los Hermanos en Cristo de Oakville, Ontario, es una “iglesia para personas que no van a la iglesia” y se reúnen en cines ubicados en múltiples lugares conectados por video. Otras congregaciones, como Toronto United Mennonite Church que pertenece a la Iglesia Menonita, son conocidas por “acojer” a miembros de la comunidad LGBT.

La fundación de iglesias ha sido también parte de la historia reciente. Los Hermanos Menonitas en particular han impulsado distintas versiones muy sólidas de fundación de iglesias, especialmente las Églises des frères Mennonites en Quebéc. En las últimas décadas, la Convención General de Manitoba procuró acercarse a las comunidades de pueblos originarios y compartir el culto con ellos, abrazando más y más la idea de un Dios Creador.

Finalmente, muchas iglesias han abandonado los himnos tradicionales, adoptando coros más alegres, con la ayuda de proyecciones de PowerPoint y grupos musicales en vivo. A la vez, numerosas iglesias, como la Iglesia Bakerview de los Hermanos Menonitas de Abbotsford, han incorporado cultos litúrgicos, en respuesta a la creciente atracción de los jóvenes menonitas por las tradiciones clásicas de la iglesia.

Royden Loewen, presidente de Estudios Menonitas y profesor de Historia de la Universidad de Winnipeg (Manitoba, Canadá), agradece los aportes de Marlene Epp, Bruce Guenther, Mary Ann Loewen y Hans Werner en la redacción de este artículo.

Pastores y líderes en un encuentro de los Hermanos en Cristo Menonitas en 1907, en Kitchener, Ontario. Hoy, después de varias fusiones y cambios de nombre, este grupo es conocido como la Iglesia Misionera Evangélica de Canadá. Gentileza del Archivo Menonita de Ontario

 

 

 

 

 

 

 

Líderes de la Iglesia Menonita Hmong (Kitchener, Ontario) en 1991. De izquierda a derecha: Ge Yang, Toua Jang, Lee Xong, Tou Vang. La creciente diversidad étnica constituye algo novedoso en la historia de los anabautistas canadienses. Foto de Larry Boshart/Gentileza _de los Archivos Menonitas de Ontario

 

 

 

 

 

 

 

Alice Snyder etiqueta paquetes de Navidad para su distribución internacional en 1954, como parte del programa de ayuda humanitaria del Comité Central Menonita, que distribuyó alimentos y ayuda material en zonas afectadas por desastres naturales. Foto de David Hunsberger/Gentileza de los Archivos Menonitas de Ontario

 

 

 

 

 

 

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