Se calcula que hay 9.500 congregaciones en todo el mundo que integran la familia Congreso Mundial Menonita (CMM). Dichas congregaciones se encuentran en todos los continentes y en diversos contextos, lo que significa que existen, potencialmente, miles de comunidades activas de la paz de Cristo ávidas de reconciliación. La visión de la Comisión de Paz del CMM consiste en animar, fomentar y brindar recursos a estas organizaciones comunitarias de paz.
Al tener presente esta visión, quisiéramos conocernos más como iglesias miembros del CMM. Les formulamos la sencilla pregunta: “¿Considera que su iglesia cumple con el anhelo de ser una Iglesia de Paz?”
¿Qué pudimos conocer?
Las respuestas nos alentaron y conmovieron mucho por su vulnerabilidad y la mirada íntima y profunda de la vida de las iglesias miembros del CMM. Nos pusieron en contacto con sus desafíos y los compromisos que han asumido las iglesias debido a su deseo de ser embajadoras eficaces de la paz en nuestro mundo quebrantado.
¿Qué pudimos conocer?
Todos los encuestados expresaron el profundo deseo de ser “Iglesias de Paz”, es decir, comunidades de discípulos de Jesús que promovieran activamente la no violencia en su contexto particular. Esto es alentador y no se debe dar por sentado.
Todos los encuestados se refirieron a las iniciativas importantes y creativas que llevan adelante para fortalecer su identidad como Iglesias de Paz.
La mayoría de los encuestados destacaron las declaraciones “oficiales” importantes que las identificaban como iglesias que compartían la visión de las Iglesias de Paz.
Todos los encuestados señalaron que existe una distancia entre las declaraciones oficiales de la iglesia y la vida de la iglesia y las congregaciones. Nuestras acciones no coinciden con nuestros dichos.
Todos los encuestados plantearon desafíos importantes y abrumadores que se les presentan al esforzarse por ser Iglesias de Paz, desafíos enormes que varían según el contexto.
Todos los encuestados manifestaron que el concepto de paz está cambiando: de la reacción (no le hagas mal a los demás) a la acción (haz el bien a los demás).
Todos los encuestados dijeron que necesitaban más recursos y fondos a fin de fortalecer su identidad como Iglesias de Paz.
¿Cuáles son los desafíos?
Los aspectos más conmovedores de las respuestas hacían referencia a los desafíos en el contexto de ser Iglesias de Paz. (Para leer el informe completo, visite www. http:// mwc-cmm.org/node/100) Es evidente que nuestra visión para los 9.500 embajadores comunitarios de paz que trabajan con eficacia en cada contexto, responde a una gran vocación. Hay dos cuestiones muy palpables: la vocación de paz es sumamente importante y necesaria, y seguir dicha vocación es extraordinariamente complejo.
Por razones de espacio no es posible ahondar en los detalles. Pero, a continuación daremos un vistazo a los desafíos que se nos presentan:
Desde Canadá: El impacto del materialismo, la riqueza y comodidad individualistas nos vuelve insensibles y nos “protege” del mundo quebrantado por la pobreza, la revolución y la violencia.
Desde Honduras: La influencia constante del machismo en las relaciones sociales y de género opaca la paz de Cristo.
Desde Taiwán: El ambiente militarizado generado por miles de misiles chinos que apuntan a Taiwán dificulta que amemos a nuestros enemigos según el mandato de Cristo.
Desde Indonesia: Vacilamos al forjar una identidad como Iglesias de Paz porque los pastores de nuestras iglesias se gradúan de seminarios que no les brindan una formación pacifista.
Desde España: Compartimos unos con otros un “nido de amor”, pero es necesario que hagamos mucho más.
Una cuestión apremiante
Cualquiera de estos desafíos es tremendo. En su conjunto, se puede observar la magnitud de nuestra vocación. Al mundo le hace mucha falta la paz, pero es muy complejo llevarla a la práctica. Quizá la mejor lección que podamos aprender de las respuestas es que no seremos Iglesias de Paz “sin haberlo premeditado”. Si queremos ser Iglesias de Paz, tendremos que bregar por ello, intencionada, abierta y estratégicamente.
Recuerdo cuando visitamos a los líderes de una congregación semirural de la región central de la India. Nos comentaron que sus hijos y nietos ya no sabían lo que significaba ser “menonitas”. Esto les entristecía y preguntaban: “¿Qué hará el CMM al respecto?”
Esta pregunta proveniente de la India es profunda. Define una identidad teológica preferencial. También afirma que esta identidad debe ir acompañada de conductas por parte de la congregación y la iglesia que fomenten y fortalezcan intencionadamente dicha identidad.
¿Qué hace el CMM al respecto?
El CMM responde de varias maneras:
Primero, seguimos promocionando nuestras Convicciones compartidas, elaboradas por el CMM en 2006. Brindan una base común para nuestro deseo de ser Iglesias de Paz anabautistas. Están para que las estudiemos, compartamos e implementemos.
Segundo, el CMM aprobó varios libros, informes y ponencias que pueden serles provechosas a las iglesias miembros que se proponen fortalecer su identidad anabautista-menonita. Libros tales como Lo que juntos creemos de Alfred Neufeld, Una cultura de paz de Paulus Widijaia, Alan y Eleanor Kreider, y De semilla anabautista de C. Arnold Snyder, constituyen buen material de estudio sobre la identidad anabautista desde diversos ángulos (histórico, teológico, etc.). (Para obtener una lista completa de los libros, visite http://mwc-cmm.org/node/418) El informe final del diálogo luterano/CMM, Sanación de la memoria: reconciliación en Cristo, y el informe final del diálogo católico/CMM, Llamados a trabajar juntos por la paz, son documentos muy útiles que se podrían adaptar al ministerio educativo de la iglesia. Además, las tres ponencias que discutió y aprobó recientemente el Comité Ejecutivo del CMM, constituyen otros recursos útiles e instructivos que han sido elaborados por el CMM. (Para leer las ponencias, visite www.mwc-cmm.org/ node/224)
Tercero, la Comisión de Fe y Vida del CMM tiene previsto ofrecer “talleres sobre la identidad” a las iglesias que los soliciten. La Comisión espera que estos seminarios sean encuentros cara a cara, dinámicos e inspiradores, que examinen temas vinculados a la identidad anabautista junto con especialistas idóneos.
Cuarto, el CMM proyecta establecer representantes regionales en cada continente. Estas personas pueden incentivar que las iglesias miembros de la región juntas aborden cuestiones y desafíos vinculados a la paz.
Quinto, el CMM tiene como objetivo elaborar y difundir materiales que sean utilizados en las escuelas afines a nuestras iglesias. Este deseo surgió de dos consultas promovidas por el CMM y realizadas por educadores menonitas en las reuniones de Paraguay 2009 y Suiza 2012, durante las cuales surgió la necesidad de producir algunos materiales básicos y comunes para las escuelas, y así aportar a la construcción de la identidad.
Sexto, la Comisión de Paz del CMM diseñó un atractivo “Afiche de la paz” que servirá como un útil recordatorio sobre la centralidad de la paz en el evangelio de Cristo. (Se incluirá el afiche en la página central de esta edición de la revista.) Esperamos que este recurso visual tenga un lugar destacado en los espacios de culto de las congregaciones del CMM. Además, la Comisión de Paz está abocada a la elaboración de algunas pautas para evaluar y administrar conflictos.
Finalmente, y quizá como elemento de mayor importancia, el CMM brinda una oportunidad y una estructura real que permiten que las iglesias miembros de todo el mundo manifiesten: “Nos pertenecemos”. Seguramente alguien preguntará: “¿A qué pertenecen? ¿Por qué pertenecen? ¿Por qué es importante pertenecer?” Estas preguntas presentan excelentes oportunidades para aclarar nuestra identidad y vocación como Iglesias de Paz.
Robert J. Suderman es Secretario de la Comisión de Paz del CMM
Afiche de Paz
Haga clic aquí para ver este afiche. Este afiche, elaborado por la Comisión de Paz del CMM y diseñado por Glenn Fretz, tiene por fin recordarles a las iglesias miembros del CMM la centralidad de la paz en el evangelio de Cristo.
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¿Quiénes respondieron la Encuesta sobre la paz?
La Comisión de Paz del CMM formuló la pregunta: “¿Considera que su iglesia cumple con el anhelo de ser una Iglesia de Paz?”. Respondieron 21 iglesias miembros (de cien), de cuatro continentes.
Participaron las siguientes iglesias: