Avanzar hacia lo desconocido, saboreando la bondad ahora mismo

Corea del Sur

Corea del Sur tuvo mucho éxito al responder a la pandemia, especialmente durante las primeras etapas. El virus fue contenido y las tasas de mortalidad fueron bajas, aunque el gobierno se abstuvo de emitir medidas drásticas como confinamientos o cierres de negocios.

Sin embargo, la comunidad protestante fue muy criticada en Corea por su conducta durante los primeros días de la pandemia. Tradicionalmente, una iglesia surcoreana realiza en promedio alrededor de diez cultos por la semana. Las iglesias coreanas le dan mucha importancia al culto presencial público, lo cual hizo que la pandemia del COVID-19 fuera particularmente difícil. Muchas reuniones presenciales continuaron abiertamente o en secreto. Los videos de cristianos infringiendo los códigos de salud pública e ignorando los datos científicos en nombre de la “fe” se volvieron virales. Ya en la década pasada el público consideraba que la iglesia de Corea del Sur era egoísta y ultraconservadora, lo cual llevó a la gente a pensar que era perjudicial para la sociedad.

Las megaiglesias pudieron prepararse para los cultos virtuales. Con abundantes recursos, crearon modalidades de adoración en línea que eran aun más sistemáticas que los formatos no virtuales y llegan a más personas que antes. Pero para las iglesias pequeñas y medianas que dependen de las reuniones en persona, una gran parte de sus congregaciones no regresó a los bancos.

Iglesia Menonita Paz y Gozo

La Iglesia Menonita Paz y Gozo está ubicada en la zona rural de una pequeña ciudad llamada Nonsan, en el centro de Corea del Sur. El lugar está un poco aislado y la mayoría de la congregación vive en los alrededores de la iglesia o en los pueblos cercanos.

Nuestro culto dominical tuvo que llevarse a cabo en línea durante unos meses al comienzo de la pandemia, y luego de manera presencial con restricciones: no comer juntos; usar mascarillas; distanciamiento en los asientos, etc., cumpliendo las normas gubernamentales. Los hermanos y hermanas que vivían en los alrededores tenían que trabajar y comer juntos incluso entre semana; por lo tanto, se seguían reuniendo pero tomaron medidas para limitar el contacto con el mundo exterior tanto como fuera posible.

Al ingresar a la “nueva normalidad” después de la pandemia, la mayoría de las iglesias coreanas han reclamado la “reactivación del culto presencial”. En la Iglesia Menonita Paz y Gozo, todos tenemos un sentido de pertenencia y solidaridad sin importar dónde estemos. La cuestión de que si el culto presencial es la manera “verdadera” de adorar no fue un problema tan grande para nosotros. Cuando nos tuvimos que reunir en línea debido a las circunstancias, simplemente discutimos cómo podíamos servir a los más necesitados.

Por ejemplo, cuando tuvimos casos confirmados entre nosotros o en nuestro pueblo, poníamos los suministros y alimentos necesarios frente a la puerta de las personas que estaban en cuarentena. También comenzamos a grabar los cultos de la iglesia y a subirlos al grupo SNS (servicio de redes sociales) de la iglesia. Queríamos compartir la Palabra y darle continuidad al contexto congregacional para los hermanos y hermanas que no podían asistir al culto. La reunión semanal de todos los miembros donde se discuten y deciden todos los asuntos de la iglesia se lleva a cabo en línea durante la semana.

La verdadera adoración

Incluso cuando uno está completamente aislado del mundo entero, aun así se puede adorar a Dios a solas. Los encuentros más significativos de Abraham y Jacob con Dios tuvieron lugar cuando ambos estaban solos.

La Iglesia Menonita revela su fe en Dios a través de las relaciones que fomenta con sus hermanos, hermanas y vecinos; por lo tanto, la comunidad eclesial es de suma importancia. Sin embargo, el COVID-19 no es un fenómeno único. La codicia humana es cada vez mayor y toda la creación sufrirá.

Pero incluso entonces, no hay razón para temer o desesperarse. No trataremos de huir de la adoración, ni de soltarnos el cordón de tres hilos con el que Jesús nos ató, sean cual sean las circunstancias. Si los domingos ya no están disponibles para adorar, simplemente adoraremos otro día. No buscamos excusas para no adorar, sino que buscamos diferentes maneras de hacerlo.

La Iglesia Menonita Paz y Gozo procura asegurarse de que la voz de todos se escuche en el culto de nuestra iglesia. En lugar de un sermón, el facilitador invita a todos a compartir sus puntos de vista sobre la Palabra de Dios (los miembros se turnan para desempeñar dicho papel). Durante la semana se comparten versículos bíblicos, preguntas y comentarios relacionados con el texto para que los hermanos y hermanas que participen en el culto puedan preparar su reflexión e interpretación. La adoración está llena de vida y cada vez más personas están dando los pasos necesarios para convertirse en miembros plenos de la iglesia. Está la posibilidad de que cada persona aporte al esfuerzo de la congregación de poner a Jesús en el centro de la paz y la reconciliación, de una manera menos autoritaria y más comunitaria.

No estamos a la espera del culto de la iglesia porque es cuando y donde nos encontramos con Dios: estamos a la espera para que podamos escuchar las historias de cómo nuestros hermanos y hermanas han encontrado a Dios en sus vidas. ¡Cuán precioso es el momento en que vemos cómo se iluminan los rostros de los demás al compartir nuestras historias de acción de gracias! ¡Cuán precioso es el momento cuando cantamos al unísono las mismas canciones de alabanza! ¡Cuán precioso es el momento en que todos o cualquiera de nosotros ofrece la oración común que refleja nuestra fe comunitaria! ¡Gracias a Dios que tenemos a nuestros hermanos y hermanas en la fe!

Las pandemias tienen sus raíces en la codicia humana y, por lo tanto, pueden regresar en cualquier momento y de cualquier forma. No sabemos qué destrucción podrían generar los deseos descontrolados de la humanidad, pero la Iglesia Menonita Paz y Gozo seguirá el camino hacia una comunidad de paz, donde amemos a nuestros hermanos y hermanas y pongamos a Jesús en el centro.

Las mismas preguntas que la gente plantea en Juan 4:20-23, se escuchan en la iglesia hoy día: “Nuestros antepasados adoraron aquí, pero ustedes dicen…” El lugar y el formato no son importantes. Las respuestas de Jesús son las mismas, en aquel entonces y aun ahora: “los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad”.

— Yongha Bae, secretario general de la Iglesia Menonita de Corea del Sur. Este artículo fue traducido del coreano al inglés por Hakjoon (Joe) Ko.


Correo Febrero 2023  

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