• Un saludo de parte de la Iglesia Menonita de Vietnam para el mundo.

    A lo largo de su historia, los integrantes de la Iglesia Menonita de Vietnam (VMC por su sigla en inglés) nunca han dejado de demostrar su capacidad de recuperación y su compromiso de vivir en el camino pacífico de Cristo.

    Establecida inicialmente en 1964 en Saigón (actual ciudad de Ho Chi Minh), VMC tuvo diversos períodos de esperanza, sufrimiento y posteriormente restauración. Así, tenemos un secreto para lograr esta capacidad de resiliencia; la VMC siempre enfatiza el rol de los jóvenes en el desarrollo de la iglesia. Los jóvenes son firmes en sus creencias, tienen la energía, las capacidades, y con la visión y la orientación adecuadas, pueden contribuir de una mejor manera.

    Comprendiendo esto, alentamos a los jóvenes a tomar la iniciativa, a asumir la responsabilidad y a liderar el camino. Así es como tomamos muy en cuenta el versículo de la Biblia que dice: Evita que te desprecien por ser joven; más bien debes ser un ejemplo para los creyentes en tu modo de hablar y de portarte, y en amor, fe y pureza de vida.  (1 Timoteo 4:12).

    Nosotros empezamos a hacer esto desde que la Iglesia fue establecida hace 50 años, y aun hoy en día continuamos haciéndolo.

    Cuando en 1975 la guerra entre EE.UU y Vietnam finalizó, la comunicación entre la iglesia vietnamita y la comunidad mundial menonita fue en su mayoría suspendida. Durante cuatro décadas, fuimos considerados una iglesia clandestina.

    No obstante, en 2009, la VMC recibió el estatus legal por parte del gobierno vietnamita para operar. Un poco más tarde durante ese mismo año, la Iglesia se convirtió en miembro del Congreso Mundial Menonita (CMM) en la Asamblea en Paraguay. Sabíamos que era el momento para que la Iglesia se reconectara con la comunidad menonita mundial.

    Y precisamente, una de las maneras de lograr este propósito, es través de los programas de intercambio de voluntarios para jóvenes, tales como los programas del Comité Central Menonita IVEP y YAMEN (este último tiene una de sus posiciones en conjunto con el CMM). Seleccionamos a los mejores candidatos entre los jóvenes de la Iglesia para participar durante un año de servicio voluntario en el exterior.

    Durante este año de servicio, estos jóvenes son embajadores de la Iglesia, y a su regreso, juegan un papel fundamental en la generación de amistad y colaboración entre VMC y otras congregaciones miembros del CMM.

    Estos jóvenes líderes harán buen uso de las experiencias aprendidas en su tiempo de servicio con el CMM para ayudar a fortalecer la Iglesia cuando regresen. He llegado a apreciar verdaderamente el lema del CCM: alivio, desarrollo y paz en el nombre de Cristo.

    Con esta expectativa además de dedicación, fui la tercera persona joven de Vietnam en servir con el CCM. Todos terminamos nuestros periodos de intercambio listos para compartir las grandes historias de amistad y hospitalidad vivenciadas, asimismo, listos para compartir sobre cómo la experiencia amplía las perspectivas con respecto a la comunidad anabautista a nivel mundial.

    Durante la guerra en Indochina, el CCM vino a Vietnam para hacer trabajo de ayuda en emergencia y para incidir en favor de la paz entre los EE.UU. y los vietnamitas. Después de la guerra, otras ONG`s se marcharon al mismo tiempo que las tropas estadounidenses, no obstante, el CCM permaneció para continuar el trabajo de desarrollo, ayudando de esta manera al pueblo de Vietnam. Este modelo continúa siendo aplicado en Corea del Norte, Iraq, Siria, RD del Congo así como en otras zonas en conflicto. Independientemente de las tendencias políticas o religiosas de las personas, el CCM trabaja con aquellos que están dispuestos a asociarse.

    El futuro está lleno de esperanza y expectativas, ya que los jóvenes voluntarios ayudan a la Iglesia a mantenerse conectada con la comunidad mundial menonita, además de traer nuevas oportunidades para hacer el trabajo al que Dios nos envía, tanto en Vietnam como en otros lugares.

    Un comunicado conjunto del Congreso Mundial Menonita y el Comité Central Menonita escrito por Thien Phuoc Quang Tran, hijo de un pastor de la Iglesia Menonita de Vietnam (VMC) en la ciudad de Ho Chi Minh, sur de Vietnam. Él sirvió como pasante IVEP – CMM en Naciones Unidas en la ciudad de Nueva York, EE.UU, 2017 – 2018.

    Jóvenes adultos candidatos de una iglesia miembro del Congreso Mundial Menonita (CMM) en el hemisferio sur, con conocimientos en relaciones internacionales y un compromiso fuerte con la resolución de conflictos y la construcción de paz, están invitados a aplicar para una pasantía de un año en la oficina de las Naciones Unidas del Comité Central Menonita en la ciudad de Nueva York, EE. UU. Animamos especialmente las aplicaciones de América Latina y el Caribe.

    Haga clic aquí para más información.

  • “No podemos callar nuestra historia, debemos compartirla”. Este fue el mensaje que Danang Kristiawan llevó a casa después de asistir al MERK, Congreso Menonita Europeo (CME por su sigla en español) llevado a cabo del 10 al 13 de mayo de 2018.

    La reunión de los menonitas europeos la cual se realiza cada seis años, fue más grande que nunca, con un total de 2300 personas asistentes a alguno de los segmentos del programa.

    Hubo cantos multilingües, un recuento multimedia de la historia anabautista, testimonios de numerosos países, sermones, exposiciones de arte además de actividades de sanidad.

    Representantes de diferentes generaciones, de nueve conferencias, contribuyeron con la planificación del evento. Dentro de los asistentes se incluyeron menonitas rusos-alemanes y grupos anabautistas emergentes de Italia, Reino Unido, Polonia, Lituania, Ucrania, Serbia y Albania, además de las iglesias anabautistas nacionales de Francia, Países Bajos, Suiza, Alemania, Austria, Portugal y España.

    El CME es una de las pocas posibilidades para conocer una cantidad tan significativa de anabautistas a través de las fronteras, expresó Vicky van der Linden, estudiante de Doopsgezinde Gemeente Groningen, quien se está volviendo a capacitar pasando de ser historiadora a teóloga. “Me hace sentir que soy parte de una familia más grande, que entiende y respeta las perspectivas de los demás sobre la vida así como la vida en el espíritu de Cristo”.

    Los menonitas holandeses también trajeron con ellos a cuatro jóvenes líderes de la iglesia de Indonesia, como invitados especiales al congreso.

    “Fue bueno ver que habían participantes del exterior de Europa”, dijo van der Linden. “Eso es valioso, porque ellos pueden compartir lo que han visto y escuchado en su regreso a casa”.

    El pastor de Indonesia Danang Kristiawan quien participó en el CME (Congreso Menonita Europeo) como invitado de los menonitas de Holanda conoce al teólogo Menonita Fernando Enns. Foto: Danang Kristiawan.

    Kristiawan hizo justamente eso; el primer domingo que estuvo de vuelta, dio un sermón relacionando el tema del congreso, “la trasmisión”, con el trabajo esencial del Espíritu Santo que comenzó en el Pentecostés.

    “La transmisión se necesita en dos niveles: hacia las próximas generaciones y hacia otras comunidades”, expresó Kristiawan. Este mensaje fue particularmente oportuno en Indonesia, donde un reciente bombardeo a la iglesia fue llevado a cabo por una familia. “Si los terroristas trasmiten odio y violencia, como comunidad menonita, debemos ser más serios para compartir el amor y la paz, comenzando por la familia”, argumentó el antes mencionado participante.

    A través de las discusiones de la conferencia, el CME transmitió amor y unidad en medio de la diversidad y el aprendizaje.

    “La mejor parte del CME fue ver que muy tranquilamente, los hermanos y hermanas de la familia menonita, pueden interactuar entre ellos y sentirse como una gran comunidad”, puntualizó van der Linden. “Esto ocurrió especialmente durante las comidas y durante el proyecto de los kits escolares del CCM”.

    Basado en sus experiencias en Indonesia, en donde los cristianos son minoría, Kristiawan pudo transmitir otra perspectiva en la discusión con respecto a la demostración de hospitalidad hacia los extranjeros. “La iglesia también necesita percibir nuestra identidad como invitados, invitados que ofrecen e involucran en la paz a sus anfitriones”. “La trasmisión del evangelio desde la iglesia para el mundo, a veces es obstruida por nuestra falta de sensibilidad frente al contexto en el que vivimos”, dijo este participante. “Como la iglesia, necesitamos encarnar el evangelio en nuestro cambiante contexto”.

    Van der Linden también fue inspirada por el tema de la transmisión; ella regresa a casa ansiosa, en sus palabras, “de ver si podría darle a mi fe personal un avivamiento mientras la comparto con otros”.

    —Comunicado del Congreso Mundial Menonita

  • Provengo de un lugar donde la gente es conocida como Banyamulenge. Pastoreamos ganado y vivimos en las altas montañas del Este del Congo, desde las cuales se puede ver el Lago Tanganyika.

    A lo largo de los años, mi gente se ha visto obligada a trasladarse de un área a otra en busca de praderas verdes para el ganado. Cuando los belgas gobernaban esta parte de África, vivíamos en lo que hoy se conoce como Ruanda, sin embargo, una hambruna severa nos forzó a dejar nuestras tierras y finalmente terminamos en las faldas de las montañas de Mulenge en la RD Congo.

    Después de años de vivir en paz allí, mi pueblo empezó a sentir los efectos del conflicto político y racial de la región; fuimos maltratados por nuestro trasfondo étnico. En los últimos 20 años, varios de los Banyamulenge han sido blanco de muchos asesinatos. Mi pueblo es despreciado, no deseado.

    En mi propia casa, mi padre era pastor y yo, era líder del coro de la iglesia. Me encantaba entrenar gente joven para cantar, pero un día tuve un sueño en el que Dios me habló: “Tu tiempo en esta iglesia ha llegado a su fin”. Le conté a mi padre sobre mi sueño y él me dejó ir, así que caminé hacia el pueblo más cercano y me dirigí a una iglesia menonita; de inmediato supe que este sería mi nuevo hogar. Finalmente, comencé a liderar el coro y a entrenar a los jóvenes. Fue en este contexto y entre menonitas donde aprendí la importancia del perdón y del trabajo por la paz y la reconciliación. Supe que esto sería parte de mi futuro ministerio.

    Como Banyamulege, este tiempo no fue fácil para mi, dado que mi propia gente seguía siendo maltratada; incluso mi propia vida se vió amenazada un buen número de veces.

    Aunado a lo anterior, en el 2003, mis padres fueron asesinados mientras huían dejando sus lugares de origen. Decidí que también era hora de irme, así que viajé a Burundi, lugar en el que viví por tres años en un campo de refugiados.

    Después de esto regresé al Congo por seis meses para verificar si el entorno de mi pueblo había cambiado, pero todo seguía siendo demasiado difícil, así que esta vez hui a Malawi donde otra vez tuve un espacio en un campo de refugiados.

    En Malawi, el campo de refugiados estaba lleno de conflicto y desesperanza. Incluso entre los cristianos existía mucha división y contienda. La gente de los diferentes grupos étnicos se aislaba, asimismo, la brujería era predominante.

    Entre los refugiados, empecé a ejercitar mi don como evangelista y obtuve una respuesta positiva por parte de la gente. Durante mi primer año en el campamento inicié una iglesia con un grupo pequeño de discípulos, íbamos de puerta en puerta invitando a todos a seguir a Jesús.

    A menudo compartí sobre Ezequiel, en donde el profeta habla acerca de la forma en que Dios dispersó a su pueblo entre las naciones porque lo habían abandonado, pero también les ofreció su perdón: “Les daré un nuevo corazón, y les infundiré un espíritu nuevo; les quitaré ese corazón de piedra que ahora tienen, y les pondré un corazón de carne” (36:26).

    Así que la nueva iglesia llegó a ser una reunión de corazones apacibles enfocados en las enseñanzas de Jesús acerca del perdón y el amor hacia nuestros enemigos. Nuestro mensaje era sencillo: así como Dios nos ama, debemos amarnos los unos a los otros.

    Durante ese tiempo un hombre se unió a nuestra iglesia. Él también era un refugiado proveniente del Congo, así que lo recibí en mi hogar. Después de un tiempo, me di cuenta de que él era quien había asesinado a mis padres en Congo.

    En ese momento noté que mis enseñanzas – las enseñanzas de Jesús- estaban siendo puestas a prueba. Mi deseo era ser parte de una iglesia que se tomara las escrituras en serio, y que estuviera basada en la paz y la reconciliación. Si Dios me perdonó, yo tenía que perdonar a los demás. Entonces, perdoné a este hombre por lo que le hizo a mi familia.

    Hoy, nuestra iglesia está construida sobre las bases de la paz y el amor de Cristo.

    Estamos predicando este evangelio y Dios nos está bendiciendo. Ahora hay 11 iglesias más en esta área. Me encanta lo que Dios está haciendo en este lugar; ver crecer a estas iglesias llena mi corazón de alegría.

    ¡A Dios sea la gloria!

    —Originalmente publicado por MB Mission en Witness (Invierno 2017). (Publicación utilizada con autorización).

    Este testimonio hace parte de los recursos para la adoración del Domingo de la Paz 2018. Haga clic aquí para ver más:

  • La Biblia nos cuenta historias sobre transiciones en el liderazgo: Moisés caminó con Josué y lo preparó para guiar a los israelitas; historias en el libro de Reyes, cuentan sobre aproximaciones menos sabias para la finalización de un ministerio.

    Hoy en día una transición de liderazgo saludable es más necesaria que nunca. Hay varios elementos a tener en cuenta: el llamado de Dios además de disposición y humildad para servir y ser servidos – tanto por parte del futuro líder como por parte de quienes están dejando el liderazgo.

    En su encuentro anual de líderes llevado a cabo del 24 al 26 de febrero de 2018, la Iglesia Anabautista en España (AmyHCE – Anabautistas, Menonitas y Hermanos en Cristo de España) discernió estos 10 principios de un liderazgo a la imagen de Cristo pensando en cómo desarrollarlo en la próxima generación.

    1. Tenemos que luchar con nosotros mismos para superar nuestra historia y nuestras tendencias, asimismo, volver a la vida de los primeros discípulos y de la iglesia primitiva.
    2. Es importante que conozcamos nuestros propios dones (tanto naturales como espirituales) y que estos sean reconocidos por otros, permitiendo así que los mismos se desarrollen.
    3. Es importante que seamos modelos los unos de los otros y que transmitamos el deseo y entusiasmo de servir a Dios, no como si esto fuera una carga.
    4. Es fundamental despertar la sed de Dios en los jóvenes.
    5. En el Nuevo Testamento no había pastores: no necesitamos grandes pastores sino un montón de pequeños siervos deseosos de servir a Dios.
    6. Los jóvenes necesitan recursos al desarrollar sus dones, así como escuchar a Dios y lanzarse al servicio.
    7. Los jóvenes nunca deberían caminar solos; debe haber alguien a su lado para darles seguridad, instrucción y confianza, además de ayudarles a levantar si se caen.
    8. Es mejor empezar ahora a cambiar conjuntamente, comenzando con el empoderamiento de los jóvenes que ya están involucrados en algún ministerio.
    9. El discipulado es un proceso que consiste en caminar juntos los unos con los otros así como con Jesús. Esto requiere dedicación, compromiso y comprensión de la relación (reconocimiento de la posición de cada uno así como de la sujeción).
    10. Orientación y guía es un regalo que puede ser proporcionado por gente experimentada.

    “Dialogar siempre es bueno, y más aún cuando hay un objetivo común”, indica Judit Menéndez Olalla, una joven líder que participó en el evento.

    “Los líderes con experiencia tienen aún mayor anhelo que los propios jóvenes, de que la rueda avance y el relevo de liderazgo sea una realidad. Que distintos jóvenes fuéramos invitados a participar de este retiro fue una muestra práctica de que su deseo por trabajar y servir con nosotros es real.

    “El mayor desafío no está tanto en el relevo generacional, sino en aprender a trabajar juntos”.

    —Karla Braun, Comunicado del Congreso Mundial Menonita

  • “Los miembros de mi congregación son violadores, secuestradores, asesinos y estafadores –todos lavados por la sangre de Jesús nuestro Señor”, expone el pastor Ignacio Chamorro Ramírez.

    Chamorro es el director de un programa de transformación integral y uno de los pastores de la Iglesia La Libertad en la hacinada penitenciaria nacional de Tacumbú en Paraguay –él fue alguna vez prisionero como aquellos hombres a quienes ahora sirve. La vida de Chamorro es un testimonio de la transformación por causa del Espíritu Santo.

    El hecho de pasar su juventud en las calles sin supervisión lo llevó a tomar malas decisiones. A la edad de 19 años, Chamorro fue a la cárcel durante 20 días por robo; “fue una experiencia traumática, pero no generó cambio alguno en mi vida”, comenta. Unos años más tarde, Chamorro fue encarcelado, según él mismo explica, “por un crimen que no cometí; no me cobraron por el crimen que sí había cometido”. El resentimiento y la amargura crecían en su corazón, no obstante, rechazaba cualquier invitación a la iglesia.

    Un día, fue con un amigo a estudiar matemáticas; “la persona que lideraba estaba hablando de Dios, y como yo no tenía nada más que hacer, me quedé”, resalta. “Allí, Dios tocó mi corazón; algo nuevo comenzó en mi vida”.

    Así conoció La Libertad: una iglesia dentro de una prisión. “Aprendí sobre el beneficio del discipulado… fui bautizado, y comencé a hacer por otros lo que ellos habían hecho por mí”. Cuando fue liberado, terminó la secundaria, estudió teología en el Instituto Bíblico Asunción, y ha trabajado con La Libertad desde el año 2012.

    Los reclusos en la inicua prisión de Tacumbú en Asunción participan en la Iglesia La Libertad, un ministerio de la Iglesia de los Hermanos Menonitas en Paraguay. Foto: Ignacio Chamorro Ramirez.

    Miembros de Mennoniten Brüder Gemeinde Concordia (Iglesia Concordia de los Hermanos Menonitas) comenzaron un ministerio en la cárcel en 1984. Por más de una década, el ministerio de justicia ha tenido un acuerdo con la congregación para administrar esta área con 535 de los 3290 presos de esa cárcel. Aproximadamente 130 de ellos son miembros comprometidos con la iglesia.

    El programa administrado por la iglesia al interior de la cárcel, hace énfasis en la espiritualidad y la educación. Ofrece alfabetización y programas vocacionales: “provee oportunidades para restablecer la dignidad y la libertad económica”, argumenta Chamorro, “y, lo más importante, oportunidades para crecer y desarrollar la vida de la persona en Cristo, además de continuar en el camino en paz”.

    “Dios tiene poder. Dios cambia a las personas,” afirma.

    Chamorro compartió su historia en la reunión trienal de la Fraternidad Mundial Misionera (GMF por su sigla en inglés) y de la Red de Servicio Anabautista Mundial, en Kenia en abril del 2018. El ministerio carcelario es parte del trabajo realizado por Vereinigung der Mennoniten Brüder Gemeinden Paraguays, miembro de la GMF. “Les animo a tener una iglesia dentro de una penitenciaria”, finalizó Chamorro, “es un gran honor”.

    —Karla Braun, Comunicado del Congreso Mundial Menonita

  • La Asociación Internacional de los Hermanos en Cristo (IBICA, por su sigla en inglés) es la red que articula a todas las conferencias nacionales de la Iglesia de los Hermanos en Cristo y tiene el objetivo de facilitar la comunicación, fomentar la confianza y la cooperación dentro de nuestra comunidad mundial, además, establecer una comprensión conjunta y mutua a través de nuestros valores fundamentales. IBICA, uno de los miembros asociados del CMM, tiene un número estimado de 190.000 asistentes distribuidos en 30 países alrededor del mundo, quienes representan decenas de iglesias nacionales.

    Nepal y Canadá Se Asocian Para la Paz

    El Proyecto Nepal PEACE (Proporcionando Asistencia Esencial para la Educación de los Niños) fue creado por los líderes en la Iglesia Hermanos en Cristo (HEC) de Nepal y está diseñado para funcionar dentro del sistema educativo local preexistente y las comunidades dentro de las iglesias. Las iglesias locales del HEC Nepal brindan tutoría y apoyo de mentores, y con el apoyo de las iglesias canadienses “Be In Christ” (Hermanos en Cristo), brindan útiles escolares para los estudiantes de las aldeas rurales. Los niños inscriptos en el proyecto pueden seguir formando parte de sus comunidades locales y, al mismo tiempo, acceden a apoyo con materiales escolares, aranceles escolares, uniformes escolares, tutorías, atención médica, inscripción en organizaciones religiosas locales y tutoría espiritual. Esta es una oportunidad maravillosa para que dos iglesias nacionales se conecten, se relacionen y se apoyen mutuamente.

    —Doug Sider, director ejecutivo, “Be In Christ” (Hermanos en Cristo), Canada

  • La Comunidad Internacional de los Hermanos Menonitas (ICOMB, por su sigla en inglés) está compuesta por 21 iglesias nacionales en 19 países con aproximadamente 450.000 miembros. ICOMB existe para fomentar las relaciones y los ministerios, para resaltar el testimonio y el discipulado de sus iglesias nacionales miembros – conectando, fortaleciendo y ampliando.

    Cumbre, del 3 al 5 de junio, 2018

    La posta del liderazgo pasó de David Wiebe a Rudi Plett. David le entregó a Rudi un plato dado a ICOMB del líder de la Conferencia Mundial Menonita (CMM), Larry Miller, como símbolo de la relación de ICOMB con el CMM. Rudi compartió su visión para el futuro y los delegados se reunieron para orar por él y encomendarlo.

    Resumen de lo acontecido

    Discutimos la fusión entre MB Mission y C2C. Esta nueva entidad se llamará “Multiply” (Multiplicar). ICOMB se convertirá en «la madre» (dando identidad y una familia) para las conferencias nacionales de la iglesia, mientras que Multiply será como una «partera» que ayudará a dar nacimiento a nuevas redes y conferencias.

    Hay más de 30 redes de iglesias locales en diferentes etapas de madurez y desarrollo.

    Vic Wiens recibió un nuevo mandato de MB Mission para trabajar con ICOMB. Se convertirá en Entrenador de Conferencia Emergente y apoyará a conferencias en su camino hacia la membresía de ICOMB, y ayudará a construir la red de educación / capacitación en todas las regiones.

    Elección de nuevos miembros ejecutivos de ICOMB
    Emerson Cardoso (Brasil), ex secretario de ICOMB, fue elegido presidente. Andreas Isaak (Alemania VMBB), fue elegido como secretario.

    —Rudi Plett, director ejecutivo

  • Las praderas canadienses podrían parecer un lugar difícil para vivir. Hace mucho frío en invierno. La temporada de crecimiento es corta, y las opciones de cultivo son limitadas.

    Es posible que los habitantes de las praderas de Canadá piensen que el cambio en los patrones climáticos sea algo positivo ya que, año tras año, los inviernos son más suaves de lo que recordamos. ¿Quién quiere andar en bicicleta sobre la nieve y el hielo cuando podría conducir un automóvil con calefacción? ¿Por qué deberíamos incomodarnos y preocuparnos por la Tierra?

    Los científicos están haciendo sonar las alarmas sobre el estado de la Tierra. Como quieras llamarlo, lo que sea que creas que lo causó, los científicos coinciden en que el cambio climático está ocurriendo.

    Para los cristianos anabautistas centrados en Jesús, en la comunidad y en la reconciliación, cuidar de la creación de Dios no es una acción política, sino un llamado divino.

    En nuestra adoración a Dios, prestamos atención al entorno físico donde vivimos. Le agradecemos a Dios por su trabajo creativo, y asumimos nuestra responsabilidad como mayordomos. Nuestra tarea de atender y cuidar está escrita en todo el Antiguo y Nuevo Testamento, señala Muller Nzundzi en el artículo principal (págs. 3–10).

    De igual manera, amamos a la gente, hecha a imagen de Dios, ya sea que esté cerca o lejos.

    El cambio climático hace que las personas sufran: a menudo, los más afectados son los que tienen menos recursos para adaptarse o recuperarse. El aumento de la frecuencia y la gravedad de los patrones climáticos extremos significan que las tormentas son más destructivas, las sequías duran más y las inundaciones son más severas. El resultado son casas y medios de subsistencia destruidos, hambre, desplazamiento e incluso muertes.

    Como cristianos, debemos ser conscientes de cómo nuestras acciones han afectado a nuestro prójimo -ya sea un vecino o quien esté del otro lado del mundo-, y emprender diversas acciones, grandes o pequeñas, para ayudar en vez de dañar el medio ambiente.

    En las zonas rurales de Filipinas, una organización de raíces anabautistas llamada Café por la Paz, enseña que la Tierra no necesita sufrir para que los humanos puedan ganarse la vida (12). Capacitan a campesinos para que trabajen en paz con la tierra, y en paz con sus vecinos y con Dios.

    Rebecca Froese de Alemania tiene la oportunidad de actuar a gran escala (11). Participa en el Consejo Mundial de Iglesias, y asistió a los Acuerdos de París sobre el clima para hacer un llamado a la justicia. También emprende acciones en su congregación local, tales como iniciativas solares y de reciclaje.

    De manera similar, José Antonio Vaca Bello actúa de ambas maneras en Colombia (13). Trabaja con diversos aliados para instar a la moderación y a mejores prácticas, a fin de detener la degradación ambiental a causa de la explotación de recursos en su ciudad. Pero también participa en su iglesia local, enseñando que las medidas sencillas pueden marcar una diferencia.

    Con sede en EE. UU., la Red Menonita para el Cuidado de la Creación (www.mennocreationcare.org/) proporciona recursos didácticos y litúrgicos que se pueden descargar desde su sitio web. Katharine Hayhoe, cristiana evangélica y científica climática, publica videos en YouTube y Facebook para enseñar sobre estas problemáticas. A nivel comunitario, Carole Suderman escribe consejos sobre la vida sencilla para su congregación menonita local, en Boulder, Colorado. A lo largo de más de veinte años, ha escrito unas mil sugerencias sobre prácticas domésticas, y actividades estacionales o de incidencia política. Todos estos pequeños pasos están arraigados en sus convicciones menonitas de sencillez, responsabilidad en la tarea que Dios nos encomendó y el amor por la gente.

    Es fácil sentirse desesperanzados o fatalistas cuando consideramos la complexidad de la creación de Dios, y los cambios que está sufriendo debido a las acciones humanas. Nuestro llamado a participar en el reino al revés que Jesús anunció, no nos permite no hacer nada. El Dios que nos salva nos invita también a hacer su trabajo en la Tierra.

    Karla Braun, redactora jefa de Correo y escritora para el Congreso Mundial Menonita, reside en Winnipeg, Canadá.

    Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en abril de 2018.

  • La Comunidad Internacional de los Hermanos Menonitas (ICOMB, por su sigla en inglés) está compuesta por 21 iglesias nacionales en 19 países con aproximadamente 450.000 miembros. ICOMB existe para fomentar las relaciones y los ministerios, para resaltar el testimonio y el discipulado de sus iglesias nacionales miembros – conectando, fortaleciendo y ampliando.

    Expansión y Reconciliación

    La Conferencia Hermanos Mennonitas (COBIM) celebró una conferencia en octubre. Experimentaron la presencia de Dios en sus nuevas estructuras y renovaron su compromiso a las misiones. Aquí hay una foto del pastor Reginaldo Valim dirigiendo a la iglesia en oración. Años de oración por el arrepentimiento y la renovación han resultado en un gran movimiento de Dios. La conferencia se llevó a cabo bajo el lema “Expansión y Reconciliación”. Dios está proporcionando crecimiento en COBIM. Los miembros fueron llamados a estar receptivos a esta expansión y para el trabajo de reconciliación entre las personas y Dios, y las personas y otros.

    —David Wiebe, director ejecutivo

  • La Comunidad Internacional de los Hermanos Menonitas (ICOMB, por su sigla en inglés) está compuesta por 21 iglesias nacionales en 19 países con aproximadamente 450.000 miembros. ICOMB existe para fomentar las relaciones y los ministerios, para resaltar el testimonio y el discipulado de sus iglesias nacionales miembros – conectando, fortaleciendo y ampliando.

    Angola: reunión “COMEX”, del 7 al 8 de diciembre 2017

    Dios se estaba moviendo en nuestra iglesia en Angola a través de una reunión de líderes de iglesias de todas las regiones (“COMEX”). El presidente Jean Claude Ambeke, nos informa de que se establecieron buenos líderes que guiarán a las iglesias en sus regiones. Algunos líderes fueron destituidos porque cayeron en el pecado de la corrupción (aceptar sobornos para las elecciones). Este es un momento de limpieza para nuestra conferencia hermana en Angola. Por favor oren por Jean Claude: fortaleza física, coraje frente a la oposición, sabiduría para tomar decisiones difíciles.

    —David Wiebe, director ejecutivo

  • La Comunidad Internacional de los Hermanos Menonitas (ICOMB, por su sigla en inglés) está compuesta por 21 iglesias nacionales en 19 países con aproximadamente 450.000 miembros. ICOMB existe para fomentar las relaciones y los ministerios, para resaltar el testimonio y el discipulado de sus iglesias nacionales miembros – conectando, fortaleciendo y ampliando.

    ¡Noticias!

    He informado a ICOMB que me retiraré el 30 de junio. Por favor, oren por nuestro futuro líder, estructura y finanzas.

    Sigo asombrado por el poder y la flexibilidad del Evangelio. ¡Realmente «funciona» en todas las culturas! Pero debemos tener cuidado cuando buscamos aplicarlo. La comunidad de Cristo debe hacer un pacto para vivir en amor y contextualizar el evangelio juntos.

    Ha sido una gran bendición servir a ICOMB. Me he enriquecido profundamente a través de los líderes y las iglesias de todo el mundo. Y gracias por apoyarme en la oración.

    —David Wiebe, director ejecutivo

  • La Comunidad Internacional de los Hermanos Menonitas (ICOMB, por su sigla en inglés) está compuesta por 21 iglesias nacionales en 19 países con aproximadamente 450.000 miembros. ICOMB existe para fomentar las relaciones y los ministerios, para resaltar el testimonio y el discipulado de sus iglesias nacionales miembros – conectando, fortaleciendo y ampliando.

    La reunión del Comité Ejecutivo, del 9 al 10 de febrero, fue una gran bendición. Gracias por sus oraciones. Experimentamos la alegría del Señor de muchas maneras. Refinamos nuestra declaración de misión a “Conferencias Saludables y Misionales Haciendo Discípulos”. Presentaremos esto en la Cumbre de ICOMB en junio. Esto significa que el trabajo de ICOMB continuará concentrándose en ayudar a nuestras conferencias nacionales a alcanzar su potencial, dado que las conferencias saludables brindan identidad y comunidad como base para un trabajo misionero sostenido. Le hemos pedido a Rudi Plett de Paraguay, Director Asociado de ICOMB, que considere reemplazar a David Wiebe el 1 de julio dado que él se jubilará. También hemos pedido a todos los líderes de la conferencia nacional que presenten otras nominaciones para que el ejecutivo las considere. Finalizaremos nuestra elección el 15 de abril como Ejecutivo.

    —David Wiebe, director ejecutivo