Después de esto, miré y vi una gran multitud de todas las naciones, razas, lenguas y pueblos. Estaban en pie delante del trono y delante del Cordero, y eran tantos que nadie podía contarlos. Iban vestidos de blanco y llevaban palmas en las manos. (Apocalipsis 7,9 DHH)
La primera vez que vi una película de terror fue una noche en una iglesia. Tenía unos ocho años cuando mi madre me llevó al estreno de una película cristiana sobre el libro de Apocalipsis. Esa noche casi no pude dormir. Soñé que Cristo había venido por su iglesia y que yo me quedaba para sufrir lo que sería la Gran Tribulación.
Hay diferentes miradas sobre el libro de Apocalipsis. Algunas de ellas, bastante aterradoras, infunden temor a la gente. Otras, según la opinión de algunos predicadores, utilizan este libro como una bola de cristal para descubrir el futuro y explicar los acontecimientos respecto al fin de la humanidad. Innumerables películas y libros se han nutrido de dichas maneras de entender este tipo de literatura.
Otra opción es considerar el libro de Apocalipsis como la visión de Dios para la creación. Como tal, este libro muestra la voluntad de Dios para la humanidad y nos invita a vivir nuestro presente de acuerdo con dicha voluntad. A lo largo del libro de Apocalipsis se nos pide, se nos llama a ser señales del reino de Dios aquí y ahora.
Hablando de la visión de Dios, de la invitación de Dios, la declaración de visión del Congreso Mundial Menonita (CMM) afirma:
El Congreso Mundial Menonita está llamado a ser una comunión (koinonía) de iglesias afines al anabautismo, vinculadas entre sí en una comunidad mundial de fe para fraternizar, adorar, servir y testificar.
Según nuestra visión del CMM, la adoración es uno de los propósitos de ser un solo cuerpo, de disfrutar de una comunidad mundial de fe, de ser una comunión mundial. En ese sentido, coincide con el énfasis que el libro de Apocalipsis le da a la adoración en un ámbito multicultural. La frase “de todas las naciones, razas, lenguas y pueblos”, aparece varias veces en Apocalipsis en el contexto de la adoración. En el CMM, quisiéramos ser un anticipo del futuro de Dios al ser, aquí y ahora, una comunión mundial que adora a Dios en medio de la diversidad cultural y lingüística.
El tipo de adoración ejercida en una comunidad tan diversa debe estar centrada en Jesús. Esto nos permite valorar la diversidad multicultural sin privilegiar una cultura determinada, sino otorgando el mismo valor a todas las culturas e idiomas. Dicho tipo de adoración no suprime ni ignora las diferencias. Celebra la diversidad multicultural. Esa ha sido y sigue siendo nuestra experiencia, nuestro llamado y nuestro desafío en el CMM.
Dado que la adoración es un tema tan destacado en los círculos del CMM, este número de Correo (el primero solo en formato digital) la aborda desde diferentes perspectivas. Concretamente, se refiere a los desafíos y perspectivas de varios miembros de nuestra comunión mundial cuando el COVID-19 impulsó a sus congregaciones a volver a concebir el culto comunitario, una experiencia que también enfrentamos mundialmente debido a la imposibilidad de realizar encuentros mundiales en persona.
¿El culto en línea reemplaza las liturgias presenciales? Esta y otras preguntas que surgieron a raíz de la pandemia podrían ayudarnos a continuar nuestra conversación a fin de responder al llamado de Dios a adorar multiculturalmente y, al hacerlo, dar testimonio al mundo de un Dios que celebra y hace posible la diversidad cultural.
— César García, secretario general del CMM, oriundo de Colombia, reside en Kitchener, Ontario, Canadá
Nunca nos imaginamos que la llegada de la pandemia y sus secuelas afectaran tanto nuestra vida y la vida de nuestras instituciones. La iglesia no pudo abstraerse de haber vivido una realidad llena de dificultades que, a la fecha, aún marca el rumbo de la “nueva normalidad”. Como iglesia, igual que la sociedad, debimos aprender a reinterpretar nuestra realidad para comenzar a improvisar creativamente a fin de responder a las demandas de la familia, la iglesia y la sociedad. Fue un tiempo de muchísimo aprendizaje en el camino, pero también de muchas pérdidas e incertidumbre.
La respuesta creativa frente a la pandemia
Dejamos de reunirnos por un tiempo y nuestra comunión se fortaleció, porque de forma creativa la comunión se hizo presente.
Ahora comenzamos a descubrir el poder de las comunicaciones virtuales, especialmente puestas en manos de personas jóvenes con criterios de fe bien formados, que nos ayudaron a plantar lo que al principio parecía imposible. Volver al culto en medio de la pandemia y desafiando los inconvenientes de tiempo, espacio, distancia y presencia nos acercaron asertivamente, recreando un culto que de otra manera hubiese sido imposible realizar.
No todos los hogares pudieron hacerlo, pero hubo personas que se arriesgaron y visitaron personalmente, otras a través del teléfono, etc. Los pastores menonitas se aventuraban por los caminos rurales visitando a distancia a los miembros, cuidando su distancia oraban y les leían la Palabra.
La improvisación creativa y el amor por el Señor, hicieron que muchas mentes sortearan los problemas y acercaran a las comunidades al acto de adoración al Señor. Aleluya.
¿Qué aspecto tiene el culto anabautista después de la pandemia?
Creo que el ejercicio litúrgico fue lo que más se afectó, porque la mayoría de las personas percibieron el culto a través de sus pantallas y esto creó una distancia natural entre los participantes. Hoy habrá que volver a trabajar para reconectar el tema de la comunión del Espíritu, para catalizar la fuerza de nuestras relaciones. Hay que recordar que la pandemia y sus secuelas afectaron la parte presencial del culto en la iglesia. La pandemia provocó pérdidas y nos causó dolores, pero no nos derrotó. Descubrimos que la iglesia supo expresar y vivir la resiliencia como cuerpo de Cristo.
La comunión de los santos
Aprendimos que más allá de nuestras estructuras eclesiales, existe el cuerpo de Cristo, que es quien vive la comunión de los santos. Es cierto que la pandemia nos alejó, nuestras relaciones naturales dejaron de ser, y participar de un culto era una especie de “observar a distancia”. Las iglesias que han trabajado mucho en la importancia de vivir una experiencia comunitaria más allá de las circunstancias, tuvieron mejores elementos para mantener viva la comunión.
El culto se sostiene y mantiene del Espíritu de Dios, el cual se hace presente por la sinergia que produce la conjunción de nuestra esperanza, fe y presencia, haciendo viva la comunión que trasciende tiempo, distancia y lugar. El culto trasciende nuestras barreras, porque no depende de nuestra fuerza, sino del poder de la gracia y amor de Dios, quien promueve la comunión de los santos, la comunidad de Espíritu.
Aunque no podían encontrarse o verse presencialmente, siempre supieron que no estaban solos ni solas, porque las intercesiones, oraciones y rogativas estaban presentes por el amor de una comunidad guiada por el Espíritu, que le dio sentido de comunidad al culto a distancia. La importancia de la solidaridad comunitaria, la experiencia de vivir el seguimiento a Jesús en condiciones muy difíciles fue lo más aleccionador porque nos impulsó a ser más que creativos.
Culto como expresión litúrgico-profética
El pastor Donald Munachoonga de la Iglesia de los Hermanos en Cristo de Chilenje, Zambia, predicando. Foto: Donald Munachoonga-Chilenje BIC
El culto anabautista siempre se identificó por ser un culto donde se encuentra la fe y la vida. Tuvieron muy claro la importancia del culto como encuentro entre el Dios de la vida y su pueblo. El culto siempre alimentó la esperanza y espiritualidad de un pueblo en sufrimiento. Es por ello, como sostiene el profesor Amós López: El culto siempre deberá ser una experiencia de adoración en Espíritu y en verdad. “La hora viene, y ahora es, cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad…” (Juan 4,23-24).
La adoración en espíritu y en verdad es la esencia de una espiritualidad litúrgica que sabe que es profética. Amos López sostiene que el ser humano no es una dualidad sino una unidad, “no ‘tiene’ cuerpo y espíritu, sino que ‘es’ cuerpo-espíritu y desde su totalidad se expresa y realiza, con palabras y gestos”. Por lo tanto, nuestros cultos no deben estar dirigidos al “alma” de las personas. Elaborar un culto sin que éste afirme la vida es una experiencia subjetiva que rompe con la visión profética del mismo.
El ejemplo más claro está en el mismo Señor Jesús: la resurrección se dio en su cuerpo, pero también en su espíritu, dándole un contenido liberador que transforma la realidad por muy dura que esta sea, y señala nuevos caminos y horizontes para proyectar la vida digna y en abundancia. Es por eso que sostenemos que la fuerza de nuestras relaciones es por la operación de la comunión como ministerio del Espíritu y no por la fuerza de la costumbre.
Ahora que estamos volviendo a lo presencial, las iglesias tenemos la gran oportunidad de reimaginar nuestro quehacer litúrgico-profético. El culto hoy necesita ser un espacio sanador, vivificador, un espacio que una, un espacio que nutra, un espacio que produzca esperanza. Por lo tanto, el culto nunca debe perder su dimensión litúrgico-profética; estos elementos en su contenido son los que le dan consistencia y sentido al culto. Es litúrgico porque el culto siempre apuntará con sus contenidos litúrgicos a que sea conocida la voluntad de Dios a través de su Palabra, el canto, etc. Y es profético porque siempre apuntará a dar a conocer el propósito de Dios en medio de las circunstancias. Véase al pueblo de Israel como paradigma de esto.
Culto como expresión del amor comprometido y solidario
Somos seres creados para amar, por lo que nuestras potencialidades deben encaminarse hacia la práctica del amor, de la misericordia, de la justicia. Por ello es que el profesor Jaci Maraschin entiende que el don mayor es el cuerpo propio, ya que solo a través de él podemos amar. El Apóstol Pablo, por su parte, sostiene que el mayor don al que debemos aspirar debe ser el amor, y esta afirmación se sitúa en el centro de su discurso acerca de los dones espirituales en la primera carta a la iglesia de Corinto. Aquí se presenta esa unidad indisoluble de gesto, sentido teológico y la actitud de vida que ese gesto provoca. Es decir, un culto que afirme la vida y la vida en abundancia. Si bien estuvo limitada la presencia física, el amor trasciende esa dimensión de forma creativa. Hubo muchas pérdidas, vidas, empleos, recursos, y todo esto en su conjunto afectó la vida de la comunidad. Pero, qué especial saber que en medio de la pérdida, se podía escuchar una voz, recibir un aporte, compartir una comida a distancia, como expresión de amor de Dios.
¿Qué queremos decir cuando decimos “culto”?
Sabemos que existen muchas aproximaciones al tema del culto. En nuestro caso vamos tras los pasos del profesor Nelson Kirst, quien sencillamente nos dice que el culto: Es un encuentro de la comunidad de fe con el eterno Dios de la vida. Claro, encuentro que es posible no porque la comunidad lo quiera, sino porque Dios en su gracia y amor nos lo permite. Por eso no debemos percibir el culto como una rutina religiosa establecida. El culto como encuentro debe ser preparado, anhelado, deseado y disfrutado por una comunidad que sabe que se encontrará con el Dios de la vida y éste con su comunidad. Es por eso que establecemos tiempos, ritmos, espacios, para el encuentro. Además, se encuentra la comunidad con la misma comunidad.
Encuentro que tiene lugar y sentido, no porque al abrir el templo Dios está sentado arriba esperando, sino porque cada uno de los participantes trae consigo mismo la presencia del Espíritu de Cristo, quienes al encontrarse hacen posible entonces que el Espíritu se haga presente, bendiciendo, sanando, perdonando, transformando. Es decir, el culto comienza en la casa.
Somos responsables de la preparación del encuentro con Dios, con todo nuestro corazón, toda nuestra creatividad, toda nuestra disposición y todos los dones que nos ha dado para ponernos al servicio de los demás. El culto es de la comunidad de fe. Es por eso que vemos que este encuentro no es responsabilidad solo del pastor, o los músicos, o los encargados. Es responsabilidad de toda la comunidad de fe. El culto es parte vital de sus vidas y afectará la visión de su experiencia cotidiana.
El carácter específico de un culto
Bailarines litúrgicos de JKI en la Asamblea 17, en Indonesia. Foto: Tiz Brotosudarmo
Cada culto tiene sus propias características.
Las lecturas bíblicas propuestas para el culto son el eje que le da orientación a la forma litúrgica, porque es la palabra de Dios la que orienta los contenidos del culto.
En los cultos de hoy, el canto y la música son un 65% del contenido del culto. Además, ya vimos que la música y el canto están al servicio de la naturaleza del culto. Por lo tanto, los miembros de los grupos musicales, directores o ministros de alabanza deben saber que el culto no les pertenece a ellos, sino a la iglesia como comunidad de fe. Y que ellos y ellas están al servicio de las necesidades reales y sentidas de la comunidad. Deben recordar que los cantos son teología hecha música y, por lo tanto, estos cantos afirman verdades y principios que sustentan la fe.
El culto debe ser inspiración para el servicio. Por eso es importante la dedicación, terminar el culto con una nota propia como, “Sí envíame a mí”, todos y todas dispuestos a servir solidariamente a la iglesia del Señor.
En fin, el culto nos debe perfeccionar para adquirir una forma de ser como Jesús, quien vino a servir y no a ser servido.
Conclusión
Lo que nos ocurrió durante la pandemia nos dejó grandes lecciones que debemos atesorar. La pandemia fue una especie de lección escatológica para una iglesia acomodada.
Es a través de la pandemia que hemos aprendido a percibir que la iglesia debe estar atenta, alerta y dispuesta a acomodarse al signo de los tiempos; y debe romper con las zonas de confort, para poder responder a una población que estuvo sufriendo, esperando, confiando y resistiendo en el nombre de Jesús, y seguir animando la vida y la fe del pueblo.
La iglesia aprendió que es vulnerable, y que necesitamos siempre de la gracia, amor y bendición de Dios. Que nuestras expresiones siempre deberán ser expresiones de humildad que rompan con toda la jactancia de vernos como una superpotencia. Siempre debe ser una iglesia que sabe que se sostiene en la gracia y amor de Dios.
Aprendimos también a ser altamente creativos e improvisar cuando hubo que hacerlo. Por lo tanto, esto nos ha enseñado que los modelos fijos o rígidos en un momento dado, tienen que ceder porque las circunstancias demandan otra cosa.
Que Dios siga orientando nuestros pasos y que su gracia y amor no nos falte nunca.
‚ÄîJosé Rafael Escobar Rosal
Notas bibliográficas sobre los autores mencionados en el trabajo:
Amós López Rubio, Doctor en teología por el Instituto Universitario ISEDET, Buenos Aires y pastor de la Fraternidad de Iglesias Bautistas de Cuba (FIBAC).
Nelson Kirst, Doctor en teología y autor del libro Culto Cristiano. Historia, teología y formas. Serie Colmenas.
Jaci C. Maracshin, fue profesor emérito de la Universidad Metodista de San Pablo y autor del libro, La Belleza de la santidad.
César A. Henríquez, M.Lic. en teología por el Seminario Evangélico Asociado y en el área de Biblia en la Universidad Bíblica Latinoamericana. Pastor ordenado de la Iglesia Evangélica Libre de Venezuela.
En 2023, siendo una familia mundial de fe unida, quisiéramos ofrecerles más oportunidades para relacionarse con iglesias afines a los anabautistas de todo el mundo.
Correo les llegará cuatro veces en 2023:
Los lectores recibirán los números de abril y octubre impresos o por correo electrónico, según las preferencias de suscripción.
Sin embargo, los nuevos números de febrero y julio solo estarán disponibles electrónicamente.
Si aún no reciben la notificación electrónica de Correo, visiten mwc-cmm.org/publicacioneselectrónicas para asegurarse de recibir las noticias cuando estén disponibles los números en formato electrónico.
Todos los números de Correo se pueden ver también en nuestro sitio web: mwc-cmm.org/correo
Ellos convertirán sus espadas en arados y sus lanzas en hoces. Ningún pueblo volverá a tomar las armas contra otro ni a recibir instrucción para la guerra. (Isaías 2 :4)
Los cristianos están llamados a la oración y la defensa de la paz. En un contexto global donde abundan la guerra y la violencia, la práctica de la paz se ha vuelto aún más urgente.
La guerra en Ucrania ha entrado en su segundo año; simultáneamente hay una escalada de violencia en Palestina; ejercicios militares continuos que amenazan la paz en la península de Corea; violencia estatal en Myanmar; una situación frágil en Etiopía; y guerra en otras varias partes del mundo.
Las comuniones cristianas mundiales, incluyendo al Congreso Mundial Menonita, están organizando una Oración por la Paz Mundial el 22 de marzo del 2023 a las 14:00 UTC.
“Como anabautistas, la construcción de paz es una de nuestras convicciones básicas. Nos unimos con gratitud a este evento ecuménico para orar al Príncipe de la Paz por valentía para enfrentar la violencia con shalom”, afirma César García, secretario general del CMM.
Habrá interpretación disponible en español, francés, alemán, indonesio, coreano, portugués y ucraniano.
El año pasado, la Conferencia de Iglesias Europeas, la Alianza Bautista Mundial, la Federación Luterana Mundial, el Congreso Mundial Menonita, el Consejo Metodista Mundial y la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas organizaron una oración mundial por la paz virtualmente el 2 de marzo del 2022. A ella asistieron más de 5 000 personas de unos 150 países diferentes.
El Espíritu de Jesús nos llena de poder para confiar en Dios en todos los aspectos de la vida, de manera que lleguemos a ser hacedores de paz que renunciamos a la violencia, amamos a nuestros enemigos, procuramos justicia, y compartimos nuestras posesiones con los necesitados.
con motivo del primer aniversario de la guerra de agresión del gobierno ruso contra el pueblo de Ucrania
24 Febrero 2023
La guerra causa un sufrimiento interminable.
A nivel local, las personas experimentan violencia armada, violaciones, muerte y desplazamiento.
Regionalmente, el uso de minas, equipos pesados y ataques a la industria pesada contaminan los hábitats de las generaciones futuras.
A nivel mundial, la inflación y el aumento de los precios de los alimentos se suman a las dificultades de los afectados por otros conflictos, guerras y por el cambio climático.
En memoria de todos los afectados directa e indirectamente por esta guerra, que es contraria al derecho internacional, oramos:
“Líbranos del maligno”
“Deja esa mala vida que llevas. ¿Por qué habrás de morir?” (Ezequiel 33:11)
“Líbranos del maligno” (Mateo 6 :13)
Dios de la paz justa,
acudimos a ti con nuestras preocupaciones, nuestros miedos y nuestra impotencia ante la destrucción, el desplazamiento, las violaciones, los asesinatos en Ucrania.
“Líbranos del maligno”
Dios de la paz justa,
oramos por todas las personas de Ucrania y Rusia, incluidas las que están huyendo de la guerra. Que no desesperen y que podamos ayudarlos en lo que sea posible.
“Líbranos del maligno”
Dios de la paz justa,
oramos por todas las comunidades cristianas en Ucrania y Rusia.
¡Hazlos mensajeros e instrumentos de tu paz, no de guerra!
Que su luz y testimonio brillen en la oscuridad.
“Líbranos del maligno”
Dios de la paz justa,
oramos por todos aquellos que, en medio de la guerra, atestiguan y recorren con valentía el camino de la no violencia.
Fortalécelos y protégelos, y permítenos ayudar en lo que podamos.
“Líbranos del maligno”
Dios de la paz justa,
oramos por todos aquellos que se niegan a ir a la guerra.
Que puedan encontrar refugio y que logremos ayudar en lo que podamos.
“Líbranos del maligno”
Dios de la paz justa,
oramos por todos aquellos que ahora sienten que deben luchar con las armas, voluntariamente, tentados, forzados o incluso sin saberlo.
Mantente cerca de ellos en sus miedos y en su muerte o en su regreso, heridos en cuerpo y alma.
“Líbranos del maligno”
Dios de la paz justa,
oramos por los que están en el poder en Ucrania y Rusia.
Que puedan buscar y encontrar formas no violentas de silenciar las armas. – y que logremos ayudar donde podamos.
“Líbranos del maligno”
Dios de la paz justa, oramos por los que gobiernan aquí y en todos los países.
Que busquen y encuentren formas no violentas de silenciar las armas. – y que logremos ayudar donde podamos.
“Líbranos del maligno”
Dios de la paz justa,
oramos por nosotros mismos.
Que no nos desviemos volviéndonos parte de una lógica de odio y violencia, “Que no caigamos en tentación”, sino “líbranos del mal”.
Te lo pedimos en el nombre de Jesús, a quien seguimos por el camino de la paz justa.
Amén.
— Enviado por la Junta de la Asociación de Congregaciones Menonitas de Alemania en vísperas del aniversario del 2023
Únase a la Oración ecuménica por la Paz Mundial el 22 de marzo del 2023 a las 14:00 UTC.
Dos miembros de cada región continental se eligen del Concilio General para conformar el Comité Ejecutivo, que se reúne anualmente. El presidente y el vicepresidente también son elegidos por el Concilio. El tesorero y el secretario general también son miembros del Comité Ejecutivo.
Conozca al tesorero Sunoko Lin, nombrado en 2018.
¿Qué significa para el CMM que sea una “comunión” de iglesias?
El CMM es un lugar de encuentro para que las iglesias miembros se apoyen y fortalezcan mutuamente compartiendo recursos entre sí.
¿Qué espera que el CMM logre o sea en los próximos años?
Nuestras iglesias miembros han estado creciendo constantemente a medida que las comunidades de fe adoptan la teología anabautista y las prácticas de la no violencia, el servicio y el sentido de comunidad. Tengo la esperanza de que el CMM pueda extenderse más allá de las tradicionales iglesias menonitas y de los Hermanos.
En segundo lugar, espero que la Cumbre Mundial de la Juventud del CMM desempeñe un papel más activo en el reclutamiento de jóvenes líderes y el desarrollo de iniciativas que enfrenten los desafíos actuales, como la justicia económica, el racismo y la sostenibilidad climática. Que el CMM también cree un espacio para que ellos colaboren en el desarrollo de estrategias y planes de acción.
¿Tiene ideas para compartir con la familia mundial fruto de alguna de sus lecturas?
Me sentí identificado con la siguiente afirmación en una encuesta realizada por una firma consultora, EY: “La generación Z quisiera hacer cambios para sus familias, amistades y comunidades, no solo hoy, sino para las generaciones venideras”.
A menudo decimos, “Los jóvenes y los jóvenes adultos son el futuro de la iglesia”. Es necesario que esto cambie.
Debemos escuchar activamente el clamor de nuestros jóvenes y jóvenes adultos. Quisieran marcar la diferencia en el mundo hoy día. Tabajemos codo a codo con ellos.
¿Cómo sirve a su congregación local?
Me desempeño como pastor principal voluntario en la Iglesia Maranatha Christian Fellowship ubicada en Reseda, un suburbio de Los Ángeles, California, EE.UU.
Además de servir a la iglesia, también me dedico al mercado, trabajando como director financiero de una compañía de aviación. Esto me permite compartir mi fe con no cristianos. El mensaje del evangelio se vuelve más relevante a medida que el mundo está presenciando una decadencia moral.
¿Cuál es su formación profesional?
Soy contador público certificado. También recibí formación teológica en el Seminario Teológico Fuller.
¿Cómo ora por la iglesia mundial?
Info, el boletín mensual del CMM y la revista Correo son buenos recursos para mantenerme informado sobre nuestra iglesia mundial. Lo que leo de las noticias, lo incluyo en mi oración matutina.
Como miembros directivos, a menudo recibimos un pedido de oración urgente. Si ocurre durante nuestras reuniones, lo incluimos en nuestras oraciones. Nos preocupamos por el bienestar de nuestros miembros.
Como enseña el apóstol Pablo en 1 Corintios 12,26: “Si una parte sufre, todas las partes sufren con ella”.
Practica lo que predicas: Educación y conversación sobre el clima en la Iglesia
Miércoles, 1 de marzo 2023
Seminario web
08:00–10:00 CST (Winnipeg)
15:00–17:00 CET (Amsterdam)
22:00–00:00 PhST (Manila)
¿Qué necesitamos saber y cómo podemos involucrarnos en el trabajo por la justicia climática?
Te invitamos a unirte a la Red Global Anabautista de Paz en otro webinar. Allí, Rebecca Froese nos ayudará a profundizar nuestra comprensión de las cuestiones climáticas y Sandy Plett nos guiará para encontrar formas de hablar de la justicia climática en nuestras congregaciones y organizaciones.
Rebecca Froese es experta en «investigación socioecológica sobre la paz y los conflictos», tema de su doctorado. Ocupa un puesto de posdoctorado en el Centro de Investigación Interdisciplinaria sobre Sostenibilidad de la Universidad de Münster en Alemania.
Sandy Plett es la nueva Coordinadora de Acción por el Clima de la Iglesia Menonita de Canadá.
“La belleza de escuchar las historias de la iglesia mundial es inmensa”, expresa José Arrais. “Somos todos tan diversos, con trasfondos tan complejos, con dinámicas tan únicas entre las regiones, que cada historia es una inspiración original de la que todos podemos aprender”.
Los que habitan cerca de Fraser Valley, Columbia Británica, Canadá, y cualquier persona de alrededor del mundo con una conexión a Internet, pueden aprender de estas historias el 25 de marzo del 2023 en el marco del evento de Renovación 2023.
Renovación 2028 constituye un conjunto de eventos a lo largo de diez años, para conmemorar el quincentenario de los comienzos del movimiento anabautista.
“Aprenda más sobre el Congreso Mundial Menonita, cante canciones de la iglesia global, escuche testimonios de esperanza de diferentes países y únase en oración por los hermanos y hermanas en la fe de alrededor del mundo”, invita John Roth, secretario de la Comisión de Fe y Vida y co-organizador del evento.
José Arrais
José Arrais es uno de los ponentes. Especialista en comunicaciones de negocios y ventas internacionales, se desempeñó como presidente de la Associação dos Irmãos Menonitas de Portugal (la iglesia de los Hermanos Menonitas de Portugal) de 2013 al 2020. En 2021, fue elegido Coordinador Europeo de las Conferencias Menonitas y, junto con ese cargo, se desempeña como representante regional del Congreso Mundial Menonita para Europa.
“Proviniendo de Europa, donde comenzó el movimiento anabautista hace 500 años, siento que la historia ha sido extremadamente rica e inspiradora y que realmente impactó a muchas capas de la sociedad”, afirma. Con la guerra actual en Ucrania, “más que nunca es relevante ver el movimiento anabautista haciendo impacto en todo nuestro alrededor…: con solidaridad hacia los que están sufriendo (también en otras zonas en conflicto), defendiendo a las minorías, brindando un diálogo fructífero entre otras confesiones de fe”, explica José Arrais.
Tigist Tesfaye
“A medida que recordamos el fundamento de la verdad que está establecido en la Biblia, siempre se elimina cualquier impureza en nuestra doctrina debido a la ideología gobernante de este mundo y también nos ayuda a revivir de regreso a nuestro origen”, declara Tigist Tesfaye, otra oradora en el evento. Consejera y entrenadora de jóvenes en la Iglesia (menonita) Meserete Kristos en Addis Abeba, Etiopía, es directora gerente de The Spark Valley, una organización que empodera a los jóvenes para que participen de manera significativa en las esferas cívica, social y cultural.
“Es una gran oportunidad para nuestra renovación como iglesia y como cuerpo de Cristo cuando nos reunimos para celebrar y recordar nuestro fundamento”, expresa Tigist Tesfaye.
También están programados para hablar Amos Chin de la Iglesia Bíblica Misionera, Birmania; Cynthia Dück, Asociación Hermanos Menonitas (iglesia nacional de los Hermanos Menonitas), Paraguay; (en espera de la aprobación de la visa) y Ashley Rempel, Iglesia Menonita de Canadá.
Los invitados del Congreso Mundial Menonita de todo el mundo predicarán en congregaciones locales en toda la región al día siguiente, seguido de una semana de reuniones con el Comité Ejecutivo.
Presentando a la familia global:
Vereinigung der Menoniten Brudergemein von Bavaria (VMBB)
Conferencia de ICOMB
Aquí hay alguna información sobre la iglesia en Burghausen, Baviera (VMBB).
La iglesia va bien. Disfrutando de un periodo de tranquilidad y crecimiento. Desde que comenzó la guerra en Ucrania, muchos refugiados han llegado a Alemania. Hemos podido atender a algunos de ellos, y unos 20-25 refugiados se unen a nosotros en los servicios de la iglesia. Podemos traducir el culto a su idioma gracias a ucranianos que ya llevan varios años viviendo en Alemania. Algunos de ellos han aceptado a Cristo y están interesados en bautizarse este año. En el otoño de 2022, también empezamos un grupo de compañerismo en casa con ellos. Queremos comenzar una clase de discipulado de bautismo en la primavera. Por favor oren por estas personas.
Tenemos ahora un número de niños de diferentes culturas en la iglesia (Ucrania, Eritrea, Nigeria, Etiopía y Brasil). Oremos por más maestros de escuela dominical y por la capacidad de satisfacer sus necesidades.
Planeamos un campamento para niños, un campamento para jóvenes y un campamento para jóvenes este verano.
Oremos por la buena preparación y formación de los jóvenes líderes. También por todos los niños que participarán en los campamentos.
Saludos desde Baviera, —Andreas Isaak, Noticias ICOMB
La Comunidad Internacional de Hermanos Menonitas (ICOMB) está compuesta por 22 iglesias nacionales en 19 países. ICOMB también tiene miembros asociados en más de 20 países, y todos se encuentran en diferentes puntos del camino hacia la afiliación plena. ICOMB existe para facilitar relaciones y ministerios para mejorar el testimonio y el discipulado de sus iglesias nacionales miembro – conectando, fortaleciendo y expandiendo.
Sunday morning
Rut es el único libro en el canon bíblico que lleva el nombre de una mujer extranjera. El libro se centra en Rut, una moabita, y en su suegra Noemí, quienes regresan a la tierra de Judá. En los primeros cinco versículos de este libro, se pueden encontrar calamidades, desplazamientos, esterilidad, muerte y supervivencia. Comienza con una hambruna en Belén, una crisis que obligó a Noemí, a su esposo Elimelec y a sus hijos a emigrar a Moab. Luego, los hijos de Noemí tomaron esposas moabitas. Según cuenta la historia, los tres hombres de la familia murieron en dicha tierra extranjera. Sobrevivieron tres mujeres: una madre israelita y dos nueras moabitas.
Nuestra familia anabautista mundial también enfrenta estas dificultades hoy en día. La pandemia de COVID-19 nos obligó a posponer la Asamblea del CMM en Indonesia. Estos últimos dos años, hemos sido testigos del horror de la muerte a causa del virus furioso, un horror cuyo final no podemos visualizar hasta el día de hoy. Durante los picos de la pandemia, nos enterábamos de muertes todos los días. Ciertamente, contamos con buenas vacunas, pero el problema no ha terminado. Todavía se producen nuevos brotes en diferentes países, los cuales provocan escasez de alimentos y necesidades diarias. El virus nos separó de nuestros seres queridos y nos aisló unos de otros.
En el libro de Rut, las tres mujeres vulnerables y privadas de sus derechos están en las fronteras de tierras extrañas, paradas en la zona fronteriza entre Moab e Israel. Moab sigue siendo una tierra extraña para Noemí, por lo que decide volver a Belén. Pero la tierra de Judá es una tierra extraña para Orfa y Rut. Estas viudas sin hijos no pueden saber si encontrarán un lugar seguro, o un hogar en una nueva tierra.
Noemí les advierte a sus nueras que no la sigan a Belén. Ellas deben regresar a su tierra natal para encontrar maridos. Orfa cedió ante Noemí y se despide de su suegra con un beso. Rut, sin embargo, persiste en seguir a Noemí dondequiera que ella vaya.
Noemí, Orfa y Rut somos todos nosotros. Actualmente, muchas personas viven como estas viudas vulnerables. EstEl compromiso de Rut con su suegra se describe de manera asombrosa: Rut se aferra a Noemí (1,15). El verbo hebreo (dâvaq) expresa el compromiso más profundo de Rut. La misma palabra se puede encontrar en Génesis 2:24 para describir la unión de un hombre con una mujer en matrimonio. Al dejar a su padre ya su madre, el esposo se une a su esposa y los dos se vuelven una sola carne. Rut elige así ser “una sola carne” con su suegra por encima de su familia de origen. Al aventurarse a una tierra extraña y a un pueblo desconocido, Rute libro describe ampliamente los problemas compartidos por nuestra familia anabautista: mujeres y niños que viven sometidos al trauma de la violencia doméstica, los terribles efectos del cambio climático, las hostilidades hacia los inmigrantes, la injusticia hacia las personas con discapacidades o hacia quienes son minorías de género, y las consecuencias del colonialismo. Al concluir la Asamblea de Indonesia 2022, estaremos listos para partir de la isla de Java. Pero, ¿adónde volveremos?
El regreso de Noemí con su nuera Rut no es solo una historia sobre la supervivencia de dos mujeres de poco valor. De hecho, esta historia puede verse como una de las más grandes historias de reconciliación de la historia humana. En la Biblia, la historia de Moab y los moabitas está llena de escándalos y malicia. Para los israelitas, los moabitas eran paganos hostiles y, por lo tanto, tenían prohibido ingresar a las reuniones religiosas de Israel, incluso hasta la décima generación. Las esposas extranjeras podían ser expulsadas de entre los israelitas según los libros de Esdras y Nehemías.
Sin embargo, el libro de Rut presenta una historia diferente. Eunny P. Lee, biblista, opina que Rut ofrece “una visión alternativa de una comunidad solidaria”. Moab es, por lo tanto, “un espacio teológicamente evocador, el límite de la tierra prometida”, un espacio liminar donde “tienen lugar las negociaciones culturales y la (re) construcción de la identidad”. Para Noemí, regresar a su lugar de origen implica una negociación de su identidad y destino. Junto a su nuera Rut, una viuda estéril de Moab, el desafío podría ser más intenso. El compromiso de Rut de seguir a Noemí muestra la valentía profunda para romper los límites de etnicidad y raza, nacionalidad, religión y edad. La reconciliación no puede lograrse cuando no existe el compromiso de traspasar fronteras.
El compromiso de Rut con su suegra se describe de manera asombrosa: Rut se aferra a Noemí (1,15). El verbo hebreo (dâvaq) expresa el compromiso más profundo de Rut. La misma palabra se puede encontrar en Génesis 2:24 para describir la unión de un hombre con una mujer en matrimonio. Al dejar a su padre ya su madre, el esposo se une a su esposa y los dos se vuelven una sola carne. Rut elige así ser “una sola carne” con su suegra por encima de su familia de origen. Al aventurarse a una tierra extraña y a un pueblo desconocido, Rut rechaza el estatus de mujer de poco valor basada en la definición patriarcal heterosexista de la familia y la maternidad.
Pero hay más en esta historia. Este vínculo poco convencional entre dos mujeres se da entre suegra y nuera, una relación que a menudo se caracteriza por la tensión y la rivalidad en muchas culturas. En algunas culturas asiáticas, esta relación puede ser francamente opresiva. Las primeras palabras de Rut demuestran su carácter independiente: una mujer marginada que muestra fidelidad y solidaridad con otra mujer. Si la fidelidad y la solidaridad están presentes entre nosotros, la semilla de la reconciliación se ha sembrado en medio de nosotros.
Al concluir la Asamblea de Indonesia 2022, ¿adónde irá nuestra familia anabautista mundial?
Sí, debemos seguir a Jesús superando las barreras creadas por las estructuras humanas que nos separan de nuestros vecinos. Recuerdo un evento en mi adolescencia, a través del cual fui llamado al ministerio de la Palabra. En 1993, David W. Shenk de Eastern Mennonite Mission visitó mi iglesia local GKMI Kudus y dio un mensaje. En el pasado, el cristianismo se extendía de Occidente a Oriente. Hoy, la misión ha cambiado de rumbo. Occidente, dijo Shenk, también necesita misioneros de Oriente, rompiendo así las barreras entre Occidente y Oriente.
El viejo paradigma de la misión cristiana, centrado en la evangelización y la fundación de iglesias, no puede ser suficiente. Difundir el evangelio no debe significar simplemente ofrecer las buenas noticias a los no creyentes. La meta de la misión cristiana debe ser vivir plenamente en una nueva familia, un parentesco en el que se pueda experimentar la presencia bondadosa de Dios en todos y entre todos. En los evangelios, esto se llama el reino de Dios. De hecho, en Cristo encontramos nuevos hermanos y hermanas de todo el mundo. Somos todos amados por el Señor y, como lo expresa el pastor Saptojo Adi de GITJ en un himno, nos reunimos “ya sea del Occidente o del Oriente”. Como tal, vivir en una nueva familia debe animarnos a revisar nuestro ministerio. El ministerio debe significar un compromiso de vivir plenamente las buenas noticias con aquellos marginados del poder.
Hoy en día, no solo estamos llamados a celebrar juntos nuestra fe, sino a desmantelar las prolongadas consecuencias del colonialismo occidental, resultado de la doctrina del descubrimiento de las Américas, la imposición de la esclavitud a los pueblos de África y los genocidios de los pueblos indígenas. Hoy en día, la migración a tierras extranjeras debido al cambio climático, la guerra y la pobreza está presente en muchas partes del mundo. Dichos inmigrantes son vulnerables a los nuevos entornos. A menudo, se enfrentan a la intolerancia y la hostilidad atroz del país de acogida mientras intentan asimilarse a nuevos contextos y culturas. Hoy en día, los jóvenes que unen esfuerzos nos desafían, creando conciencia global sobre la crisis climática. Según Rebecca Osiro, vicepresidenta del CMM, en Kenia los jóvenes de las congregaciones locales saben que el cuidado de la creación debe comenzar con ellos.
Hoy en día, las mujeres siguen viviendo en una sociedad altamente patriarcal y sexista. En tanto las sobrevivientes de abuso sexual denuncian valientemente la falsedad e hipocresía de los líderes religiosos, estrellas del entretenimiento, héroes del deporte y políticos, tenemos el desafío de alzar la voz junto con dichas sobrevivientes. Debemos revisar nuestro discipulado a través de la “sabiduría de las mujeres” en su lucha diaria, “en la lucha”, según Elizabeth Soto Albrecht. “A través de la mirada de la mujer”, escribe el teólogo Darryl W. Stephens, “se nos recuerda que lo personal es político, que la pacificación pertenece tanto al hogar como a la guerra y que las buenas noticias de Jesucristo no proclaman ni sufrimiento ni docilidad sino liberación y justicia”.
Hermanos y hermanas en Cristo, mientras esperamos con interés la próxima Asamblea General en Etiopía 2027, sigamos juntos a Jesús. Proclamemos el evangelio de la paz liberadora, derribando las barreras y traspasando las fronteras establecidas por los poderes injustos para aislarnos unos de otros. Que encontremos un hogar dondequiera que la luz de Cristo nos lleve, un hogar compartido con aquellos que el mundo considera de poco valor. Amén.
‚Äî‚ÄØNindyo Sasongko, docente de la Universidad de Fordham, teólogo residente de la Fraternidad Menonita de Manhattan y miembro del Grupo de Trabajo para el Cuidado de la Creación del CMM. Oriundo de Indonesia, se desempeñó como ministro de Gereja Muria Kristen Indonesia (GKMI).
“Sabemos que somos parte de una comunidad más grande, pero compartir este domingo nos lleva a vivirlo de manera concreta”, dice Sylvain Lavoué, vicepresidente de la junta directiva de la Église Protestante Mennonite (Iglesia Protestante Menonita), Villeneuve le Comte, Francia. La iglesia celebró el Domingo de la Fraternidad utilizando los testimonies y videos del recurso para el tiempo de adoración proporcionado por el Congreso Mundial Menonita.
“Escuchar los versículos de la Biblia leídos por nuestros hermanos y hermanas en Burkina Faso fue rico en emociones. Era como si estuviesen asistiendo a la celebración con nosotros”, Veronique Lavoué, Église Protestante Mennonite (Iglesia Protestante Menonita).
Foto: Église Protestante Mennonite creó un tejido trenzado con telas en el taller mensual Ecocreatif de los sábados. Los congregados de 6 a 62 años formaron la palabra “esperance” (esperanza) para decorar el edificio de la iglesia. “A través de esta tarea, los participantes del taller se sintieron más involucrados en el culto. Siempre es un desafío involucrar a los niños para que se sientan parte de la iglesia mundial”, expresa Veronique Lavoué.
“Agradecemos al CMM por guiarnos en la maravillosa y bendecida celebración del Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial. Esto seguramente nos ha unido y animado a crecer como una familia anabautista mundial”, afirma Ashish Milap, pastor de Bethel Mennonite Church, Balodgahan, India.
En Bethel Mennonite, el culto dominical celebró el cumpleaños de la iglesia anabautista-menonita. Traducido al hindi, “How Mennonites came to be” (Cómo surgieron los menonitas), se compartieron testimonios y oraciones del paquete para el tiempo de adoración, junto con canciones de la Asamblea.
Ashish Milap, parte del coro internacional de Indonesia, eligió las canciones más sencillas. “Agradezco al coro de mi iglesia que con mucho trabajo el sábado aprendió canciones en diferentes idiomas para enseñarlas a la congregación el domingo”: “Cantai ao Senhor” en portugués, “Siyahamba” om Xhosa; “Dalam Jesus Kita Bersaudara” en indonesio y “Kwake Yesu nasimama” en swahili. “Los miembros de la iglesia dijeron que disfrutaron aprender y cantar canciones nuevas en diferentes idiomas”.
Foto: Bethel Mennonite Church, Balodgahan India
Unas 3.000 personas de seis congregaciones de IEIMA en Cafunfo, Angola, se reunieron para celebrar juntas el Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial. Nueve pastores de toda la provincia fueron ordenados durante el culto. “El Señor fue glorificado por medio de las canciones, testimonios y ofrendas”, comenta Daniel Canganguela, dirigente que preside de la Iglesia Evangélica de los hermanos Menonitas en Angola (IEIMA).
Foto: El Presidente de la Comisión de Ordenación, el Rev. Antônio Panzo (izquierda) entrega el certificado al nuevo ordenado Andre Mukanishi (derecha).
Celebrar el Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial es muy importante porque nos vuelve a conectar desde nuestras bases como una iglesia relacionada con el anabautismo”, señala el Rev. Ndaba Nyathi, pastor en la Iglesia Central de los Hermanos en Cristo en Bulawayo. “La iglesia disfrutó todo el programa de orar unos por otros y animarse mutuamente en los desafíos sociales y espirituales. Nuestra fe de estar en una familia mundial se refresca a través de la Palabra y los puntos de oración.
La reunión de 2003 aún se recuerda por la aceptación mutua de hermanos, incluso de diferentes culturas y colores. Dejó el mensaje de amor y paz entre los Hermanos en Cristo. La oración y la adoración juntos trajeron un avivamiento”.
Foto: Iglesia Central de los Hermanos en Cristo en Bulawayo
Iglesia Del Dios Viviente Rama, parte de la Convención Menonita de Nicaragua, celebró el 498 aniversario del movimiento anabautista con los materiales para el tiempo de adoración del Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial.
Iglesia Del Dios Viviente Rama, Nicaragua
Los pines en el mapa representan a las congregaciones que celebran el Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial. ¿Falta su iglesia? Comuníquelo a: info@mwc-cmm.org.
En África, cuando hablamos de celebrar, desplegamos una alegría vigorosa y libre, cantos bulliciosos y sinceros, bailes animados al son de la música y de los tambores, ululando, silbando, zapateando y batiendo palmas. ¡La celebración significa un corazón alegre! Celebramos cuando hay amor, alegría, paz y felicidad.
En el sur de África tenemos un concepto llamado Ubuntu, que quiere decir: “Soy porque tú eres… una persona es una persona debido a otras personas”. Este concepto abarca todo tipo de valores tales como el amor, el respeto, la unión, el perdón y la bondad, entre otros. Creo que el concepto de Ubuntu es muy afin al cristianismo, porque dice: “Así pues, hagan ustedes con los demás como quieran que los demás hagan con ustedes” (Mateo 7,12a, DHH). Al fin y al cabo, este es el camino de Jesús.
Habiendo dicho eso, Ubuntu no siempre funciona a la perfección. Vivimos en un planeta enfermo, donde las personas están quebrantadas, dolidas y abatidas como individuos, como familias, como iglesia y comunidades; también como naciones y de manera global. El amor, la paz y la alegría están muy lejos de muchos de nosotros en una sociedad llena de dolor. Las contiendas abundan dentro y fuera. Hay una gran necesidad de reconstruir las relaciones destruidas.
La historia del hijo pródigo siempre ha sido una excelente ilustración de cómo abandonamos el consuelo de la bondad de Dios y seguimos nuestro propio camino según lo que nos indique nuestro corazón. Cuando chocamos contra una pared tras otra y empezamos a sufrir, entonces entramos en razón con la intención de volver a casa, procurando el perdón y la reconciliación. Y en definitiva, nuestro amoroso Padre, siempre espera sacrificar un ternero engordado y convocar a la celebración y al júbilo.
Quisiera compartir un testimonio, que podría ser un reflejo de lo que sucede en las familias, en las comunidades, en cualquier nación y también en todo el mundo. Aunque sucedió hace mucho tiempo, he sido testigo de acontecimientos similares todo el tiempo en familias y en mi comunidad.
Esta es la historia de una hija pródiga, espiritualmente, y un padre pródigo.
Me crié en un hogar que aceptaba profundamente al Señor Dios, un legado de mi abuelo paterno y fomentado además por mi devota madre. La vida era buena. Mi padre era brillante, muy respetado, tenía un trabajo muy bueno y bien pago que permitía cuidar bien a su familia. Pero en mi juventud, las cosas empezaron a cambiar. El pecado había estado agazapado a la puerta, y como dice Pedro, el enemigo siempre ronda como león rugiente buscando a quien devorar (1 Pedro 5,7).
Mi padre se alejó de casa; luego, a su regreso, decidió echar a mi madre de su hogar conyugal. Yo era la hija mayor de la familia; empecé a ver sufrir a mis hermanos a manos de la nueva mujer traída al hogar. Estaba fuera de casa en la universidad la mayor parte del tiempo, pero seguía recibiendo informes inquietantes y estresantes sobre cómo abusaban de mis hermanos. Entonces, decidí llevar un pequeño diario donde anotaba cada acción negativa cometida. Cada vez que escribía algo sentía más amargura y el resentimiento generaba una dureza fría dentro de mí. Los agravios registrados llenaban páginas y páginas. Mi corazón estaba lleno de veneno y crecía cada vez el muro de hostilidad hacia el hombre al que había amado y reverenciado como padre.
Fue necesario que un tío, al que yo respetaba mucho, tratara de disuadirme de sentir tanta amargura. Me recordó el mandamiento que conlleva una promesa: “Honra a tu padre y a tu madre, para que vivas una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios” (Éxodo 20,12, DHH). Me ablandé un poco, pero todavía pensaba en la venganza. El siguiente fin de semana correspondía a la Pasión de Cristo. El viernes asistí a un sermón en el que el pastor realmente dio en el clavo al enfatizar las palabras de Jesús cuando colgaba de la cruz. Él dijo: “Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen” (Lucas 23,34a).
No era la primera vez que escuchaba esta Escritura, pero ese día me atravesó el corazón. Jesús fue herido por mí y fue clavado en la cruz por mí. Jesús me perdonó. Entonces, ¿quién era yo para guardarle un profundo rencor a mi único padre que me trajo a este mundo? ¿Qué quería decir cuando decía la oración del Señor?: “Perdónanos el mal que hemos hecho, así como nosotros hemos perdonado a los que nos han hecho mal” (Mateo 6,12, DHH). Lloré, me arrepentí y pedí el perdón de Dios. No podía procurar el perdón de mi padre, ya que me había vuelto grosera e irrespetuosa con él, lo que influyó negativamente en los hijos que yo intentaba amparar.
Cuando regresé a la residencia, saqué el vil diario, trituré las páginas e hice una fogata afuera. Mientras el viento se llevaba las partículas de hollín, sentí que la pesadez desaparecía del corazón y de los hombros. Qué dulce alivio. Cuando llegaron las vacaciones, procuré el perdón de mi padre. Fue un encuentro tanto de la hija pródiga como del padre pródigo, y nos regocijamos por la reconciliación. Desde ese momento nos convertimos en los mejores amigos, e incluso cuidé de mi padre cuando estaba con cáncer terminal hasta que falleció. Cristo es nuestra paz… Él “destruyó el muro que los separaba y anuló en su propio cuerpo la enemistad…” (Efesios 2:14, DHH).
Es bueno tener el amor de los miembros de la familia, que no depende de los sentimientos y las circunstancias. Ese amor debe ser como el de Dios, que dice: “Pero ¿acaso una madre olvida o deja de amar a su propio hijo? Pues, aunque ella lo olvide, yo no te olvidaré. Yo te llevo grabada en mis manos…” (Isaías 49,15-16, DHH). Este es un amor profundo, insondable, sin profundidad ni amplitud ni altura.
Las personas no están realmente separadas por raza, credo o color. Estamos separados por el pecado que crece y se pudre, propagándose como un cáncer dentro de nuestros corazones. En cualquier país de África, las personas están separadas por barreras étnicas y tribales. El mal prospera cuando las personas se enfocan en sus propias agrupaciones tribales a expensas de aquellos que son considerados extraños. Lo mismo se aplica en cualquier otra parte del mundo. Necesitamos a Cristo, el Gran Reconciliador. La Palabra dice, “… el que está unido a Cristo es una nueva persona. Las cosas viejas pasaron; se convirtieron en algo nuevo. Todo esto es la obra de Dios, quien por medio de Cristo nos reconcilió consigo mismo y nos dio el encargo de anunciar la reconciliación”. La Palabra continúa diciendo: “Cristo no cometió pecado alguno; pero por causa nuestra, Dios lo hizo pecado, para hacernos a nosotros justicia de Dios en Cristo” (2 Corintios 5,17. 18. 21 DHH).
Es cuando creemos y vivimos en Cristo que experimentamos el amor, el perdón y la alegría de la reconciliación. Los que antes considerábamos enemigos y extranjeros, se convierten en “…miembros de la familia de Dios…” (Efesios 2,19c).
En conclusión, realmente no hay amor, gozo y paz o cualquier otro don espiritual cuando la gente vive en pecado. El pecado engendra soledad y contienda. Solo en Cristo podemos celebrar juntos el verdadero amor, el perdón y la reconciliación. ¡Aleluya!
—Barbara Nkala, líder con experiencia en Educación y en el ámbito editorial. Se desempeña como Representante regional del Congreso Mundial Menonita (CMM) para el sur de África (2016-2022).