La Comunidad Internacional de los Hermanos Menonitas (ICOMB, por su sigla en inglés) está compuesta por 21 iglesias nacionales en 19 países con aproximadamente 450.000 miembros. ICOMB existe para fomentar las relaciones y los ministerios, para resaltar el testimonio y el discipulado de sus iglesias nacionales miembros – conectando, fortaleciendo y ampliando.
Un panorama de ICOMB: La familia global en tiempos difíciles
Muchos grupos familiares e iglesias no se reúnen cara a cara. Muchos intentan reunirse a través de Zoom, WhatsApp u otras plataformas virtuales, para al menos tener algunas reuniones y seguir en contacto. Las restricciones a las reuniones tienen un alto costo y reducen el discipulado, la adoración como iglesia, la enseñanza, la realización de actividades de misión / evangelización, etc.
Estas restricciones no solo afectan a las iglesias locales, sino también a las conferencias. Las necesidades de las iglesias locales están creciendo mucho más que la capacidad de ayudar de las conferencias nacionales.
Las restricciones tienen implicaciones aún mayores para las iglesias y conferencias que estaban en crisis antes de la pandemia. Enfrentar esos desafíos en medio de tantos otros nuevos ha sido abrumador en algunas situaciones.
En todo esto, ¿cuál es el papel del ICOMB? ICOMB como organización tiene un personal pequeño, recursos financieros limitados y actualmente estamos limitados físicamente por restricciones de viaje. Sin embargo, tenemos grandes oportunidades de crecimiento y conexión durante este tiempo.
Cuando Rudi llamó a Jacobo Piraza, el líder de Panamá, invitándolo a una reunión de Zoom con otros líderes, nunca había utilizado ninguna plataforma de videoconferencia virtual. Pensamos que tendríamos que contactarlo después atraves de una llamada personal. Sin embargo, Jacobo se dio cuenta de que su hija usaba Zoom para la universidad. Después de algunos arreglos con Rudi, puso su computadora a disposición y ayudó a su padre hasta que comenzamos la reunión. Desde entonces ha participado en otras reuniones con particulares, con otros líderes latinoamericanos y más allá. Todos hemos tenido que encontrar nuevas formas de participar y conectarnos.
A través de muchas reuniones y llamadas programadas por Zoom y correos electrónicos, hemos trabajado para conectarnos con más frecuencia que antes. Lo más importante que hemos tratado de comunicar a nuestros miembros es: “¡No estás solo! ¡Hay una familia local y global que te ama, quiere saber de ti y quiere bendecirte!” Y la otra cara de esa moneda: “¡Hay otros que quieren ser amados, vistos y bendecidos por ti!”
Estamos muy agradecidos por los muchos líderes de nuestro mundo que sienten pasión por Jesús, las misiones y el cuidado de los demás. Han estado bendiciendo a las personas a nivel local, continental y mundial. Están bendiciendo a otros al ministrar y al ser “contagiosos”, animando a otros a convertirse y hacer lo mismo. Esta “infección” a la vida es tan importante ya que muchos están dominados por el miedo a las infecciones que trae la muerte.
Ore para que veamos las oportunidades que Dios está poniendo en nuestro camino y que tengamos el valor de seguirlas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
—Noticias de ICOMB