Perspectivas: Los inicios de la iglesia anabautista: un vistazo
- Iglesia de los Hermanos en Cristo (BICC) de Sudáfrica
- 20° Distrito Hmong de la Iglesia de Cristo de Tailandia
- Igreja dos Irmãos Menonitas de Portugal (IIMP)
- Convención Evangélica Hermanos Menonitas Nivaclé del Paraguay
- Red de Iglesias Rosedale de EE. UU.
Un desafío para todos los tiempos
Este año el Congreso Mundial Menonita celebra un doble aniversario, incluso triple.
Durante cien años, las iglesias nacionales afines al anabautismo se han reunido para reconocer que juntos somos un solo cuerpo de Cristo, y para animarnos y ayudarnos mutuamente por medio de la fraternidad, la adoración, el servicio y el testimonio.
Durante quinientos años, las personas que se identifican como anabautistas han estado leyendo juntas las Escrituras, afirmando que seguimos a Jesús como un acto de voluntad, no una mera casualidad del nacimiento, que escuchamos la voz de Dios al servir juntos en comunidad, y que la obra reconciliadora de Jesús se extiende a nosotros como individuos y comunidades de adoración para actuar como pacificadores que rechazan la violencia y sus múltiples manifestaciones.
Incluso más allá de todo esto, durante mil setecientos años, pese a cismas y divisiones, los cristianos han afirmado el Credo de Nicea, un resumen de la creencia cristiana que se repite en los cultos religiosos de todo el mundo.
En una época en que las diferencias entre las personas están creando profundas divisiones y hostilidades, es un buen momento para tomar nota de cómo hemos encontrado temas unificadores en el pasado.
El tema que el CMM eligió para este año es, “La valentía de amar”. La frase hace referencia a una cita famosa, no de Menno Simons ni de Pilgram Marpeck, sino de Ulrich Zuinglio, el líder de la Iglesia Reformada que llamó a los seguidores de Cristo a “hacer algo valiente, ¡por el amor de Dios!”.
Así que exhortamos a los demás y a nosotros mismos a ser valientes. Al igual que los primeros anabautistas que desafiaron a las autoridades e incluso las tradiciones para cumplir la ley suprema del amor, nos desafiamos a nosotros mismos a actuar.
El amor de Dios por nosotros nos transforma y libera del temor. Podemos perdonar con valentía a quienes nos ofenden. Podemos oponernos con valentía a la injusticia que hace que la paz sea imposible. Podemos superar valientemente las barreras que convierten a la humanidad en “los otros”. Podemos cuidar con compasión a quienes están heridos. Podemos arrepentirnos humildemente de las veces que fallamos y fuimos cómplices de algún daño.
Este número de Correo contiene reflexiones del secretario general César García sobre dicho aniversario y el tema elegido, y compartimos vistazos de iglesias miembros que forman parte de nuestra comunión centenaria.
Oramos para que se sientan inspirados al leer este número. Los invitamos a que compartan su testimonio al reflexionar sobre sobre los aniversarios: ¿cómo encarna su iglesia la fidelidad en su contexto? ¿Cómo practican la valentía de amar en estos días tan conflictivos?
Karla Braun, redactora jefa de Correo y escritora para el Congreso Mundial Menonita, reside en Winnipeg, Canadá.