Dios bueno que caminas al lado de los mas necesitados y de los pequeños de este mundo, te damos muchas gracias porque nos has ayudado a acompañar a nuestros hermanos y hermanas quienes son refugiados y en movilidad humana. Acompañar con el pan, con la ternura, con el oído, con el corazón atento y disponible; y también con nuestro deseo de un mundo m·s justo y m·s humano en donde quepamos, todas las personas, con dignidad y alegría. Gracias por tu fidelidad que no ha dejado que el aceite se seque, como el de la viuda y el profeta; gracias porque tu provisión a sido generosa, gracias porque te sentimos m·s cerca, m·s compañero, m·s Dios con nosotras las personas.
—Proyecto con Personas Refugiadas y en Movilidad Humana, Iglesia Menonita de Quito, Ecuador