Te agradecemos, Señor, por la colaboración científica sin precedentes y por el desarrollo y las pruebas focalizadas que permitieron desarrollar una vacuna para el COVID-19 con tanta rapidez. Oramos por justicia en la distribución de las vacunas. Pedimos que los líderes mundiales den prioridad no solo a sus propios ciudadanos, sino a una distribución equitativa de las vacunas alrededor del mundo como un bien de salud p˙blica.
Alabemos a Dios por el trabajo sacrificial de los trabajadores de la salud. Ellos se han entregado a s’ mismos en actos de solidaridad, generosidad y bondad hacia los m·s vulnerables, afligidos y necesitados. A través de sus acciones de ayuda pr·ctica, acompañamiento pastoral y psicosocial, ellos muestran el amor de Dios en medio de las crisis y las necesidades. Te agradecemos por estas luces de esperanza en medio de la oscuridad, que brindan consuelo y paz. Señor, renueva su fe, confianza y esperanza.