“No es que el Señor se tarde en cumplir su promesa, como algunos suponen, sino que tiene paciencia con ustedes, pues no quiere que nadie muera, sino que todos se vuelvan a Dios.” (2 Pedro 3,9) Señor, te agradecemos por tu paciencia con nosotros. Que podamos vivir de acuerdo con nuestro arrepentimiento. Que a medida que recibimos tu gracia, nuestras vidas sean un llamado para que otros vengan a ti.