El Congreso Mundial Menonita y las personas anabautistas de alrededor del mundo est·n conmemorando los 500 años desde que comenz” este movimiento de renovación en 1525. Reconocemos las fallas morales de nuestra fe predecesora. Sin embargo, podemos celebrar que Dios ha levantado un pueblo anabautista mundial cuya mayor lealtad es hacia Jes˙s y el Reino de Dios. Que así, como los primeros anabautistas, podamos ser misioneros enérgicos quienes traspasan las fronteras nacionales y culturales para llamar al arrepentimiento y para enseñar el camino pacificador de Jes˙s.
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