Bienaventuradas las personas mansas, dijo Jes˙s, porque ellas heredar·n la tierra.
Señor, que vivamos tu reino con humildad y paciencia.
Bienaventuradas las personas misericordiosas, dijo Jes˙s, porque ellas recibir·n misericordia.
Señor, que las personas tengamos compasión unas de otras, especialmente de aquellas con quienes no estamos de acuerdo.
Bienaventuradas las personas pacificadoras, dijo Jes˙s, porque ser·n llamadas hijas e hijos de Dios.
Señor, deseamos que nos conozcan como tu pueblo, por nuestro amor hacia todas las personas y nuestra capacidad de caminar con calma en el conflicto buscando comprender y transformar.
Señor, enséñanos a ser tu sal en medio de las divisiones, especialmente dentro de las iglesias y familias, y a ser tu justicia iluminadora, especialmente donde hay discriminación sistémica contra las personas pobres o las personas de color.