“Te pido que todos ellos estén unidos; que, como tú, Padre, estás en mí y yo en ti, también ellos estén en nosotros, para que el mundo crea que tú me enviaste.” (Juan 17,21)
Con estas palabras del Evangelio de Juan 17,21, saludamos afectuosamente a las hermanas y hermanos de las iglesias anabautistas de todo el mundo, y también a aquellos de otras comuniones cristianas.
En este momento de la historia, reflexionamos sobre los primeros quinientos años de la Reforma radical.
“Renovación” es el nombre que el Congreso Mundial Menonita le ha dado a una década de eventos regionales en torno a la memoria de cinco siglos de nuestra existencia como comunidad de fe. Nos acercamos a estos diez años de conmemoraciones centrándonos en nuestra historia desde una perspectiva mundial, ecuménica y transcultural.
Recordamos el pasado para mirar hacia el futuro. Quisiéramos recordar nuestras raíces al tiempo que expresamos gratitud a Dios por el legado de la fe que hemos recibido. Pero también nos presentamos ante el Señor con un espíritu de arrepentimiento y renovación, comprometidos a aprender del pasado para crecer en nuestra relación con Dios tanto aquí y ahora como en los años venideros.
¿Por qué nos necesitamos unos a otros?
Por medio del tema “Jesucristo, nuestra esperanza”, procuramos examinar cómo desde el siglo XVI nuestra tradición anabautista ha dado testimonio al mundo de Jesús como nuestra esperanza.
La unidad es uno de los desafíos que hemos enfrentado históricamente en el mundo anabautista.
¿Por qué es necesario que seamos uno mundialmente con otros miembros de nuestra familia de fe?
¿Por qué necesitamos algo como el Congreso Mundial Menonita, un organismo que facilita la unidad de alrededor de 10.000 congregaciones locales, 108 convenciones nacionales y 1,5 millones de creyentes bautizados?
En contextos de persecución, opresión o violencia, las razones por las que necesitamos una iglesia mundial parecen más evidentes para nuestros miembros: una comunión mundial brinda apoyo cuando las congregaciones locales enfrentan circunstancias difíciles (por ejemplo, recursos financieros, incidencia política, atención pastoral).
En África, Asia y América Latina, la interdependencia mundial es crucial para proyectos que exceden la capacidad de una iglesia local (por ejemplo, misión, educación teológica, creación de nuevas organizaciones).
¿Qué dicen nuestras iglesias acerca de Jesús?
No obstante, más allá de las razones pragmáticas para procurar la unidad, nuestra tradición anabautista debe recuperar la idea de una iglesia mundial visible.
La razón por la que afirmo esto tiene que ver con el concepto y la práctica de ecclesia del Nuevo Testamento. Las Escrituras hablan de congregaciones locales interdependientes que se apoyan entre sí para la teología, la atención pastoral, el apoyo financiero en tiempos de crisis y para la misión, entre otras cosas.
Sin embargo, aún más decisivo es el hecho de que Jesús vinculó la credibilidad de su vida a la unidad de sus seguidores.
El Congreso Mundial Menonita es el “espacio” mundial donde podemos recibir la unidad como un regalo de Dios.
Al dar gracias a Dios por Jesucristo, nuestra esperanza, mantengamos también una actitud de arrepentimiento por las divisiones que han surgido entre nosotros, afectando negativamente el impacto de la vida y el ministerio de Jesús en un mundo marcado por polarizaciones, divisiones y fragmentaciones.
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Pidamos perdón por todas las heridas que hemos causado en el cuerpo de Jesús.
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Procuremos la renovación que considera la falta de unidad de la iglesia como evidencia del pecado.
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Procuremos la unidad que nace de un corazón contrito que reconoce su pecado.
Ruego que al reflexionar sobre Juan 17,21, se renueve nuestra comprensión de Jesús como nuestra esperanza.
Que podamos encarnar la esperanza mostrando al mundo que la bendición de la unidad es posible cuando Jesús es el centro de nuestra vida.
—César García, secretario general del Congreso Mundial Menonita, es oriundo de Colombia y reside en Kitchener, Ontario, Canadá. Pronunció una versión de este discurso en Renovación 2023 en Abbotsford, Columbia Británica, Canadá, el sábado 25 de marzo de 2023.