Construcción de la Paz después del desastre

«¡Tu libro de texto funcionó!» Darnell Barkman le dijo a su exprofesora Lisa Schirch después de que las inundaciones azotaran su región en noviembre del 2021. El pastor de la Yarrow United Mennonite Church en C.B., Canadá, implementó toda su capacitación en construcción de la paz para coordinar la respuesta a los desastres.

Sus estudiantes aprenden que durante las últimas décadas, las partes más pobres de la iglesia global han sido impactadas directamente por el cambio climático. “Ahora, el cambio climático está llegando a nuestra puerta principal en América del Norte. Nuestro dinero y recursos claramente no son suficientes para protegernos del desastre”, dice Darnell Barkman.

Pero cuando la tormenta afectó a sus vecinos, la capacitación de Darnell Barkman en planificación de construcción de paz y evaluación de conflictos lo equipó para coordinar una respuesta comunitaria entre iglesias. 

La respuesta a desastres sigue pasos similares a los de un conflicto armado, explica Darnell Barkman. Primero, se necesita un alto al fuego, luego se hace una evaluación, se limpia el desorden y se reconstruye.

En noviembre del 2021, la región que rodea a Yarrow quedó cubierta por inundaciones debido al exceso de lluvia. Luego, el dique se rompió, interrumpiendo las rutas de transporte de entrada y salida de la ciudad.

Durante un tiempo, las iglesias de Yarrow fueron centros de respuesta ante los desastres. Los pastores tenían conexiones con la gente y las iglesias tenían espacio. Organizaciones socias como el Comité Central Menonita y el Servicio Menonita de Desastres tenían conocimientos para compartir.

En tiempos como estos, la iglesia puede tener un papel como nadie más, dice Darnell Barkman. “Existimos en medio de la diversidad y de las diferencias. Estamos en unidad por el amor de Dios y estamos con la apertura a servir porque es parte de quienes somos”.

“Diferentes dones dentro de la congregación entraron en juego”, dice Josh Kraubner, pastor de conexiones en Yarrow Mennonite Brethren (MB) Church. Algunas personas cocinan, algunas hacen trabajos pesados, algunas hacen llamadas telefónicas, algunas tienen herramientas y equipos, algunas tienen capacidad organizativa para ver el panorama general.

Los pricipios orientadores de Darnell Barkman en medio de la crisis fueron la “estructura mínima viable”. Cuando la gente necesitaba sacos de arena, el lote de la iglesia menonita era un lugar para llenarlos. Más tarde, durante los trabajos de limpieza, cuando la gente necesitó un lugar para tirar los bienes dañados, el estacionamiento de la iglesia HM se convirtió en una estación transitoria. Con un letrero de madera contrachapada que decía «desechar aquí» y un poco de supervisión, la comunidad se ahorró docenas de viajes a un vertedero lejano.

Los funcionarios de la ciudad confiaron en el equipo de pastores para hacer la organización necesaria en la comunidad.

«¡Esto es tan bueno!» Josh Kraubner recuerda haber pensado mientras pasaba por la cocina de la iglesia HM, la cual estaba llena de personas que servían hombro con hombro: las damas de la iglesia menonita, la iglesia reformada, la iglesia de la alianza y las personas voluntarias de la congregación anfitriona. “Podemos dejar de lado nuestras pequeñas diferencias para poder servir a nuestros semejantes”

En un momento, la respuesta colaborativa ad hoc entre iglesias estaba tan inundada de personas voluntarias que se tuvieron que rechazar a algunas o indicarles que ayudaran a otras iniciativas organizadoras que no estaban conectadas a las redes de la iglesia.

Después de la inundación, algunas personas integrantes de la comunidad ven la iglesia de manera diferente.

“Cuando la iglesia se involucra con otras organizaciones ajenas a la iglesia en el desarrollo comunitario, la comunidad tiene la oportunidad de ver a un grupo de personas vecinas trabajando para hacer de la comunidad un lugar mejor con la iglesia como participante”, dice Darnell Barkman. “Esto eliminó parte de la dinámica de poder… Estuvimos hombro con hombro con todas las demás personas”.

“Si mantenemos [las relaciones construidas durante la respuesta a las inundaciones], veremos dónde Dios está creando oportunidades, que no se basan solo en emergencias, para que la iglesia trabaje junto con la ciudad para la bendición de la región”, dice Darnell. Barkman.

Esta experiencia le ha mostrado a Josh Kraubner cómo se ve el desastre detrás de las noticias. «Fue muy real», dice. Ahora, cuando se entera de un desastre en otra parte del mundo, piensa: «Sé un poco cómo es eso… es traumático y duro».

Otro impacto a largo plazo de las inundaciones ha sido la revitalización del grupo ministerial. Pastores de diferentes denominaciones nuevamente se reúnen de manera regular.

Más de un año después de que las aguas retrocedieran, para algunas personas, la recuperación parece haber terminado. Pero junto con el trauma persistente del momento, aún quedan tensiones en las relaciones y en las finanzas. Para otras personas, la reconstrucción no ha terminado.

Después de que el Congreso Mundial Menonita envió un llamado a la oración [ver “Carta pastoral para las iglesias anabautista-menonitas en Columbia Británica (Canadá)”], Darnell Barkman recibió aliento de todo el mundo. Estaba asombrado que “con niños (as) trabajando en minas y generaciones de conflicto armado, aquí había un pastor de la República Democrática del Congo enviándome una oración a través del Traductor de Google diciendo ‘¡estamos orando por usted’!”

Le pareció una imagen del Apocalipsis de Juan. “Vivimos en una época en la cual el CMM puede convocar una reunión de oración mundial y, tenemos tribus y lenguas de todas las naciones (Apocalipsis 7:9) en la pantalla”, dijo Darnell Barkman.

Y fue un ejemplo de la necesidad de cambiar la percepción del poder en la iglesia global. “Hay una percepción de que tenemos el dinero y que enviamos para ayudar. Pero espiritualmente no tenemos todos los recursos. Controlamos aquellas cosas que podemos controlar… pero hay mucho más poder y autoridad espiritual en la iglesia global que necesitamos aprender a recibir de una mejor manera”.


Carta pastoral para las iglesias anabautista-menonitas en Columbia Británica (Canadá)

Oración