Una manera de expresar paz, fe, testimonio y misión

Perspectivas: Indonesia


La situación más difícil constituye la mejor lección de vida. Cuando el mundo entero se enfrenta a la pandemia, aprendemos sobre la solidaridad y la compasión; no solo pensamos en nosotros mismos, sino también en otras personas más débiles. 

Aun en medio de las dificultades, podemos ser una bendición para los demás y ayudar a las personas necesitadas.  

Acción de amor y cuidado (Aksi peduli kasih

La iniciativa de amor y cuidado surgió de las inquietudes de los líderes y activistas de la Iglesia GKMI de Yogyakarta, respecto al impacto de la pandemia del Covid-19. Muchos miembros perdieron el trabajo o fueron despedidos. Trece estudiantes extranjeros no pudieron regresar a casa al no tener dinero. Hubo familias que tuvieron que autoaislarse presuntamente infectadas con el COVID-19. 

Aunque la mayor parte de la congregación GKMI de Yogyakarta es pobre, la pobreza no obstaculiza el cuidado y el amor en medio de la pandemia. Los miembros son optimistas, tienen esperanza y fe en Dios.  

La bendición de Dios es suficiente; los precede y sostiene.  

El equipo Peduli Kasih GKMI de Yogyakarta no solo prestó atención al bienestar de los miembros de la congregación (salud física y mental), sino que también distribuyó alimentos a los miembros de la comunidad cercana a la iglesia, sin importarle la religión.  

Una hermosa armonía  

“Sí, una pequeña radio nos entretenía. Los domingos a la mañana siempre escucho el sermón de GKMI de Yogyakarta. Gracias por los alimentos y la radio”, dice la Sra. Martini, de 76 años de edad.  

Todos los domingos, su vecina, la Sra. Sartini, la ayuda a buscar la estación de radio para escuchar el culto dominical. También la ayuda a preparar la Cena del Señor cuando fuera necesario.  

Lo interesante es que la Sra. Sartini es musulmana, lo que refleja una hermosa armonía.

Movimiento de cadena de oración y acción (Gerakan rantai doa dan karya

Cuando ocurrió la pandemia del COVID-19 en Indonesia, recién había comenzado la construcción del Sínodo GKMI Wisma Muria en Semarang, el 11 de enero de 2020. En medio de las dificultades económicas de la pandemia, el Comité del Sínodo de GKMI (Aristarchus Sukarto, Oendianto, Iwan Ganius) no se rindió; en cambio, lograron un gran avance.  

En el intercambio del Comité el 11 de septiembre de 2020, se invitó a las iglesias GKMI de Indonesia a orar por los trabajadores y la construcción de la oficina del sínodo, mientras que las iglesias locales se turnaban cada semana para proveerles el almuerzo a los trabajadores. 

GKMI apoyó este movimiento con entusiasmo. Se formó un grupo de chat, donde todos los días había un pedido de oración y un informe de los avances de Wisma Muria. A partir del 28 de septiembre de 2020, las iglesias GKMI se turnaron para llevarles el almuerzo a los trabajadores, visitarles y orar por ellos. 

“Los trabajadores están muy contentos”, comentó Juanto, director del proyecto. No es inusual que el proyecto provea el almuerzo a los trabajadores; lo que lo hace diferente es que los miembros de la iglesia se queden para pasar tiempo con ellos. 

“Estamos agradecidos por la atención que las iglesias GKMI nos brindan. Esperamos que continúe la relación entre los capataces, trabajadores, supervisores e iglesias GKMI. ¡Amén!” 

Juanto y todos los trabajadores son musulmanes. 

Alhamdulillah, el proceso de construcción del edificio avanza sin problemas. No ha habido obstáculos importantes ni accidentes, y los trabajadores y capataces están sanos.  

“Creo que esto también se debe a que los pastores y ancianos estuvieron presentes y oraron por nosotros; creo que orar por la seguridad es muy importante. No importa que la oración sea cristiana o islámica dado que todos tenemos el mismo Dios, solo diferentes maneras de creer. Agradecemos la atención de GKMI.”  

El Ing. Srihono Purnomo, como supervisor, comenta: “Los trabajadores están muy contentos y agradecidos. Pueden ahorrar entre quince y veinte mil rupias por día y llevarse más dinero a casa. Trabajan mejor gracias a la atención y a las oraciones de GKMI”. 

El pastor Aristarchus Sukarto señaló que este movimiento no solo se trata de unidad fraterna por ser parte del mismo sínodo, sino que también es una expresión de fe: 

  • Alimentar a los trabajadores que necesitan atención es una manera de expresar paz, fe, testimonio y misión, a la vez que Dios nos alimenta y cuida (Marcos 8,2). 
  • Para nosotros como hijos de Dios, recibimos la gracia de Dios a modo de una promesa de recibir el Reino que ha sido provisto (Mateo 25,34-40). Dios ama y valora a quienes atienden a los débiles y necesitados. 

La acción solidaria y bondadosa de GKMI de Yogyakarta (Aksi Peduli Kasih) y el Movimiento de cadena de oración y acción (Gerakan Rantai Doa dan Karya) son testimonios cristianos en un mundo multirreligioso durante la pandemia del COVID-19.  

Cuidar y amar a los demás se demuestra a través de acciones reales y relaciones que no se abandonan ante una situación difícil, sino que superan las dificultades.  

Podemos ser portadores de la paz y brindar shalom a otras personas. Podemos ministrar sin estar segregados por religión o estatus social. Podemos servir a los demás y dejar que otros nos sirvan también.  

 —Janti Diredja, pastora jubilada y miembro de GKMI de Yogyakarta, Indonesia.   


Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en abril de 2021.

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