“La manera de abordar la desigualdad es tratar a las personas de manera diferente, no igual”, expresa Arli Klassen, coordinadora de representantes regionales del CMM.
El Congreso Mundial Menonita es una organización conformada por miembros. Sin embargo, los recursos financieros de su membresía mundial varían mucho. El Aporte Proporcional Justo es la manera que tiene el CMM para que todas las iglesias miembros nacionales contribuyan en función de su capacidad y necesidades.
“Cuando uno es parte del CMM, forma parte de la acción de dar, no sólo de recibir”, afirma Cynthia Peacock, representante regional del CMM para el sur de Asia.
“Incluso cuando tienes poco, de ese poco compartes”, afirma. “Cuando estamos necesitados, otros nos dan.”
En 1984, el Secretario Ejecutivo sugirió que la cifra estándar por miembro se cambiara a un monto determinado que fuera adecuado para cada convención. Los indicadores económicos nacionales serían parte de la nueva fórmula de financiación. El Concilio General aprobó la Fórmula de Financiación del Aporte Proporcional Justo en 2000.
Cada tres años, los representantes regionales se acercan a los delegados del Concilio General para discutir su contribución como miembros y firmar el Pacto de Expectativas Mutuas.
“El Aporte Proporcional Justo del CMM reconoce la riqueza relativa (a través de la evaluación). A través de los acuerdos, se reconoce que hay más diversidad de la que reflejan las cifras concretas. La conversación es posible basada en el principio de que cada iglesia miembro puede contribuir algo al cuerpo mundial de Cristo”, explica Arli Klassen.
Acuerdos
“Como soy uno de ellos [un líder de la iglesia del sur de África], no ignoro las necesidades”, señala Danisa Ndlovu, representante regional del CMM para el sur de África. “Pero todos tenemos algo que aportar al cuerpo de Cristo. En definitiva, es el cuerpo el que se beneficia.”
Cynthia Peacock señala que las iglesias pueden recibir subvenciones del Fondo de Ayuda de la Iglesia Mundial. “Los líderes entienden que las convenciones se están beneficiando, no sólo financieramente sino también de otras maneras.”
Una canasta para dar y recibir
En el sur de África, “la impresión que nos han dado es que siempre podemos llevar una canasta para recibir”, explica Danisa Ndlovu. Él anima a los líderes a ver que “todos son necesitados y todos necesitan ayuda.”
“En medio de los desafíos que tenemos, también debemos valorar que Dios nos está bendiciendo de alguna manera. Es importante que nosotros también seamos una bendición para el resto del cuerpo y para nosotros mismos como parte del cuerpo”, expresa Danisa Ndlovu.
El representante regional quisiera que el mensaje llegue incluso a las congregaciones donde se hablan muchos idiomas. Cynthia Peacock traduce artículos, recursos para el culto, videos y Expectativas Mutuas del CMM al hindi, bengalí, odiya y tamil para que sean ampliamente accesibles.
“Una vez que los líderes están convencidos sobre lo que comparto, me invitan a visitarlos nuevamente para aprender y vincularse con la iglesia mundial y ser fortalecidos”, relata Cynthia Peacock.
Un almuerzo
Los eventos de adoración (Domingo de la Fraternidad Anabautista Mundial, Domingo de la Paz) brindan la oportunidad de donar un almuerzo. Si cada miembro bautizado de la congregación donara el costo equivalente a un almuerzo al año, se alcanzaría el monto calculado del Aporte Proporcional Justo.
“A veces los miembros gastan 100 rupias indias o más al mes para recargar sus teléfonos celulares; por lo tanto, donar 20 rupias al año para el Aporte Proporcional Justo no es imposible”, afirma Cynthia Peacock.
Un almuerzo es un concepto más difícil en el África rural, comenta Danisa Ndlovu, donde algunas personas pueden comer una sola vez al día.
Sin embargo, “Dios no nos llama a dar de lo que no tenemos, sino de lo poco que tenemos”, explica. “Dios nos llama a dar con alegría (2 Corintios 9:7)”.
Desafíos
“Las iglesias miembros nacionales de todos los continentes dicen que no pueden aportar el monto total calculado, por lo que iniciamos conversaciones”, comenta Arli Klassen. “Las diferencias culturales se manifiestan claramente” a medida que se acuerda el Aporte Proporcional Justo en todo el mundo.
“En África se comprende bien la responsabilidad de contribuir al bien común”, afirma Arli Klassen. “En la mayor parte del Sur global, los líderes están dispuestos a entablar conversaciones sobre montos, diciendo ‘necesitamos ayuda.’”
En Europa existe un fuerte compromiso a pagar impuestos para ayudar a toda la comunidad. Allí, el monto calculado se toma muy en serio. En América del Norte hay reticencias a acordar.
“Quisiéramos que las iglesias miembros presenten una propuesta sobre lo que es justo para ellos. Mi objetivo personal es que las relaciones se fortalezcan. El compromiso financiero refleja el compromiso con la comunión anabautista mundial”, afirma Arli Klassen. “Cada iglesia puede aportar algo, lo cual es parte de lo que significa ser miembro.”
“Para la nueva generación, representa un recordatorio y un desafío reconocer y valorar que gracias al esfuerzo de muchos misioneros recibimos mucho. Los líderes se han esforzado por mantener la visión con la que se establecieron las iglesias”, dice Cynthia Peacock.
“Ahora tenemos mucho: casas, autos, buenos empleos y, por lo tanto, con un corazón agradecido, es hora de dar más a la iglesia local y mundial para fortalecer integralmente a nuestras iglesias”, expresa. “Para ello, necesitamos construir relaciones sanas a fin de escucharnos unos a otros y vivir la unidad como discípulos de Cristo.”