Un tesoro de unidad, en la perla de África

El obispo Simon Okoth de la Iglesia Menonita de Uganda, expresa que, “el CMM reúne a personas de diferentes orígenes culturales en una sola canasta”. 

Un encuentro casual en el aeropuerto, permitió a Simon Okoth llevar esa mezcla cultural a las congregaciones menonitas de su país. 

Partiendo de Semarang después de la Asamblea, Rashard Allen reconoció a Simon Okoth por su gafete de identificación del evento, y Simon Okoth reconoció a Rashard Allan, director de música y adoración de la Iglesia Menonita de Neffsville en Pensilvania, EE. UU., quien formó parte del conjunto internacional de la Asamblea 17. 

Simon Okoth quien reconoció a Rashard Allen desde el escenario, cuenta, “me conmovió la forma en que cantaba y la forma en que el coro internacional presentaba sus canciones”. 

La conversación entre ambos, en la sala de embarque terminó con una invitación a Uganda. 

Así fue como, a través de WhatsApp, el líder de la iglesia de Uganda y el director de adoración estadounidense hicieron planes. En enero de 2023, Rashard Allen (doctor en estudios de adoración del Instituto Robert E. Webber para Estudios de Adoración) conduciría dos seminarios de tres días para las congregaciones menonitas en zonas rurales de Uganda. 

Rashard Allen, dice que, “la adoración es una conversación santa”. Su objetivo era ayudar a los participantes a “hacer un plan de adoración, para que las congregaciones adoraran con mayor comprensión e intención”. 

En cuanto a esto, Simon Okoth, manifiesta que, “la gente estaba orgullosa como menonitas de ver a un menonita de una tierra lejana que venía a unirse a ellos en adoración, en compañerismo y para guiarlos en la comprensión de la adoración”. 

Rashard Allen, expresa, “me llamó la atención la fe de la gente…. Y por su talento en términos de ministerio y musicalidad”. Con unos pocos parámetros, los participantes se separaron en grupos para componer una canción a partir de un salmo. “Las canciones con las que regresaron fueron notables: eran canciones que podían comenzar a usar de inmediato en sus iglesias. Ver esto, fue una bendición maravillosa para mí”. 

Allen, también dio conciertos de música sacra afroamericana, y cuenta que, “fue una gran bendición, poder compartir esa parte de la diáspora africana”. 

En un servicio de adoración en Uganda, cantar puede tomar más de una hora al comienzo y otro período al final. Simon Okoth, expresa que, “es el momento en que nos encontramos, esto es lo que afina nuestra mente y es el canto, lo que nos sujeta al sentimiento de Dios”. 

En una congregación, las personas hacen coincidir su canto con instrumentos de fondo de un teléfono celular conectado a un altavoz. En otra, un preadolescente talentoso proporciona un kit de batería, una melodía y una línea de bajo desde un teclado. Rashard Allen, declara que » es como si hubiera estado allí durante 20 años». Otra congregación canta a capela con acompañamiento de tres grandes tambores. 

En este sentido, Rashard Allen, cuenta que, “es bastante llamativo para mí, la sensación de alegría que traen cuando cantan y bailan. Ellos cantan en 3 o 4 idiomas diferentes: conocen las canciones, conocen el significado y cantan con entusiasmo”. 

Por otro lado, Simon Okoth, declara que, “el CMM está haciendo un buen trabajo cuando nos reúne. Podemos estudiar la cultura, interactuar y vincularnos libremente”. 

De igual forma, Rashard Allen, afirma, “estamos impresos de manera única con la imagen de Dios, entonces, para que podamos experimentar la plenitud del reino de Dios, necesitamos conocernos unos a otros tanto como podamos”. 

Así mismo él agrega, “me encanta que el CMM considere a todos como iguales: no hay jerarquía, no hay sentido de paternalismo o condescendencia”. El CMM conecta a las personas, ayudando a crear oportunidades para “intercambios interculturales, cantando las canciones de los demás, no solo exportando las canciones de [una] cultura; además de compartir mutuamente unos con otros.” 

Rashard Allen, expresa que, cantar del cancionero internacional en 15 idiomas diferentes en la Asamblea es “una parte de cómo debe ser el cielo. Obtenemos una comprensión más profunda de las culturas de los demás… lo que es importante para ellos en su fe… lo que experimentan a través de sus canciones”.  

Así mismo, Simon Okoth, manifiesta que, conocer a menonitas de todo el mundo a través de los eventos del CMM “trae a nuestra mente la unidad en la creación, a pesar de que vivimos en diferentes lugares geográficos, hablamos diferentes dialectos o lenguas, Dios sigue siendo uno. Reunirnos en el CMM es una forma de confirmar que somos una buena creación de Dios”.