“Reformados y anabautistas son ramas del mismo árbol”, afirmó Hanspeter Jecker, teólogo Menonita de Suiza. “Muchos grupos cristianos aceptan ahora las convicciones anabautistas que alguna vez fueron controvertidas, tales como la naturaleza voluntaria de la membresía de la iglesia y el rechazo a la pena de muerte. Siglos de oposición se han transformado en reconciliación”.
Cinco siglos después de que el reformador suizo Ulrich Zwinglio sugiriera que los anabautistas fueran “arrojados a los cuervos”, los anabautistas del Congreso Mundial Menonita se unirán a la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas (CMIR), descendientes espirituales de Zwinglio, para una serie de conversaciones formales que culminaran en el 2025. En ellas se revisará lo qué dividió a los dos grupos en el siglo XVI y se identificaran las formas en que las iglesias pueden reconciliarse y colaborar hoy en día.
El movimiento Reformado incluye a los presbiterianos, los congregacionales y otras denominaciones que remontan su linaje a Zúrich en el siglo XVI. Los líderes de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas, reunidos en Suiza, recibieron a una delegación del Congreso Mundial Menonita durante su asamblea anual en mayo de 2019. Jecker y los miembros de la Comisión de Fe y Vida del CMM John D. Roth (Estados Unidos), y Thomas Yoder Neufeld (Canadá) se unieron al secretario general César García y al presidente J. Nelson Kraybill para reunirse con representantes del CMIR.
“Con este diálogo se está volviendo a convocar, un estudio bíblico de 500 años de antigüedad, en el que nuestras dos comuniones encontraron sus inicios”, dice Yoder Neufeld. (Un estudio bíblico dirigido por Zwinglio inspiró a Felix Manz, Conrad Grebel, George Blaurock y otros a separarse de Zwinglio y fundar el movimiento anabautista).
Los participantes del CMIR y del CMM están iniciando una serie de conversaciones periódicas de varios años bajo la rúbrica de «Procuremos un testimonio común, restaurando la unidad de nuestra familia».
La tensión entre Zwinglio y sus discípulos radicales llevó a la persecución y el martirio de los anabautistas. Al Reflexionar sobre esta dolorosa historia, Roth confesó que los Menonitas empezaron a sentirse cómodos al pensar en sí mismos como víctimas. Sin embargo, eso no encaja bien con la realidad posterior y actual, explicó Roth.
Los Menonitas y los Reformados han tenido una interacción significativa durante años, pero no han revisado formalmente la historia compartida, ni han nombrado un tema de interés mutuo para el futuro a nivel mundial. “Los Menonitas no debemos permanecer anclados en el pasado”, señaló Roth. “Somos verdaderamente hermanas y hermanos con el pueblo Reformado”.
Chris Ferguson, secretario general de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas, aseveró que su gente tiene un “pasado trágico y quebrantado” con los Menonitas. “Es hora de recordar y reconciliarnos correctamente. Ambos grupos comenzaron en un movimiento unido que se separó por causa del desacuerdo”.
La comunión Reformada “tiene una gran necesidad del mensaje de paz de la iglesia Menonita”, aseguró.
En Zúrich, los participantes Reformados y Menonitas caminaron juntos por sitios relacionados con los comienzos compartidos de las dos iglesias. En el lugar del río Limmat donde fueron ahogados Félix Manz y otros anabautistas, el pastor reformado suizo Peter Detwiller contó que hubo un intento, en 1952, de colocar una placa conmemorativa para los anabautistas sin embargo, el permiso fue denegado. Pero en 2004, los funcionarios de la ciudad concedieron la autorización. Grupos anabautistas de todo el mundo ahora visitan el sitio del martirio.
En una declaración final, los participantes en la reunión de la Comunión Mundial de Iglesias Reformadas en Suiza escribieron: “Reconocemos cómo se puede abusar de la teología y la espiritualidad para fomentar la hostilidad y la violencia. Nos comprometemos a desmantelar tales teologías y espiritualidades y al avance de las teologías que buscan la dignidad y el respeto de toda la vida. Es desde esta postura que entablamos un diálogo con el Congreso Mundial Menonita”.
—J. Nelson Kraybill, presidente del CMM (2015–2021), reside en Indiana, EE.UU.