El testimonio menonita en medio del sufrimiento y la esperanza en Ucrania

En una región de Ucrania, la cual miles de menonitas abandonaron hace generaciones, dos docenas de líderes menonitas actuales de toda Europa se reunieron en octubre de 2018, durante tres días para fraternizar. Organizado por líderes ucranianos de Iglesias Hermanos Menonitas, las reuniones en la ciudad de Zaporizhzhia incluyeron a participantes de Portugal, España, Francia, los Países Bajos, Alemania, Suiza, Austria, Lituania y Ucrania.

En el presente, unos pocos descendientes de menonitas de habla alemana que alguna vez establecieron más de 400 aldeas permanecen en Ucrania.

Los menonitas se mudaron a Ucrania desde Prusia comenzando en el año 1789 por invitación de Catalina la Grande. Estos anabautistas de habla alemana establecieron granjas, negocios y agencias exitosas. Comenzaron a irse en la década de 1870, cuando el gobierno ruso retiró el estatus de objetor de conciencia, y en América del Norte las tierras de cultivo comenzaron a estar disponibles.

El siglo XX trajo consigo serias dificultades para las personas que permanecieron en Ucrania, desde la violencia contra los terratenientes durante la revolución bolchevique, hasta la confiscación de tierras, las ejecuciones del gobierno estalinista y la deportación a Siberia.

Hoy en día, muchas ciudades establecidas por menonitas están escasamente pobladas, son pobres y están en mal estado. Las personas residentes a menudo no saben quienes construyeron las aldeas.

Mientras tanto, en Europa occidental y América del Norte, los descendientes de los refugiados menonitas de Ucrania están reevaluando su propia historia. La historia menonita revela que hubo un testimonio heroico y pacífico frente al mal y en algunos casos, maltrato a los empleados y empleadas provenientes de Ucrania. Además, algunas aldeas menonitas tomaron las armas para resistir a las bandas que merodeaban durante el caos posterior a la revolución.

En frente del edificio de la iglesia de los Hermanos Menonitas más antigua del mundo (ahora un depósito), Johann Matthies, director de MB Mission Europa, explicó que compartir el evangelio con otros ucranianos en esos días estaba prohibido. Un menonita que compró Biblias para distribuirlas fue excomulgado, menciona Matthies.

Durante su apogeo, los menonitas en Ucrania construyeron hospitales y escuelas que sirvieron más que ellos mismos, y actualizaron las prácticas agrícolas en la región.

Siete mujeres de 16 a 22 años fueron bautizadas en una piscina cercana el día en el que el grupo líder europeo estuvo de visita. Foto: J. Nelson Kraybill

Desde 2007, MB Mission (Misión de los Hermanos Menonitas) se ha asociado con personas ucranianas para establecer nuevas congregaciones anabautistas. En la congregación de los HM Heart of Christ (Corazón de Cristo) en la ciudad portuaria de Berdyansk, varios menonitas europeos visitantes participaron del culto de adoración del domingo. La congregación de 60 ucranianos es juvenil.

A menos de 100 millas al este se encuentran las líneas del frente de la ocupación rusa de las provincias ucranianas de Crimea y Donetsk. De forma semanal, el pastor Alexey Yuditsenko se une al pastor pentecostal Albert Xomiak para llevar alimento, ropa, Biblias y mostrar el amor de Jesús. Informan que la economía está devastada, y que hay problemas generalizados de pobreza, alcoholismo, depresión y desempleo.

Yuditsenko y su congregación tienen la visión de que miles lleguen al conocimiento de Cristo. En la pared del lugar de reunión que alquilan, se encuentran colgadas reproducciones de pinturas que representan historias de la Biblia. Los miembros de la iglesia los llevan a los parques de la ciudad e invitan a los transeúntes a comentar lo que creen que está sucediendo en la pintura. Esto brinda la oportunidad de compartir el evangelio.

En medio de la guerra y el estrés económico, Dios nuevamente está elevando el testimonio anabautista en Ucrania. Donde miles de menonitas de habla alemana una vez se establecieron y luego huyeron, los descendientes espirituales ucranianos y rusos están guiando a la iglesia a renacer.

—Comunicado del Congreso Mundial Menonita escrito por su presidente J. Nelson Kraybill.