Amado Señor, al comenzar este nuevo año, afirma nuestros corazones para difundir el evangelio de la paz. Que sigamos la guía de tu Espíritu al trabajar por la transformación y la justicia en este mundo. Señor, danos la valentía para proclamar este mensaje en palabra y acción, especialmente en los lugares en donde hay corrupción, persecución y desastres naturales. Te agradecemos por el ejemplo pacificador de Jes˙s.