(Perspectivas) Actividades del anabautismo a los 500
Entre los muchos momentos destacados del día conmemorativo en Zúrich se encuentra el canto. Los coros de adoración tuvieron el privilegio de desempeñar un papel central al reunir voces de diferentes procedencias para celebrar la fe, la reconciliación y la unidad.
Entre los coros participantes se encontraban:
- Coro de la Iglesia Menonita del Centro de Hermandad Eastleigh (Eastleigh Fellowship Centre Mennonite Church Choir, EFC) de Nairobi, Kenia
- Banda Ágape (Ágape Band) de Asunción, Paraguay
- Coro de Cámara de la Universidad Menonita del Este (Eastern Mennonite University Chamber Singers, EMU) de Harrisonburg, Virginia, EE. UU.
- Canciones de Paz (Songs of Peace) de Liestal, Suiza
- El Arte Escénico Anabautista Indonesio (The Indonesian Anabaptist peRforming Art TIARA – Iglesia Anugerah GKMI) de Yakarta, Indonesia
Entre dichos coros, me pareció especialmente fascinante el Coro de la Iglesia Menonita del Centro de Hermandad Eastleigh, EFC, por sus siglas en inglés).
Coro EFC
El Coro EFC, que representa a una iglesia menonita de Nairobi, fue uno de los cinco conjuntos musicales seleccionados para presentar música anabautista de todo el mundo, en el evento del quincentenario celebrado en Zúrich. Aceptaron con entusiasmo la oportunidad de compartir el amor de Cristo a través de una amplia fusión de tradiciones musicales africanas y armonías góspel.
El coro se presentó dos veces: en el interior de Predigerkirche y al aire libre en Zwingli Platz, frente a la Iglesia Grossmünster, sin amplificadores. Participaron también en el culto final, que se transmitió en directo a todo el mundo.
El coro describe su estilo musical como afrofusión. “Nuestra música reúne influencias de diferentes países de África”, señaló George Ochieng, integrante del coro.
Además, el coro refleja la diversidad cultural de Kenia, ya que sus integrantes tienen diversos orígenes étnicos.
Ministerio de la música
Para el Coro EFC, la música es más que una simple presentación: es un ministerio. Su profundo compromiso con la fe cristiana les impulsa a compartir el mensaje de Cristo a través del canto. Para ellos, la música es una manera de fortalecer la fe, elevar el espíritu y alentar a los demás.
El coro cree que sus voces sirven como instrumentos de sanación y unidad, capaces de romper barreras culturales y de cambiar la vida de personas de diferentes orígenes. Sus presentaciones representan la esperanza, la perseverancia y la gracia divina, recordándoles a los oyentes la presencia duradera de Dios.
Canción preferida
El Coro EFC compone y hace los arreglos musicales que reflejan su camino de fe y su herencia cultural. Su estilo combina ritmos africanos tradicionales con temas gospel, creando una experiencia de adoración singular y espiritualmente enriquecedora.
Mientras que algunas de sus canciones provienen de himnarios, otras son de compositores anónimos o fueron escritas por los propios integrantes del coro.
Una de sus canciones más preciadas es Yesu Vamuvamba, que en tiriki —lengua hablada por el pueblo tiriki del oeste de Kenia— significa Jesús fue crucificado. La canción reflexiona sobre la crucifixión de Cristo y la libertad que trajo a la humanidad, resonando profundamente con temas como el sacrificio, la redención y el perdón.
Esta canción, que se interpreta a menudo durante los cultos de Pascua y las reuniones de avivamiento, tiene una melodía edificante y una letra profunda que inspira adoración y reflexión. Los integrantes del coro expresan que la canción fortalece su fe personal, y sirve como recordatorio del sacrificio de Dios y del poder de la redención.
Una vocación divina
El Coro EFC considera que la adoración a través de la música es una forma de fortalecer la fe, fomentar el crecimiento espiritual y promover la unidad de la comunidad. Sus presentaciones van más allá de su iglesia local, ya que viajan con frecuencia por toda Kenia para cantar en cultos, reuniones de avivamiento, congresos y festivales de música.
Aunque los integrantes del coro están profundamente comprometidos con su ministerio musical, sigue siendo una actividad a tiempo parcial. Muchos de ellos se dedican a la educación, a los negocios, a la salud y a otras áreas para mantenerse, ya que el coro carece de los recursos financieros necesarios para prestarles apoyo a tiempo completo.
Pese a dichos desafíos, los integrantes del coro dedican mucho tiempo a los ensayos, cultos y eventos especiales, y consideran que su talento musical es una vocación divina y no solo un pasatiempo.
Además, el coro brinda activamente mentoría a jóvenes músico/as y fomenta la participación de jóvenes en el culto, contribuyendo a formar a la próxima generación de artistas y líderes cristianos.
El quincentenario del anabautismo
La invitación para presentarse en esta histórica celebración del quincentenario es un honor y un hito espiritual para el Coro EFC. Su presencia en Zúrich le permite compartir su música en un escenario mundial y vincularse con comunidades anabautistas de todo el mundo.
Esta celebración es un poderoso testimonio de la fortaleza de la fe, que pone de relieve cómo el anabautismo ha prosperado a lo largo de siglos de persecución, cambio y crecimiento. Al participar, el coro se ve a sí mismo contribuyendo a la historia, mostrando su herencia musical menonita africana en un entorno cristiano internacional.
El coro considera este aniversario como un recordatorio de la unidad, la perseverancia y el renacimiento espiritual. Espera que el evento fortalezca los lazos entre las congregaciones anabautistas, brindando oportunidades para el aprendizaje, la reconciliación y la renovación.
Representar a los anabautistas kenianos en esta celebración de un hito fue un privilegio. Los integrantes del Coro EFC esperan que su música haya animado e inspirado a los asistentes, recordándoles que la fe trasciende las fronteras y que la música es un lenguaje universal de adoración.
Lo que me emociona de estos coros
Presenciar estos coros fue una experiencia realmente emocionante. Era profundamente conmovedor escuchar las voces de diferentes rincones del mundo combinarse en armonía, cada una con su propia cultura, historia y fe.
Cada coro aportó algo totalmente singular a la celebración, ya fueran ritmos afrofusión, góspel latino o música sacra a capela. Ser testigo de dicha expresión musical de la fe tan diversa profundizó mi comprensión de cómo el culto, a través del canto, une a los creyentes de todas las tradiciones y naciones.
—Melvin Banda, miembro de la Iglesia de los Hermanos Menonitas de Malawi, fue delegado de YABs en representación de su iglesia en las reuniones de 2025.





