El inicio oficial del movimiento anabautista se remonta al 21 de enero de 1525, cuando un grupo de jóvenes se reunió en una casa cerca de la catedral de Grossmünster en Zúrich, Suiza, a fin de realizar el bautismo de adultos, un acto subversivo en aquel momento. Este fue el inicio simbólico de lo que se conocería como el movimiento anabautista o “rebautizador”.