Sister Care (Cuidado de hermanas) es compartido a nivel mundial

Estados Unidos – Lo que comenzó como un seminario para mujeres en los Estados Unidos ahora se ha compartido en Asia y América Latina y además cuenta con invitaciones recibidas de Kenia y Trinidad.

Sister Care es un programa patrocinado por Mujeres Menonitas EE.UU. que equipa a las mujeres a continuar con su propia jornada de sanidad, para identificar la gracia de Dios en sus vidas y para caminar con otras personas de manera compasiva que ayuda a transformar la pérdida y el dolor.

El manual de Sister Care fue desarrollado por Carolyn Heggen, psicoterapeuta y maestra, y Rhoda Keener y Ruth Lapp Guengerich, co-directoras de Mujeres Menonitas EE.UU. El manual está disponible en inglés y español. Alrededor de 2.500 mujeres han asistido a los talleres; 500 fuera de los Estados Unidos.

Heggen dice: “Es con gran humildad que ofrecemos compartir Sister Care con nuestras hermanas a nivel internacional. Ellas nos han enseñado tanto sobre el valor y la perseverancia, de vivir la vida con esperanza y dignidad frente a los desafíos que muchos de nosotros sólo podemos imaginarnos. Pero nosotras contamos con los recursos de la educación, del tiempo libre para crear y escribir, y de la tecnología que muchas mujeres carecen.”

Keener añade: “Mujeres Menonitas EE.UU. está profundamente tocado por las peticiones de recursos de capacitación de liderazgo de Sister Care de parte de nuestras hermanas a nivel mundial. Invitamos a las mujeres a tomar lo que les es útil, contextualizarlo y reproducirlo para uso de sus iglesias y comunidades.”

En el último año el seminario Sister Care ha sido compartido en los siguientes lugares: en la conferencia All India Mennonite Women en Orissa, India; Tansen y Katmandú, Nepal; Ciudad de Guatemala; Chihuahua, México; y Bogotá, Colombia. Se ha programado un taller para el mes de noviembre en Santa Cruz, Bolivia.

Según Cynthia Peacock de India, "El impacto del taller Sister Care dirigido por Rhoda y Carolyn ha sido tremendo. Veo cambios en la forma de pensar, la actitud y las medidas valientes de las mujeres que pueden verse como valiosas creaciones de Dios que hay que respetar, utilizar sus dones, y ser respetadas en el hogar y en el lugar de trabajo. Un ejemplo es que las mujeres están buscando la forma de compartir sus historias de dolor y sus heridas, de forma cuidadosa, pero intencional, deseando que la iglesia tome conciencia de esto y haga algo al respecto. Más mujeres se están viendo a sí mismas de una forma diferente y entienden que Dios las ama tanto como a los hombres y quiere para todos una vida de plenitud y de alegría.”

Olga Piedrasanta de Guatemala reflexiona en lo siguiente, “Uno de los principales problemas para las mujeres en las iglesias es su contexto de vida, que incluye la violencia doméstica, la pobreza y la violencia urbana – que afecta a la familia, la iglesia y el empleo. Las mujeres tienen que ayudarse unas a otras a ser más fuertes en vez de estar sumidas en estas dificultades. El entrenamiento de Sister Care incluye el desarrollar habilidades de cómo ayudarse unas a otras de forma constructiva como hermanas cristianas.”

Ofelia García de México y Piedrasanta recibieron entrenamiento en Guatemala para liderar el taller en Chihuahua, con mujeres de varias conferencias y culturas, incluyendo a hermanas hispanas, alemanas, e indígenas Tarahumara.

Este taller se realizó en Chihuahua cinco meses después del asesinato de la pastora Josefina (Chepina) Rempening Díaz en Cuauhtémoc, México, y fue de ayuda para curar el dolor. Las sesiones sobre la pérdida tocó a las mujeres de una manera muy profunda. Sintieron tanto la pérdida de una pastora como la pérdida de su sentido de seguridad. “Desde la muerte de Chepina no había llorado ni hablado como lo hice hoy. Gracias. Es de mucha sanidad,” comentó una participante.

Las líderes del taller de Chihuahua iniciaron un nuevo ejercicio enfatizando cómo Jesús ayudó a la mujer samaritana a quitarse la máscara. En grupos, las mujeres respondieron a las siguientes preguntas, ¿qué máscara llevo puesta y qué escondo detrás de ella? Luego, una por una, cada mujer se quitó la máscara y recibió la confirmación de las demás.

Este ejercicio se repitió en Colombia con Heggen y Elizabeth Soto Albrecht de EE.UU. como facilitadoras. Martha Lucía Gómez y Olga Beatriz Londoño de Colombia reflexionaron en lo siguiente: “La dinámica de las máscaras nos ayudó a ver nuestro interior y a enfrentar la realidad que muchas veces queremos negar. Fuimos desafiadas a buscar la sanidad y a no camuflar el dolor y a vivir nuestras vidas y relaciones con transparencia.”

Después de los talleres en Guatemala y en Colombia, participantes de 12 países llevaron 1.500 manuales a casa para sus congregaciones y comunidades y están liderando talleres. Phyllis Groff, obrera de Misiones Menonitas del Este en Guatemala, está traduciendo el manual al Kekchi. 

Linda Shelly, de la Red Menonita de Misiones, ayudó a Mujeres Menonitas EE.UU. en colaboración con el Movimiento de Mujeres Teólogas Anabautistas de Latinoamérica, el grupo anfitrión de cada uno de los talleres de Centro y Sudamérica. Olga Piedrasanta ayudó con la coordinación en Guatemala, Ofelia García en México, Alix Lozano en Colombia, y Lizette Miranda está trabajando en la planificación para Bolivia.  Manjula Raul presidió el comité anfitrión en India; en Nepal los seminarios fueron coordinados por Tansen Mission Hospital y United Mission a Nepal. Los gastos de Mujeres Menonitas EE.UU. fueron financiados por donaciones designadas para ese motivo y por subvenciones.

Las ideas, la energía y el amor han fluido en cada país. Heggen dice: “A medida que compartimos y aprendemos juntas sabemos que nos fortalece a todas.”

Mujeres Menonitas EE.UU.

 

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