Nos necesitamos mutuamente

La representante regional KyongJung Kim visita iglesias menonitas/anabautistas en Japón, del 1 al 18 de Julio de 2016

Fue un gran privilegio visitar las iglesias miembros nacionales en el Noreste de Asia como representante del Congreso Mundial Menonita (CMM). En tanto planeaba visitar Japón, oraba para que esto sucediera si era agradable para Dios. Con el paso del tiempo, las iglesias miembros Japonesas fueron abriendo sus puertas una por una. (En Japón hay 73 congregaciones y 2.801 miembros).

El propósito de mi visita era presentar el CMM y su relación con las iglesias miembros nacionales. El tema principal que preparé fue “Nos necesitamos mutuamente para crecer juntos en el cuerpo de Cristo.”

El 3 de julio de 2016, en la iglesia Menonita Minami en Miyazaki, me di cuenta que la flor nacional de Corea era la imagen de portada del boletín de la congregación ese domingo. Corea tuvo una historia dolorosa con la colonización de Japón (1910-1945). Sentí que nuestra relación ya había sido transformada a una amistad en el Señor.

Después del culto, la hermana del pastor Syozo Satou dijo que había asistido a la asamblea del CMM en Winnipeg (1990), identificándose a sí misma con la familia del Congreso Mundial Menonita. Ella se disculpó por lo que los antepasados japoneses le habían hecho a los coreanos durante la colonización japonesa. Yo agradecí su manera honesta de compartir, luego pasamos del tiempo de culto  al tiempo de fraternizar juntos .

El 9 de Julio, asistí a la reunión de líderes de la conferencia Hokkaido en donde hablé sobre el CMM y sus relaciones con las iglesias miembros. A lo largo del compartir en la reunión, vi un gran potencial entre los jóvenes. Algunos jóvenes adultos participaron en la Asamblea del CMM en Pensilvania el año pasado; ellos estaban muy interesados en los programas de intercambio.  

El 10 de Julio, estuve en el culto y en la comunión en Bethel Mennonite, una pequeña iglesia casera en el centro de Sapporo. En Japón, encontré que la mayoría de las iglesias son demasiado pequeñas para ofrecerle apoyo financiero completo a sus pastores. Los miembros son animados a participar en la vida y en el trabajo de la congregación tanto como sea posible. (Esto es parecido a mi congregación local en ChunCheon, Corea del Sur.) Todos son ministros, haciendo lo que pueden de acuerdo a sus dones.

Es bueno tener lideres eclesiales (o miembros activos) que visiten las congregaciones para compartir historias y recibir ideas los unos de los otros. La vida de una congregación local debería ser compartida con otros tanto como sea posible, para animar y fortalecer nuestras iglesias para que crezcan conjuntamente. Las relaciones iglesia - iglesia nos ayudarían también a encontrar mejores recursos para las generaciones futuras.

Del 11 al 13 de Julio, visité Osaka, en donde hay muchas congregaciones de los Hermanos Menonitas y un seminario. La iglesia de los Hermanos Menonitas en Japón es el grupo anabautista más grande del país (63 por ciento), pero ellos no son miembros del CMM. Un pastor me preguntó sobre la objeción de conciencia al servicio militar  en la situación de la iglesia coreana; yo le contesté que no todos en mi congregación están de acuerdo con la posición de paz de la iglesia. Tenemos nuestras debilidades así como nuestras fortalezas; es por eso que nos necesitamos mutuamente. Animé a las iglesias de los Hermanos Menonitas a interactuar con otros grupos anabautistas/menonitas en Japón primeramente y construir relaciones con otros quienes estén más allá.

Del 14 al 17 de Julio, conocí hermanos y hermanas en el área de Tokio. Como otras conferencias, ellos estaban muy abiertos a desarrollar una construcción de relaciones con otras iglesias.

¿Qué haría que tal construcción de relaciones fuera posible? Discutimos varias cosas incluyendo YAMEN, un programa conjunto del Comité Central Menonita y el CMM. Me alegró que ellos estuvieran dispuestos a explorar ésta posibilidad. Enviar y recibir voluntarios significa aprendizaje potencial y crecimiento a través de compartir experiencias de vida y de involucrarse en el quehacer y el trabajo del cuerpo extendido de Cristo.

Como otras iglesias en el mundo, las iglesias japonesas se están enfrentando a muchos retos. Es nuestro deber y responsabilidad caminar con Dios, no solos, sino junto con otros hermanos y hermanas alrededor del mundo.

En el camino de vuelta a casa, reflexioné en lo que había aprendido; fue todo sobre la relación en Cristo. ¡Gracias sean dadas a Dios quien renovó nuestras relaciones con él a través de Cristo!

—KyongJung Kim, Representante regional, Noreste de Asia, Congreso Mundial Menonita

 

Comentarios