Caminemos juntos aun hablando idiomas diferentes

Harrisburg, Pennsylvania, EE.UU. – “¿Tu lengua materna no es el inglés?”, le preguntó Marius van Hoogstraten (de los Países Bajos) a Don McNiven (de Canadá), tras una conversación divertida sobre la manera correcta de escribir la palabra ‘futuro’ en inglés.

Ambos son miembros del Comité de Supervisión del Programa del Congreso Mundial Menonita, que se reunió en octubre para seguir planificando la próxima Asamblea en el Farm Show Complex en Harrisburg, Pennsylvania, EE.UU., del 21 al 26 de julio de 2015.

Cada uno de los miembros del Comité -en representación de iglesias de África, Asia, Europa, América del Norte y América del Sur- habla al menos dos idiomas. Para poder comunicarse en las reuniones de planificación, emplean el idioma que tienen en común: el inglés.

Si bien todos los miembros del Comité hablan inglés fluidamente, descubrieron que traducir la conversación a sus idiomas de origen no siempre era tan fácil.

“Al procurar definir el tema de la Asamblea, habíamos pensado emplear la palabra ‘story’ en el título”, reflexionaba Liesa Unger (de Alemania), Directora Internacional de Eventos del Congreso Mundial Menonita (CMM). Sin embargo, advirtieron que la palabra ‘story’ en inglés, en otros idiomas se traduciría como ‘historia’ en vez de ‘relato’, que era el significado que se buscaba. Entonces se resolvió elegir como tema, “Caminemos con Dios”.

Una de las tareas del Comité durante la visita a Pennsylvania en octubre fue definir los subtemas para cada día de la Asamblea. Dicha tarea era más difícil de lo que parecía: ¿cómo encontrar palabras sencillas pero significativas que definieran el tema de cada día y que tuvieran el mismo sentido en todos los idiomas en que se celebra el culto del CMM?

Se toparon con el primer problema al tener que decidir sobre la palabra que describiera la labor de evangelización y justicia social: palabras que se traducían bien al Ndbele, el idioma que habla el miembro del Comité, Thobekile Ncube (de Zambia), o al francés y español, pero que no tenía traducciones directas al alemán moderno. Otras palabras sólo se referían a cómo comunicar las buenas noticias de Jesús sin incluir la ayuda a los pobres o la promoción de la justicia como parte de la evangelización.

¿Por qué nos esforzábamos tanto por establecer una comunicación clara? Porque la comunicación es algo que tiene un valor fundamental para el CMM”, expresó en un artículo reciente, César García, Secretario General del CMM.  “La comunicación tiene la misma raíz que otras palabras importantes relacionadas con la visión y misión del CMM: comunión y comunidad. No es posible establecer una comunión real con quienes no nos comunicamos.”

Es así que continúa la tarea en pos de una comunicación clara con miras a un evento en el que participarán hasta 10.000 personas de 85 países. Fiona Neufeld (de Paraguay), una de las coordinadoras del servicio de interpretación para la Asamblea 2015, se sumó al Comité de Supervisión del Programa para planificar lo referente a la traducción para el evento, que estará disponible para todos los cultos en español, francés y portugués. 

Y sin embargo los planificadores de la Asamblea también están conscientes de una realidad que se presenta como un desafío: para muchos de los que viajen a Estados Unidos en 2015, dichos “idiomas comunes” no son su lengua materna. El equipo tiene previsto respetar y celebrar esta diversidad al emplear otros idiomas como parte de los cultos matutinos y vespertinos.

La diversidad cultural e idiomática del CMM también se celebrará a través de la Aldea de la Iglesia Mundial, que, con la dirección de Vikal Rao (de la India), brindará un espacio a las congregaciones de cada continente para compartir su cultura, comida, prácticas litúrgicas y estilo de vida con la iglesia mundial. La Aldea de la Iglesia Mundial tendrá un escenario para presentaciones de música y danza de todo el mundo.

“Uno llega a conocer diversas culturas y otras visiones del mundo a través de su idioma, que permite conocer a otra gente y su realidad”, comentaba Egon Sawatsky (de Paraguay), coordinador del programa para jóvenes. “Llegar a conocer a personas de todo el mundo y sus relatos muestra cuán grande es Dios, y cuán diversa es su creación. A veces creemos que (sólo) nosotros somos la imagen de Dios, pero luego nos damos cuenta de que sus maneras y pensamientos son muy superiores a los nuestros.”

Comunicado de prensa del CMM por Emily Ralph

 

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