El avance del Espíritu Santo en el este de África

 Len RempelEn los últimos días será, declara Dios, que derramaré mi Espíritu sobre toda carne, y tus hijos y tus hijas profetizarán, y tus jóvenes verán visiones, y tus ancianos soñarán sueños (Hechos 2,17).

El obispo Kisare estaba sentado junto al gran árbol donde hace 70 años los primeros misioneros menonitas se habían embarcado en un dhow

Le pregunté al querido hermano obispo, ¿Qué sucedió aquí en Katuru Hill hace tantos años?  

Un par de lágrimas corrieron por sus mejillas cuando respondió, ¿Se está refiriendo al día en que el fuego de Dios cayó sobre Katuru Hill?  

Ese día Dios me tocó y comenzó su obra transformadora en mi alma. Aquel día comenzó mi llamado como ministro del evangelio. Ese fue un día que nunca olvidaré

Jesús me tocó y me transformó. La gente pasaba por alto a Katuru Hill porque en las aldeas se decía que todos los que se acercaran serían quemados pues el fuego de Dios estaba ardiendo en Katuru Hill.

Niños evangelistas

Eso fue en 1942. Ese domingo de agosto el fuego de Dios descendió sobre la nueva iglesia menonita en desarrollo en Katuru Hill en Shirati

La congregación experimentó el fuego de convicción de Dios acompañado por el llanto de arrepentimiento de las personas durante todo el día y las horas de la tarde. Wilson Ogwada y Nikanor Dhaje, estudiantes de 12 años de la escuela primaria en Shirati, experimentaron tal compasión por aquellos que no conocían a Jesús que dejaron la escuela para predicar el evangelio.

Se convirtieron en los primeros misioneros menonitas africanos que viajaban de comunidad en comunidad para proclamar la Palabra de Dios. Siguieron adelante a pesar de haber sido azotados al menos una vez. Predicaron a lo largo de la frontera entre Kenia y Tanzania. 

Promotora del avivamiento a toda marcha

En la providencia de Dios, Rebeka Kizinza Speedy abrió su hogar situado en la frontera de Kenia a los tanzanos emisarios del evangelio. Veinticuatro kilómetros diarios a pie era su recorrido normal para servir al Señor sin inhibiciones. Por medio de su caminar veloz, entrelazó una relación entre los promotores del avivamiento de Kenia y de Tanzania.

Existe un misterio en el ministerio del Espíritu Santo. El viento sopla por donde quiere, y lo oyes silbar, pero ignoras de dónde viene y a dónde va. Lo mismo pasa con todo el que nace del Espíritu (Juan 3,8), dijo Jesús. Así ocurrió dentro de la hermandad de avivamiento del este de África. 

Maestro arrepentido 

Aquellos de entre nosotros que desean saber fechas y lugares probablemente remontarán los inicios del avivamiento a un profesor de escuela secundaria en Ruanda, Blasio Kigozi, quien invirtió 12 días en oración y ayuno por el derramamiento del Espíritu Santo sobre los alumnos, el personal y el profesorado. 

Blasio salió de su habitación como un hombre transformado, primero pidiendo perdón a su esposa y luego convocó a una reunión de todo el profesorado y del personal para anunciar que el Señor le había revelado la necesidad de arrepentimiento. Toda la escuela se convenció. Los obispos anglicanos en Kampala invitaron a Blasio a reunirse con ellos y también se sintieron tocados por un profundo sentido de arrepentimiento. En el plazo de seis semanas Blasio enfermó y murió, pero su mensaje en el este de África nunca ha cesado.

 Wilhelm Unger

Fruto del avivamiento

Los menonitas no fueron pasados por alto cuando el poder convincente del Espíritu Santo se movió.

El avivamiento se movió como un pueblo que amaba a Jesús y que se amaba entre sí. Al principio, los líderes prestaron atención a la continuidad del avivamiento. De varias maneras, todos los países de África Oriental se conmovieron con el avivamiento que continúa hasta la actualidad. 

1. El avivamiento se centra en Jesucristo. Las reuniones regulares de la hermandad se centran en Jesús. Todos sabían que los promotores del avivamiento amaban a Jesús. Ya sea que en la reunión haya miles o solo unos pocos, los promotores del avivamiento se reúnen en el nombre de Jesús y allí Jesús se reúne con la hermandad de creyentes.  

2. La confesión de los pecados, el arrepentimiento y el caminar en la luz de Jesús son primordiales. Cada reunión incluye la confesión de los pecados y la celebración de la sangre purificadora de Jesús. 1 Juan 1,7 resume los compromisos centrales de la hermandad de avivamiento: Si caminamos en la luz como él mismo está en la luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesús, su Hijo, nos limpia de todo pecado

3. Los promotores del avivamiento ministraban fervientemente. Se les dio el apodo de la gente encendida con la pasión por Jesús, Balokole

4. Las hermandades son comunidades de gozo. Abarcan a personas de tribus y naciones de todo el este de África, asemejándose a la imagen de la iglesia de Hechos 2,5–6: Estaban de visita en Jerusalén judíos piadosos, procedentes de todas las naciones de la tierra. Al oír aquel bullicio se agolparon y quedaron todos pasmados porque cada uno los escuchaba hablar en su propio idioma

El movimiento se convirtió en la comunidad intertribal más auténtica en el este de África. Su espíritu de relación intercomunitaria fue un desarrollo clave en la promoción de esfuerzos pacíficos para sanar la lucha política en Kenia. También modelaron el principio de recibir y compartir consejo. 

El avivamiento desarrolla la reconciliación

En ocasiones pequeños equipos de Balokole viajaban a Sudáfrica instando a una resolución política pacífica. Es asombroso cómo el avivamiento que comenzó con estudiantes amplió su aceptación para invitar a la reconciliación hacia el sendero de la paz aún dentro de los desafíos más difíciles.

A medida que la hermandad crecía, muchos en el Occidente incluido los Estados Unidos, se sintieron profundamente conmovidos por la gracia de Cristo proclamada por la hermandad. El legalismo de los menonitas en los años treinta y cuarenta fue destructivo; los mensajes llenos de gracia de los menonitas del este de África fueron vitales. La hermandad del avivamiento se esparció en varias comunidades norteamericanas, trayendo ánimo y una nueva vida.

La gente del cordero 

La hermandad de avivamiento del este de África se resistió a convertirse en una hermandad denominacional. Permanecieron dentro de las iglesias establecidas pero eso no significaba que la hermandad del avivamiento no tuvieran una identidad. 

En medio de la agitación política en la región del este de África, los Balokole fueron reconocidos como un pueblo de paz. Se les llamó la Gente del Cordero, personas que sacrificaron sus vidas por su compromiso con Jesús.

Muy al comienzo del movimiento en Kenia y Uganda así como en Burundi y Ruanda, hubo disturbios por conflictos tribales o internacionales. Los promotores del avivamiento se negaron a participar en estos conflictos violentos. Cientos murieron dando testimonio de que Jesús es el Cordero de Dios. 

En muchas ocasiones dentro de la robusta historia posterior a la independencia de Kenia, los menonitas se han mantenido firmes con el Pueblo del Cordero, declarando que están comprometidos a la sanidad de las naciones y no a la destrucción de las mismas. 

—David W. Shenk es un menonita norteamericano cuyo compromiso de dar fiel testimonio de Cristo en nuestro mundo pluralista lo ha llevado a más de cien países y regiones. David es un autor, misionero, maestro, predicador, y líder que junto a su esposa Grace han invertido especialmente en el establecimiento de la paz con los musulmanes. Nació en el este de África y es miembro de la iglesia Mountville Mennonite Church en Pennsylvania, EE.UU.

Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en octubre de 2018.

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