PN-September-22-Ukraine

Si bien el mundo puede continuar buscando armas para lograr la paz y la justicia por la fuerza, sabemos que la paz verdadera y duradera solo se puede lograr a través de las oraciones incesantes. Al mirar a Jesucristo, el Príncipe de Paz, oremos para que los corazones cambien y para que las armas sean silenciadas. A lo largo de la historia, Dios ha cambiado situaciones extremas y terribles de maneras sorprendentes, y Dios puede hacerlo una vez más. Oremos también por la sanidad y la reconciliación y que Rusia y Ucrania puedan vivir en paz como naciones independientes y soberanas.
—De la Alianza Evangélica Mundial; llamado a la oración por Ucrania
Foto: Justian Trisnandi