IRS prayer

Adoramos a un Dios que escucha el clamor de los que sufren, atiende a su bienestar y obra para salvar. En los Evangelios, Jesús, el ejemplo vivo de la iglesia, encarna la solidaridad de Dios con aquellos que son oprimidos, ignorados, rechazados o tratados como extranjeros.  

Lamentamos lo sucedido a cientos de niños indígenas en Canadá quienes en décadas pasadas murieron y fueron enterrados separados de sus comunidades en escuelas residenciales donde habrían sido degradados y abusados en lugar de recibir cuidado y educación. 

Afirmamos a los líderes anabautistas canadienses que declararon*: 

“Lamentamos que, en ocasiones, la fe cristiana se haya utilizado erróneamente, como un instrumento de poder, no como una invitación a ver cómo Dios ya estaba obrando antes de nuestra llegada. Nos arrepentimos de nuestros encuentros denominacionales con los pueblos indígenas que a veces pueden haber sido motivados más por prejuicios culturales que por el amor incondicional de Jesucristo. Nos arrepentimos de nuestro fracaso en defender a los pueblos indígenas marginados como nuestra fe nos instruiría”.

Como Congreso Mundial Menonita, nos comprometemos a buscar la justicia a través de creencias desafiantes y sistemas de denominación. Estamos agradecidos y nos sentimos honrados por el testimonio de las iglesias y organizaciones anabautistas en Canadá y en otros lugares que están trabajando con los grupos indígenas hacia la restauración y la reconciliación. 

—Véase también la declaración de solidaridad con los pueblos indígenas del CMM.

*Statement of Anabaptist church leaders, Truth and Reconciliation Commission Hearings, (Declaración de los líderes de las iglesias anabautistas, Audiencias de la Comisión de la Verdad y la Reconciliación), Edmonton, Alberta, Canadá, marzo 2014