Cosiendo heridas: ministerio de construcción de paz transforma a través de la capacitación técnica

"La iglesia debe hacer su trabajo ofreciendo a las personas caridad y enseñanza espiritual, de modo que una persona pueda ser transformada", afirma Safari Mutabesha Bahati.

La Asociación Menonita para la Paz y el Desarrollo (MAPD por su sigla en inglés) en Malawi, miembro de la Red de Servicio Anabautista Mundial, apoya ambas cosas a través de un ministerio de costura, para mujeres, este ministerio incluye la curación del trauma para residentes del campamento de refugiados de Dzaleka, quienes son principalmente originarios de Burundi, Ruanda y la República Democrática del Congo.

Este ministerio promueve una sociedad pacifica e inclusiva para un desarrollo sostenible, así como instituciones  eficaces y responsables que ofrezcan justicia para todos. El objetivo de la MAPD es reducir los delitos violentos y el tráfico sexual, como también mejorar la alfabetización, especialmente entre las mujeres.

La MAPD también tiene un programa de agricultura a fin de erradicar el hambre, mejorar la nutrición y alcanzar la seguridad alimentaria.

Hay más de 30.000 personas en el campamento, explica el pastor  y director de la MAPD, Safari Mutabesha Bahati. Las mujeres tienen pocos medios para ganar dinero. La MAPD ha construido un centro con capacidad para formar a 25 estudiantes en la confección de bolsos y manoplas, además de la creación de joyas, esto durante seis meses. El centro suministra tanto los materiales como asi también el mercado para estos productos.

Las mujeres reciben el 60 por ciento de las ganancias; el resto es reinvertido en el centro.

 El director Hareri Mamana, Mauwa Kassanga Safari, esposa de Safari Mutabesha Bahati y dos mujeres de Malawi dirigen el programa para ayudar a las mujeres desplazadas y a sus hijos.

Las mujeres a menudo tienen traumas severos debido a los desplazamientos, muchas completan un programa de sanidad del trauma antes de comenzar la capacitación en costura.

La MAPD tiene una visión del impacto colectivo – después de la graduación del programa, las mujeres son alentadas a continuar trabajando juntas.

Limitada por las herramientas disponibles, esta cooperación es casi definitiva. Sin embargo, Safari Mutabesha Bahati desea que haya más máquinas de coser para poder capacitar a más mujeres.

“Esto muestra el amor de Dios”, manifiesta él.

Originalmente de la RD del Congo, el mismo Safari Mutabesha Bahati vive bajo el estatus de refugiado.

Su mensaje de perdón y transformación a través Espíritu Santo lo ha experimentado él mismo. La congregación, la Iglesia Dzaleka de los Hermanos Menonitas, ofreció hospitalidad al asesino del padre de Safari cuando éste llegó al mismo campamento y buscó fraternidad.

La iglesia  ahora tiene 18 congregaciones y 600 miembros provenientes de Burundi, Ruanda, Etiopia, Somalia, Zimbabue, RD del Congo y Malawi.

Safari Mutabesha Bahati compartió su historia en la reunión trianual de la Fraternidad Mundial Misionera y de la Red de Servicio Anabautista Mundial en Kenia en abril de 2018.

—Comunicado del Congreso Mundial Menonita

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