Responder a las personas desplazadas

En el marco de Renovación 2027, la migración masiva es actualmente motivo de preocupación para muchos países: forma parte tanto de la historia como del presente de los anabautistas menonitas. Hemos estado de ambos lados, tanto de quienes migran como de aquellos que les dan la bienvenida a sus vecinos en un nuevo hogar. En el evento, En pos de la justicia: migración en la historia anabautista-menonita, en San Rafael de Heredia, Costa Rica, el 6 de abril de 2019, oradores de todo el mundo dieron testimonios de migración.


El rol de la Iglesia es amar y acoger a los extranjeros en nuestras comunidades como en Levítico 19,34 y Mateo 25,34-36. Los refugiados, los solicitantes de asilo y las victimas de desplazamientos internos se encuentran entre las personas más vulnerables del mundo. Dios nos llama a procurar su protección y bienestar.

Crear conciencia de la realidad de los refugiados

Los líderes de nuestras iglesias locales están concientizando a sus congregaciones respecto al desplazamiento forzado en el mundo actual para que estén mejor informadas. Aunque los titulares de prensa no suelen destacar la crisis de refugiados mundial, existen recursos útiles disponibles a través de los cuales todos podemos estar mejor informados.

Por lo tanto, también es nuestra obligación informar correctamente a nuestra congregación.

Informemos desde una perspectiva bíblica

Los líderes concientizan a sus comunidades de fe respecto del contexto de desplazamiento forzado en base a los textos con los que enseñan y predican. De hecho, resulta contundente cuando un pasaje está vinculado con la realidad de los refugiados en el mundo actual. Es importante para los seguidores de Cristo considerar cuál es el modelo presente en las Escrituras referente a cómo Dios obra en medio del desplazamiento forzado de personas, anticipando así la obra de Dios en la situación de los refugiados hoy en día.

La narrativa bíblica está llena de historias de desplazamiento forzado, como por ejemplo, el exilio de Juan en la isla de Patmos.

Oremos por las personas víctimas del desplazamiento forzado

Los líderes de la iglesia local instan a sus comunidades de fe a que oren por los refugiados del mundo. Es algo muy normal que alentemos a la iglesia a que ore por los refugiados y solicitantes de asilo de nuestra propia ciudad.

Cuando las noticias de última hora mencionan casos de personas desplazadas por la fuerza, debemos incluirlas en nuestras oraciones.

Oremos por oportunidades

No nos debería sorprender el hecho de encontrarnos en nuestra vida cotidiana con personas que han sido desplazadas por la fuerza. Así que estemos atentos a la presencia de refugiados, inmigrantes y migrantes durante nuestra rutina diaria. Tengámosles presentes mientras estemos en el trabajo, la escuela y la iglesia. Tengámosles presentes en nuestra comunidad. Oremos por oportunidades para expresarles amor a los refugiados, inmigrantes y migrantes de nuestra comunidad.

No nos sorprendamos cuando Dios nos ponga dichas oportunidades en nuestro camino.

Ayudemos a superar los desafíos que los refugiados enfrentan en un nuevo país

Los solicitantes de asilo y refugiados recién llegados precisan ayuda para satisfacer sus necesidades humanas básicas, tales como:

  1. alojamiento provisorio
  2. alimentos básicos
  3. ropa
  4. atención médica
  5. educación

Las iglesias locales pueden ayudar a los refugiados y solicitantes de asilo según sus posibilidades; luego, podrán derivar el grupo al Gobierno y a otros colaboradores que tengan la capacidad suficiente para atenderlo mejor.

Jesucristo señala nuevamente dichas necesidades en las Escrituras, específicamente en Mateo 25,35–36.

Una breve historia de Kenia

En vista de las pequeñas intervenciones mencionadas anteriormente, la Iglesia Menonita de Kenia tiene un centro comunitario llamado Eastleigh Fellowship Center (EFC) en Nairobi, Kenia. Está ubicado en un barrio de mayoría somalí, donde viven muchos refugiados. El centro promueve la coexistencia pacífica entre musulmanes y cristianos.

El programa principal reúne tanto a jóvenes musulmanes como cristianos, creando así relaciones sólidas a pesar de las divisiones étnicas y religiosas.

Cabe destacar que el baloncesto es muy popular entre los niños y las niñas. Se realizan torneos cada dos meses. Recientemente, se amplió el programa deportivo para incluir el fútbol, que ha atraído a más usuarios. Se trata de generar amistad entre inmigrantes y kenianos. Este programa tiene como objetivo contribuir a la paz entre los jóvenes.

En medio de las actividades deportivas, se generan momentos que brindan la oportunidad de hablar sobre la paz y sus valores. Los líderes religiosos acuden para concientizar a los jóvenes sobre la paz desde su punto de vista tradicional.

El diálogo cristiano-musulmán es otro aspecto que aborda el EFC, a fin de promover la paz y las misiones. Esto se hace cada dos meses. Es decir, se reúnen musulmanes (generalmente inmigrantes de Somalia) y cristianos para discutir temas de la fe, tales como: “¿Jesús es Dios?” El propósito es conocer a personas que luego deseen indagar sobre los fundamentos cristianos relacionados con los temas del   diálogo. Sabemos que el Espíritu Santo ha estado obrando en estas personas y que están listas para seguir a Cristo.

Aprovechamos dichas oportunidades para crear vínculos, que luego nos permitan compartir sobre Cristo y abocarnos más a las tareas de construcción de la paz.

Samson Omondi Ongode, representante de África en el Comité Ejecutivo del Congreso Mundial Menonita, es secretario general de la Iglesia Menonita de Kenia. Rebecca Osiro, vicepresidenta del CMM, presentó este testimonio en nombre de Samson Omondi Ongode, en Renovación 2027 en Costa Rica.

 

Este artículo apareció por primera vez en Correo/Courier/Courrier en octubre de 2019.

 

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